Cirujano de hierro
Será en Octubre
Cuesta entender que en un proceso de selección multitudinario y público, como las oposiciones a la Policía Nacional, haya hasta cuatro notas de corte distintas para miles de aspirantes en la misma prueba. Una situación que provoca que, en un mismo año, muchos opositores se queden sin plaza con más de un 7 en el test psicotécnico mientras otros la consiguen con un 4 escaso.
Este agravio es consecuencia de los continuos errores y arbitrariedades de la Dirección General de la Policía (DGP) en otras pruebas previas de sus oposiciones. Todo parte de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ya ha anulado varias preguntas del test de ortografía y más de 400 entrevistas personales durante las últimas convocatorias . Son dos exámenes que deben superar los aspirantes tras las pruebas físicas y antes del psicotécnico, que es el último y definitivo.
Así, el TSJM obliga a la Policía a readmitir a todos esos opositores a los que descartó por errores ortográficos que no eran tales según la Real Academia Española de la Lengua y tras entrevistas que la Justicia sigue tumbando por arbitrarias, como ya avanzó ABC . El problema entonces es que tienen que enfrentarse a un psicotécnico en el que parten con una desventaja casi insalvable respecto al resto, porque la DGP les obliga a sacar hasta 3,3 puntos más que otros para conseguir la plaza.
Y es que, aunque el psicotécnico es igual para todos en cada convocatoria, a los que llegan a esa prueba tras esperar tres o cuatro años a que la Justicia les dé la razón se les exige la misma nota de corte de la promoción en la que fueron descartados injustamente antes de llegar a ese examen. Como cada vez son más, el problema es cada vez mayor.
El ejemplo más flagrante es el que afecta a numerosos opositores que se presentaron en 2018. Ellos también fueron descartados en entrevistas que el TSJM anuló por arbitrarias, por lo que condenó a la DGP a readmitirlos. Pero obligándoles a superar en el psicotécnico la nota de corte más alta en la historia de esta prueba: un 7,38. Esa fue la puntuación que obtuvo el último aspirante que consiguió la plaza en 2018. Cuando fueron readmitidos en 2021, muchos sacaron casi un 6,30 y alguno incluso más, hasta un 7,35. Pero, como la nota de corte que les impusieron era el 7,38 de hacía tres años, la DGP los descartó de nuevo mientras otros conseguían la plaza en esa misma convocatoria con un 4,05.
Lo mismo ha ocurrido este año, cuando el corte del psicotécnico sigue por debajo del aprobado (4,86), a pesar de lo cual hay opositores readmitidos por vía judicial que se han vuelto a quedar sin plaza pese a sacar más de un 6 o un 7 en esa misma prueba. ABC ha tenido acceso a casos concretos, con nombres y apellidos, que acreditan al detalle los ejemplos anteriores con los resultados de la propia DGP.
Esa diferencia responde a la distinta dificultad del psicotécnico en cada convocatoria de estas oposiciones. Como resulta obvio, si la nota de corte es casi un 7,40 revela que ha sido fácil para muchos llegar al notable y más todavía al aprobado. Si, por el contrario, apenas supera el 4, significa que el examen es bastante más difícil, porque incluso muchos de los que consiguen la plaza ni siquiera alcanzan el 5.
ABC ha preguntado por este asunto a la DGP, cuya Dirección de Formación y Perfeccionamiento asegura que no puede «hacer otra cosa que ajustarse a los términos estipulados en las sentencias» del TSJM. Un tribunal que, aunque da la razón a todos los opositores que recurren contra la DGP, sin embargo sí permite a esta imponerles en el psicotécnico la nota de corte de la promoción en la que ni siquiera les permitió llegar a ese test y no la del año en el que realmente lo hacen.
Y ello a pesar de que el propio TSJM deja claro que las pruebas para los readmitidos deben tener «similares parámetros y criterios de evaluación» para ser «valorados de una forma análoga». Algo que no ocurre cuando a los opositores que ya fueron injustamente excluidos se les exige después casi un 7,40 en un examen en el que ya es difícil sacar un 4 raspado para todos los demás.
Precedentes de fraude
De hecho, el TSJM también explica que ha «constatado» que la DGP acumula «precedentes fraudulentos» en el cumplimiento de «diversas» sentencias. El tribunal madrileño afeaba así a la Dirección General de la Policía que siguiera cometiendo fraudes con opositores a los que ya había descartado antes de forma irregular. Y eso mismo es lo que muchos de ellos denuncian que está pasando con el psicotécnico. Por eso han llevado este asunto hasta la última instancia judicial, el Tribunal Supremo.
«Lo único que queremos es competir en igualdad de condiciones con el resto de nuestros compañeros tras varios años sin poder hacerlo no por nuestra culpa, sino por la DGP, que es la que nos echó injustamente de la oposición, como ya ha sentenciado la Justicia más de 400 veces», explican los afectados a este periódico. Como el que sacó un 7,35 y se quedó sin plaza cuando otros la conseguían con hasta 3,3 puntos menos. Su última esperanza es el Supremo.
Oposiciones a la Policía Nacional: suspendidos con un 7 y aprobados con un 4
Este agravio es consecuencia de los continuos errores y arbitrariedades de la Dirección General de la Policía (DGP) en otras pruebas previas de sus oposiciones. Todo parte de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ya ha anulado varias preguntas del test de ortografía y más de 400 entrevistas personales durante las últimas convocatorias . Son dos exámenes que deben superar los aspirantes tras las pruebas físicas y antes del psicotécnico, que es el último y definitivo.
Así, el TSJM obliga a la Policía a readmitir a todos esos opositores a los que descartó por errores ortográficos que no eran tales según la Real Academia Española de la Lengua y tras entrevistas que la Justicia sigue tumbando por arbitrarias, como ya avanzó ABC . El problema entonces es que tienen que enfrentarse a un psicotécnico en el que parten con una desventaja casi insalvable respecto al resto, porque la DGP les obliga a sacar hasta 3,3 puntos más que otros para conseguir la plaza.
Y es que, aunque el psicotécnico es igual para todos en cada convocatoria, a los que llegan a esa prueba tras esperar tres o cuatro años a que la Justicia les dé la razón se les exige la misma nota de corte de la promoción en la que fueron descartados injustamente antes de llegar a ese examen. Como cada vez son más, el problema es cada vez mayor.
El ejemplo más flagrante es el que afecta a numerosos opositores que se presentaron en 2018. Ellos también fueron descartados en entrevistas que el TSJM anuló por arbitrarias, por lo que condenó a la DGP a readmitirlos. Pero obligándoles a superar en el psicotécnico la nota de corte más alta en la historia de esta prueba: un 7,38. Esa fue la puntuación que obtuvo el último aspirante que consiguió la plaza en 2018. Cuando fueron readmitidos en 2021, muchos sacaron casi un 6,30 y alguno incluso más, hasta un 7,35. Pero, como la nota de corte que les impusieron era el 7,38 de hacía tres años, la DGP los descartó de nuevo mientras otros conseguían la plaza en esa misma convocatoria con un 4,05.
Lo mismo ha ocurrido este año, cuando el corte del psicotécnico sigue por debajo del aprobado (4,86), a pesar de lo cual hay opositores readmitidos por vía judicial que se han vuelto a quedar sin plaza pese a sacar más de un 6 o un 7 en esa misma prueba. ABC ha tenido acceso a casos concretos, con nombres y apellidos, que acreditan al detalle los ejemplos anteriores con los resultados de la propia DGP.
Esa diferencia responde a la distinta dificultad del psicotécnico en cada convocatoria de estas oposiciones. Como resulta obvio, si la nota de corte es casi un 7,40 revela que ha sido fácil para muchos llegar al notable y más todavía al aprobado. Si, por el contrario, apenas supera el 4, significa que el examen es bastante más difícil, porque incluso muchos de los que consiguen la plaza ni siquiera alcanzan el 5.
ABC ha preguntado por este asunto a la DGP, cuya Dirección de Formación y Perfeccionamiento asegura que no puede «hacer otra cosa que ajustarse a los términos estipulados en las sentencias» del TSJM. Un tribunal que, aunque da la razón a todos los opositores que recurren contra la DGP, sin embargo sí permite a esta imponerles en el psicotécnico la nota de corte de la promoción en la que ni siquiera les permitió llegar a ese test y no la del año en el que realmente lo hacen.
Y ello a pesar de que el propio TSJM deja claro que las pruebas para los readmitidos deben tener «similares parámetros y criterios de evaluación» para ser «valorados de una forma análoga». Algo que no ocurre cuando a los opositores que ya fueron injustamente excluidos se les exige después casi un 7,40 en un examen en el que ya es difícil sacar un 4 raspado para todos los demás.
Precedentes de fraude
De hecho, el TSJM también explica que ha «constatado» que la DGP acumula «precedentes fraudulentos» en el cumplimiento de «diversas» sentencias. El tribunal madrileño afeaba así a la Dirección General de la Policía que siguiera cometiendo fraudes con opositores a los que ya había descartado antes de forma irregular. Y eso mismo es lo que muchos de ellos denuncian que está pasando con el psicotécnico. Por eso han llevado este asunto hasta la última instancia judicial, el Tribunal Supremo.
«Lo único que queremos es competir en igualdad de condiciones con el resto de nuestros compañeros tras varios años sin poder hacerlo no por nuestra culpa, sino por la DGP, que es la que nos echó injustamente de la oposición, como ya ha sentenciado la Justicia más de 400 veces», explican los afectados a este periódico. Como el que sacó un 7,35 y se quedó sin plaza cuando otros la conseguían con hasta 3,3 puntos menos. Su última esperanza es el Supremo.
Oposiciones a la Policía Nacional: suspendidos con un 7 y aprobados con un 4