¿Os sentís mejor cuando salís de la ciudad?

Beckerola

Madmaxista
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14 Ago 2023
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No sabía muy bien donde poner este post, y hasta he pensado en escribirlo en conspiraciones. Sin embargo, lo que voy a escribir es una realidad que llevo probando hace algún tiempo. En este último "experimento" lo he podido volver a confirmar. Sin embargo, hay muchas variables a lo que voy a contar, por lo que tampoco tengo una respuesta a lo que me pasa. Por eso he puesto el título del hilo como pregunta.

No me voy a enrollar mucho, pero llevo ya tiempo viendo que cuando estoy un largo periodo de tiempo en Madrid (donde vivo), desarrollo algunos síntomas que merman mi estado físico. Aunque no voy al gimnasio desde 2020, intento hacer todo el ejercicio que puedo, sobre todo andar. No fumo ni bebo y cuido bastante mi alimentación (aunque algunas veces me paso con el dulce). Sin embargo, llega un momento donde empiezo a notar dolores de cabeza, síntomas de tensión alta (enrojecimiento de la cara), dolores de estómago y molestias en las articulaciones. De hecho, he tenido algunos sangrados por la fosa nasal izquierda sin motivo aparente. No estoy medicado ni me han hecho PCR.

Pero ya noté en su día que cuando me cojo el coche y me voy de Madrid por unos días, se produce el milagro. El primer día quizá todavía tengo algún síntoma pero rápidamente recupero la salud de forma total. Pensé que quizá era casualidad, pero he estado unos días en Levante (llegué ayer) y se ha repetido el mismo patrón.

El primer día tuve esas "molestias", pero al segundo es como si me hubieran inyectado adrenalina en vena. Todos los dolores y molestias simplemente desaparecieron, y me he pegado unas panzadas de andar (viendo pisos y haciendo algo de turismo) de alucinar. De hecho, me he estropeado un poco los pies de andar tanto. También he comido platos fuertes y muy picantes, y ningún problema de estómago.

Lo que quiero decir, es que me da la impresión que hay algo donde vivo que sospecho que podría estar jodiéndome. En el edificio de al lado hay una ristra de antenas de todo tipo que ya pusieron hace tiempo (llevo aquí unos tres años). He llegado a pensar que podrían ser las antenas, que me afectan más que a otras personas. No creo que sea el agua o la contaminación, pero la realidad es que hay "algo" que si parece que mina poco a poco mi estado de salud habitual.

Hoy estoy de querida progenitora, pero porque acabo de llegar. El problema es que siguiendo la pauta, dentro de un mes igual ya empezarán los síntomas de los huevones, como ya ha ido pasando en anteriores ocasiones. También he pensado que puede ser psicológico ya que la ciudad me acaba quemando mucho, lo cual baja las defensas...

De todos modos y como digo siempre, lo que no cure el mar, no lo cura nada. ¿Alguien más ha tenido estos síntomas que desaparecen simplemente alejándose unos días de la ciudad? Perdón por el tocho...
 
Última edición:
No hace falta que tengas antenas ni nada extraño, las grandes ciudades te corroen el alma. Contaminación acústica, olor a gasolina, gente asquerosa... Es un combo letal.

Yo voy a andar todos los días por huertas del extrarradio o playas poco tras*itadas, y salir de la ciudad a diario es la auténtica salud.

A lo mejor si pudieras hacer pequeñas salidas fuera de la ciudad con más frecuencia tu cuerpo lo llevaba mejor.
 
En mi caso, en la ciudad medí (lo miedo cada X meses) el nivel de radiación de antenas de telefonía. Ya consulté en su momento con mapas las más cercanas y, por suerte, no las hay con la suficiente distancia y potencia para dañarme. Igualmente está todo lleno de wifis de vecinos.

Pero mi experiencia, por suerte, va más allá. Trabajo en remoto y me paso semanas seguidas en un pueblo perdido a 1h de Madrid. Pues cuando tengo que volver para algo, me dan síntomas típicos de ansiedad. Me cuesta que entre el aire a los pulmones y cosas así que ya me conozco. En cambio, cuando vuelvo a escaparme unas semanas seguidas de nuevo al rural, muevo el regazo como los perros, felicidad infinita.

Respecto de salud, en el pueblo no tengo TV y el ocio pasa por trabajar el huerto y pasear por el bosque. Pierdo peso o me mantengo. En la ciudad es estar tumbado en el sofá con el móvil. Cojo kilos rápidamente. Me ha sucedido en el pueblo de, a las 21h tener tanta energía que me pongo con las mancuernas a darlo todo... es un subidón de energía impresionante (también duermo más).

Es de cajón, pero tenía que contarlo ya que pides experiencias.
 
No sabía muy bien donde poner este post, y hasta he pensado en escribirlo en conspiraciones. Sin embargo, lo que voy a escribir es una realidad que llevo probando hace algún tiempo. En este último "experimento" lo he podido volver a confirmar. Sin embargo, hay muchas variables a lo que voy a contar, por lo que tampoco tengo una respuesta a lo que me pasa. Por eso he puesto el título del hilo como pregunta.

No me voy a enrollar mucho, pero llevo ya tiempo viendo que cuando estoy un largo periodo de tiempo en Madrid (donde vivo), desarrollo algunos síntomas que merman mi estado físico. Aunque no voy al gimnasio desde 2020, intento hacer todo el ejercicio que puedo, sobre todo andar. No fumo ni bebo y cuido bastante mi alimentación (aunque algunas veces me paso con el dulce). Sin embargo, llega un momento donde empiezo a notar dolores de cabeza, síntomas de tensión alta (enrojecimiento de la cara), dolores de estómago y molestias en las articulaciones. De hecho, he tenido algunos sangrados por la fosa nasal izquierda sin motivo aparente. No estoy medicado ni me han hecho PCR.

Pero ya noté en su día que cuando me cojo el coche y me voy de Madrid por unos días, se produce el milagro. El primer día quizá todavía tengo algún síntoma pero rápidamente recupero la salud de forma total. Pensé que quizá era casualidad, pero he estado unos días en Levante (llegué ayer) y se ha repetido el mismo patrón.

El primer día tuve esas "molestias", pero al segundo es como si me hubieran inyectado adrenalina en vena. Todos los dolores y molestias simplemente desaparecieron, y me he pegado unas panzadas de andar (viendo pisos y haciendo algo de turismo) de alucinar. De hecho, me he estropeado un poco los pies de andar tanto. También he comido platos fuertes y muy picantes, y ningún problema de estómago.

Lo que quiero decir, es que me da la impresión que hay algo donde vivo que sospecho que podría estar jodiéndome. En el edificio de al lado hay una ristra de antenas de todo tipo que ya pusieron hace tiempo (llevo aquí unos tres años). He llegado a pensar que podrían ser las antenas, que me afectan más que a otras personas. No creo que sea el agua o la contaminación, pero la realidad es que hay "algo" que si parece que mina poco a poco mi estado de salud habitual.

Hoy estoy de querida progenitora, pero porque acabo de llegar. El problema es que siguiendo la pauta, dentro de un mes igual ya empezarán los síntomas de los huevones, como ya ha ido pasando en anteriores ocasiones. También he pensado que puede ser psicológico ya que la ciudad me acaba quemando mucho, lo cual baja las defensas...

De todos modos y como digo siempre, lo que no cure el mar, no lo cura nada. ¿Alguien más ha tenido estos síntomas que desaparecen simplemente alejándose unos días de la ciudad? Perdón por el tocho...
Mira el mapa de antenas, estan por todas partes las 5G ya.
Si además vives en un ático o piso alto más papeletas llevas.
Por lo que cuentas yo saldría huyendo sin mirara atrás.

Todo el mundo se siente mejor al salir de la ciudad.
Unos más que otros.
 
Quizás sea un tema psicológico y también de hábitos. Depende de la vida que lleves en Madrid, lo mismo llevas una rutina muy insatisfactoria y estás algo amargado, eso me imagino que se notará.
A mí me pasa parecido cuando llevo una vida especialmente sedentaria, la alimentación también influye, no seylo que comerás pero los hidratos en exceso suelen generar inflamación y uno se siente más liviano y cómodo cuando lleva una alimentación más adecuada.
El estrés de Madrid, de ir en el metro de cosa o tirar a la sarama dos horas diarias en desplazamientos supongo que también se notará para mal.
Lo mejor es llevar una vida activa pero relajada, utilizando bien tu tiempo y siendo productivo pero a una marcha cómoda y a ser posible hacer cosas que te gusten frecuentemente.
Y luego pues las relaciones sociales, si mejoras tus relaciones, tienes alguna amistad buena y amas regularmente también lo notarás para bien.
 
En la ciudad se está de querida progenitora si tienes cash sano. El campo es para mugrosos y cabras.

No me molesto en hacer referencia a la psicosis de las antenas/emisiones por considerarlo enfermedad mental.
 
En la ciudad se está de querida progenitora si tienes cash sano. El campo es para mugrosos y cabras.

No me molesto en hacer referencia a la psicosis de las antenas/emisiones por considerarlo enfermedad mental.
Debes vivir justo debajo de una antena porque cacho insensateces dices muchacho...

esperando:esperando:
 
Si haces mediciones de EMF vas a flipar, en una ciudad hay niveles que multiplican varias veces los limites recomendados.

Luego súmale la contaminación, las luces por todas partes a todas horas que te alteran los ritmos biológicos, ruido incesante, ralea estulto de todo tipo, inseguridad... una ciudad es para tirarse de una azotea, los que estan condenados a vivir en ellas lo llevan medicados con ansiolíticos o escapando de allí a sus segundas residencias en cuanto salen del remo los viernes.

A mi me pasa al revés que a ti, es pisar la ciudad y enfermar. Por eso las evito a toda costa, pasando el mínimo tiempo posible en ellas, entrar y salir, como un atraco.
 
la única ventaja de vivir en una gran ciudad es que en las apps de amar pillas a más tías. los que vivimos fuera de ciudades no lo tenemos tan fácil.

quitando eso, estar en una gran ciudad debe ser duro porque no puedes escapar de la gente asquerosa masculina.

yo vivo en un pueblo cerca de la ciudad de granada de 20.000 habitantes y no hay ni un alma por la calle y con una criminalidad del cero por ciento. de querida progenitora. pero eso, se echa de menos el acceso a mujeres nada más.
 
Empecé este post el 22 de noviembre recién llegado de la costa y en plenas facultades físicas. Estamos a 2 diciembre, y ya vuelvo a notar ciertos "problemillas" que han vuelto poco a poco. Quizá deba cambiar algo en mi día a día, aunque me resulta muy extraño que si salgo a zonas sin tanta contaminación acústica, de aglomeraciones, ralea, con aire más limpio y sobre todo teniendo el mar cerca, mi cuerpo responde dándome una fuerza y energía que no se de donde ha salido.

Ayer se me ocurrió la feliz idea de ir a un Lidl a mediodía para comprar un par de cosas. En solo un rato comprendí porque necesito largarme de la ciudad cuando antes. Masificación, gente maleducada casi arrollándote, miradas desafiantes y mucho ruido...

Y por si fuera poco, en la cola se me coló una señora con dos niños por el morro (no quise montar un espectáculo). Pero al final a la señora le tocó esperar, porque la que tenía delante nos tuvo más de 10 minutos esperando porque no estaba de acuerdo con el descuento que le habían hecho. Una tía de unos 45 años con el pelo gris y gafas de maestra (típica feminista amargada) que llevaba una de esas hojas de cupones, y hasta que no le cuadró no soltó a la cajera. Y todo para ahorrarse 1,60 euros de cosa.

Al salir del parking un atasco de huevones solo para salir del centro comercial. Y esto un domingo cualquiera, porque ya ni menciono el día a día de vivir en una gran ciudad. Si es que te tienes que acabar poniendo malo por huevones... roto2
 
Empecé este post el 22 de noviembre recién llegado de la costa y en plenas facultades físicas. Estamos a 2 diciembre, y ya vuelvo a notar ciertos "problemillas" que han vuelto poco a poco. Quizá deba cambiar algo en mi día a día, aunque me resulta muy extraño que si salgo a zonas sin tanta contaminación acústica, de aglomeraciones, ralea, con aire más limpio y sobre todo teniendo el mar cerca, mi cuerpo responde dándome una fuerza y energía que no se de donde ha salido.

Ayer se me ocurrió la feliz idea de ir a un Lidl a mediodía para comprar un par de cosas. En solo un rato comprendí porque necesito largarme de la ciudad cuando antes. Masificación, gente maleducada casi arrollándote, miradas desafiantes y mucho ruido...

Y por si fuera poco, en la cola se me coló una señora con dos niños por el morro (no quise montar un espectáculo). Pero al final a la señora le tocó esperar, porque la que tenía delante nos tuvo más de 10 minutos esperando porque no estaba de acuerdo con el descuento que le habían hecho. Una tía de unos 45 años con el pelo gris y gafas de maestra (típica feminista amargada) que llevaba una de esas hojas de cupones, y hasta que no le cuadró no soltó a la cajera. Y todo para ahorrarse 1,60 euros de cosa.

Al salir del parking un atasco de huevones solo para salir del centro comercial. Y esto un domingo cualquiera, porque ya ni menciono el día a día de vivir en una gran ciudad. Si es que te tienes que acabar poniendo malo por huevones... roto2
Sólo leo unas pocas líneas de tus comentarios. En el primero me pareció que nombrabas algunos síntomas físicos de estrés, pero aunque no soy médico, creo que en realidad sufres de algo cardiaco exacerbado por el estrés y por la vida urbana.

Respondiendo a tu pregunta, yo sí me siento mejor en el campo, pero no porque sea un urbanita con complejo de cowboy sino porque para mí la mejor manera de desconectar del trabajo es largándome al campo donde mi teléfono no tiene señal, no hay ningún camino que podrías usar con un coche que no sea un 4x4 real con caja reductora, o con un buen caballo, y los únicos seres vivos además de mi perro y mi caballo son animales silvestres, algunos de los cuales podrían matarme.
 
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