El precio burbujeadísimo y langostísimo es lo más genuinamente Paco. Por lo demás, es MARAVILLOSO. No le falta detalle, incluso una máquina de coser de mueble, la fundita de la tapa del wc, sofás de eskai, lo tiene todo, todísimo, tras*mite perfectamente esa sinergia entre el procerismo clásico y la cutrez del moderneo desarrollista. Una fruta obra de arte. Si hubiera que hacer un Museo de lo Paco, sería así.