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Consecuencias del 11-M ¿A quién benefició realmente?
La primera consecuencia del 11-M fue la derrota del PP en las elecciones del día 14 y, por lo tanto, la victoria del PSOE. De inmediato, el nuevo gobierno del PSOE inicia una política de negociación con ETA, que estaba a punto de desaparecer hasta el 11-M, y también de cesiones al gobierno jovenlandés.
Tras el 11-M, Bush gana las elecciones en USA y luego Sarkozy en Francia. Ambos países inician una etapa de colaboración totalmente diferente a su relación anterior al 11-M.
Desde algunos sectores de la Derecha se piensa que al ser el PSOE, ETA y jovenlandia beneficiarios del 11-M, deben estar implicados de alguna manera en el atentado. En el caso del PSOE, se piensa en que algunos agentes de las fuerzas de seguridad y de los servicios secretos a su servicio hayan podido tener algún tipo de implicación, en especial en la fabricación de las pruebas falsas.
Pero hubo más beneficiarios tras el 11-M, especialmente a nivel internacional, y en los que nadie ha reparado. Para empezar, en Estados Unidos. Curiosamente, el gobierno americano fue de los primeros en asegurar la autoría islamista del atentado. Al presentarlo como una venganza de Al Qaeda contra España por su apoyo a la guerra de Iraq, el gobierno de Bush consiguió por fin su conexión Iraq-Al Qaeda, algo que no había podido demostrar hasta el momento, y que le resultaba fundamental para justificar la oleada turística del país árabe. Además, el impacto del atentado en la población americana fue tan grande que las encuestas dieron un vuelco espectacular y George Bush acabó ganando las elecciones de noviembre de 2004.
Pero más espectaculares fueron los cambios en la política europea. De entrada, el nuevo gobierno español modifica su postura. Del enfrentamiento con Francia y Alemania pasa al seguidismo. Lo primero que hace el nuevo presidente Zapatero es apoyar la derogación del Tratado de Niza (favorable para España) y la votación de una nueva Constitución europea, justo a lo que se negaba el PP de Aznar. Como hemos dicho antes, aunque Aznar no se presentaba, se iba a ir por la puerta grande y seguro que el nuevo gobernante habría seguido una política de continuidad. Al marcharse Aznar, el eje europeo alternativo al franco-alemán se disuelve (1).
Pero hubo más. Francia y Alemania abandonan de inmediato el proyecto de crear un ejército europeo independiente de la OTAN. No sólo eso, sino que el 8 de junio de 2004 dan un giro radical a su política internacional y aprueban en la ONU, junto a Estados Unidos, la Resolución 1546 que da cobertura legal a la ocupación americana de Iraq. Esa Resolución afianza de manera definitiva la ocupación de Iraq, por lo que las empresas de armamento y de seguridad privadas norteamericanas se aseguraron seguir recibiendo contratos millonarios por parte del gobierno USA. Además, el precio del petróleo empieza a subir llegando a un máximo histórico en 2008.
Desde el 11-M, Francia da un giro espectacular y pasa de la confrontación abierta con Estados Unidos a ser uno de sus más fieles aliados. Tras el 11-M, un hombre de Estados Unidos, Nicolas Sarkozy (ministro del Interior francés durante el 11-M), llega a la presidencia francesa (2). Desde entonces (incluso tras marcharse Sarkozy) Francia va de la mano de Estados Unidos a todas partes: en el África de color, invadiendo Libia, provocando revueltas islámicas en Siria o apoyando la independencia de Kosovo. Más importante todavía, en el año 2009 Sarkozy vuelve a incluir a Francia en el mando integrado de la OTAN, de donde la sacó Charles de Gaulle en 1966. A Francia hay que añadirle jovenlandia, que en junio de 2004 firma una serie de acuerdos económico-militares con Estados Unidos convirtiéndose en su “aliado preferente” en la zona.
Y a pesar de lo que se dice, el nuevo gobierno del PSOE llevó una linea igualmente pro-americana. Es cierto que retiró las tropas de Iraq, pero eran un porcentaje tan pequeño del total que no tuvo importancia. Y también es cierto que fueron re-enviadas a Afganistán y más tarde al Líbano. De la misma forma que el “anti-americano” Zapatero hizo la vista subida de peso a los vuelos ilegales de la CIA en el espacio aéreo español, entregó ese mismo espacio a una “Comisión Hispano-americana”, es decir, a Estados Unidos, siguió permitiendo que España fuera un campo de experimentación de tras*génicos, llevó una política pro-americana al llegar a la presidencia europea (3), instaló el escudo anti-misiles americano en el sur de España, obedeció fielmente las órdenes de Obama en mayo de 2010 cuando le ordenó “reducir radicalmente el déficit”... En Gibraltar, los británicos se dedicaron a comer terreno que no les pertenecía y a humillar a la Guardia Civil sin que el Gobierno español hiciera nada. Con jovenlandia, el nuevo gobierno lleva una política de sumisión total, lo que es bien visto por Francia, pero también por Estados Unidos, que ve así “pacificado” el Estrecho, punto fundamental en su política internacional.
Aznar, tras las elecciones de 2004, no vuelve a querer saber nada del 11-M y se convierte en un empleado del eje USA-Israel. Llega a mostrar en la Comisión de Investigación su convencimiento de que los autores intelectuales del 11-M no están “en montañas ni en desiertos lejanos”, en clara referencia a Francia y jovenlandia. Pero como Jiménez Losantos, Pedro J y Luis del Pino, no se atreve a dar un paso más. Bien por ser víctimas de sus prejuicios absurdos según los cuales USA-OTAN son dos entidades benéficas dispuestas a luchar y a sacrificarse de manera idealista por la libertad y la democracia, o bien por ser simples desinformadores, siempre se frenan en el mismo punto. No olvidemos que toda esta gente dan por buenas las versiones oficiales de todos los atentados de falsa bandera, incluido el 11-S.
A nivel interno, Zapatero inicia una política de balcanización social, territorial y étnica de la población que asegura que España no volverá a “molestar” durante una buena temporada. El nuevo gobierno se dedica a reforzar a los separatismos (tras seis años de constantes cesiones al separatismo, Aznar había declarado en 2002 que el proceso autonómico estaba “cerrado”), a implantar una agenda de ingeniería social progre-marxista cultural y, eso sí, en lo económico, a continuar la misma política del PP: inflar la burbuja a base de más construcción y más inmi gración, con el agravante de que Zapatero aumentó de forma bestial nuestro endeudamiento privado externo. Burbuja que acabó estallando en 2007 llevando a España a la ruina más absoluta. Realmente, era una continuación de la misma política que han seguido todos los gobiernos de España desde 1978, con dos excepciones que, ni siquiera puede decirse que cambiaran radicalmente esa política, sino que simplemente se desviaron algo de la misma: Suárez en 1980, antes del 23-F y Aznar antes del 11-M. Deberíamos aprender más sobre la fin de Carrero y el 23-F, ya que da toda la impresión de que el 11-M está en la misma línea: golpes de efecto llevados a cabo en un contexto internacional. En concreto, el norteamericano.
Los españoles debemos aprender la lección histórica de los últimos siglos. En este momento somos una potencia de segunda fila, y por lo tanto, somos usados como peones en el tablero de ajedrez mundial que juegan las grandes potencias. Cuando hacemos seguidismo total de una gran potencia (USA en el caso de Aznar) enfrentándonos a otra (Francia-Alemania), ambas grandes potencias, por mucho que puedan estar enfrentadas en un momento dado, acabarán pactando usándonos como un cromo que se cambia por otro. De ahí la importancia de ser un Estado Nacional lo más fuerte y soberano posible, para poder, al mismo tiempo, llevar a cabo una política lo más independiente posible de las grandes potencias.
(1) Varios años después del 11-M, toda la élite gobernante polaca moría en un extraño accidente de avión cuando se dirigía a Rusia. Esa élite primero se había enemistado con Rusia instalando el escudo anti-misiles americano en suelo polaco pero, a su vez, después también se había buscado importantes enemigos al negarse a meter a Polonia en el euro y a implantar en su país la ideología oficial progre-marxista, defendiendo a ultranza el catolicismo polaco. El asunto parece otro 11-M: acuerdo entre grandes potencias para quitarse de en medio a un gobierno molesto para todos.
(2) Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa | La verdadera historia del presidente galo
(3) Interstitial - Noticia
DEMOCRACIA NACIONAL - 11-M ¿Golpe de Estado?(VI)
Parte primera:
Opinión:11-M ¿Golpe de Estado? (I) - Burbuja.info - Foro de economía
Parte segunda:
Opinión: 11-M ¿Golpe de Estado? (II) - Burbuja.info - Foro de economía
Parte tercera:
Opinión: 11-M ¿Golpe de Estado? (III) - Burbuja.info - Foro de economía
Parte cuarta:
Opinión: 11-M ¿Golpe de Estado? (IV) - Burbuja.info - Foro de economía
Parte quinta:
Opinión: 11-M ¿Golpe de Estado? (V) - Burbuja.info - Foro de economía
La primera consecuencia del 11-M fue la derrota del PP en las elecciones del día 14 y, por lo tanto, la victoria del PSOE. De inmediato, el nuevo gobierno del PSOE inicia una política de negociación con ETA, que estaba a punto de desaparecer hasta el 11-M, y también de cesiones al gobierno jovenlandés.
Tras el 11-M, Bush gana las elecciones en USA y luego Sarkozy en Francia. Ambos países inician una etapa de colaboración totalmente diferente a su relación anterior al 11-M.
Desde algunos sectores de la Derecha se piensa que al ser el PSOE, ETA y jovenlandia beneficiarios del 11-M, deben estar implicados de alguna manera en el atentado. En el caso del PSOE, se piensa en que algunos agentes de las fuerzas de seguridad y de los servicios secretos a su servicio hayan podido tener algún tipo de implicación, en especial en la fabricación de las pruebas falsas.
Pero hubo más beneficiarios tras el 11-M, especialmente a nivel internacional, y en los que nadie ha reparado. Para empezar, en Estados Unidos. Curiosamente, el gobierno americano fue de los primeros en asegurar la autoría islamista del atentado. Al presentarlo como una venganza de Al Qaeda contra España por su apoyo a la guerra de Iraq, el gobierno de Bush consiguió por fin su conexión Iraq-Al Qaeda, algo que no había podido demostrar hasta el momento, y que le resultaba fundamental para justificar la oleada turística del país árabe. Además, el impacto del atentado en la población americana fue tan grande que las encuestas dieron un vuelco espectacular y George Bush acabó ganando las elecciones de noviembre de 2004.
Pero más espectaculares fueron los cambios en la política europea. De entrada, el nuevo gobierno español modifica su postura. Del enfrentamiento con Francia y Alemania pasa al seguidismo. Lo primero que hace el nuevo presidente Zapatero es apoyar la derogación del Tratado de Niza (favorable para España) y la votación de una nueva Constitución europea, justo a lo que se negaba el PP de Aznar. Como hemos dicho antes, aunque Aznar no se presentaba, se iba a ir por la puerta grande y seguro que el nuevo gobernante habría seguido una política de continuidad. Al marcharse Aznar, el eje europeo alternativo al franco-alemán se disuelve (1).
Pero hubo más. Francia y Alemania abandonan de inmediato el proyecto de crear un ejército europeo independiente de la OTAN. No sólo eso, sino que el 8 de junio de 2004 dan un giro radical a su política internacional y aprueban en la ONU, junto a Estados Unidos, la Resolución 1546 que da cobertura legal a la ocupación americana de Iraq. Esa Resolución afianza de manera definitiva la ocupación de Iraq, por lo que las empresas de armamento y de seguridad privadas norteamericanas se aseguraron seguir recibiendo contratos millonarios por parte del gobierno USA. Además, el precio del petróleo empieza a subir llegando a un máximo histórico en 2008.
Desde el 11-M, Francia da un giro espectacular y pasa de la confrontación abierta con Estados Unidos a ser uno de sus más fieles aliados. Tras el 11-M, un hombre de Estados Unidos, Nicolas Sarkozy (ministro del Interior francés durante el 11-M), llega a la presidencia francesa (2). Desde entonces (incluso tras marcharse Sarkozy) Francia va de la mano de Estados Unidos a todas partes: en el África de color, invadiendo Libia, provocando revueltas islámicas en Siria o apoyando la independencia de Kosovo. Más importante todavía, en el año 2009 Sarkozy vuelve a incluir a Francia en el mando integrado de la OTAN, de donde la sacó Charles de Gaulle en 1966. A Francia hay que añadirle jovenlandia, que en junio de 2004 firma una serie de acuerdos económico-militares con Estados Unidos convirtiéndose en su “aliado preferente” en la zona.
Y a pesar de lo que se dice, el nuevo gobierno del PSOE llevó una linea igualmente pro-americana. Es cierto que retiró las tropas de Iraq, pero eran un porcentaje tan pequeño del total que no tuvo importancia. Y también es cierto que fueron re-enviadas a Afganistán y más tarde al Líbano. De la misma forma que el “anti-americano” Zapatero hizo la vista subida de peso a los vuelos ilegales de la CIA en el espacio aéreo español, entregó ese mismo espacio a una “Comisión Hispano-americana”, es decir, a Estados Unidos, siguió permitiendo que España fuera un campo de experimentación de tras*génicos, llevó una política pro-americana al llegar a la presidencia europea (3), instaló el escudo anti-misiles americano en el sur de España, obedeció fielmente las órdenes de Obama en mayo de 2010 cuando le ordenó “reducir radicalmente el déficit”... En Gibraltar, los británicos se dedicaron a comer terreno que no les pertenecía y a humillar a la Guardia Civil sin que el Gobierno español hiciera nada. Con jovenlandia, el nuevo gobierno lleva una política de sumisión total, lo que es bien visto por Francia, pero también por Estados Unidos, que ve así “pacificado” el Estrecho, punto fundamental en su política internacional.
Aznar, tras las elecciones de 2004, no vuelve a querer saber nada del 11-M y se convierte en un empleado del eje USA-Israel. Llega a mostrar en la Comisión de Investigación su convencimiento de que los autores intelectuales del 11-M no están “en montañas ni en desiertos lejanos”, en clara referencia a Francia y jovenlandia. Pero como Jiménez Losantos, Pedro J y Luis del Pino, no se atreve a dar un paso más. Bien por ser víctimas de sus prejuicios absurdos según los cuales USA-OTAN son dos entidades benéficas dispuestas a luchar y a sacrificarse de manera idealista por la libertad y la democracia, o bien por ser simples desinformadores, siempre se frenan en el mismo punto. No olvidemos que toda esta gente dan por buenas las versiones oficiales de todos los atentados de falsa bandera, incluido el 11-S.
A nivel interno, Zapatero inicia una política de balcanización social, territorial y étnica de la población que asegura que España no volverá a “molestar” durante una buena temporada. El nuevo gobierno se dedica a reforzar a los separatismos (tras seis años de constantes cesiones al separatismo, Aznar había declarado en 2002 que el proceso autonómico estaba “cerrado”), a implantar una agenda de ingeniería social progre-marxista cultural y, eso sí, en lo económico, a continuar la misma política del PP: inflar la burbuja a base de más construcción y más inmi gración, con el agravante de que Zapatero aumentó de forma bestial nuestro endeudamiento privado externo. Burbuja que acabó estallando en 2007 llevando a España a la ruina más absoluta. Realmente, era una continuación de la misma política que han seguido todos los gobiernos de España desde 1978, con dos excepciones que, ni siquiera puede decirse que cambiaran radicalmente esa política, sino que simplemente se desviaron algo de la misma: Suárez en 1980, antes del 23-F y Aznar antes del 11-M. Deberíamos aprender más sobre la fin de Carrero y el 23-F, ya que da toda la impresión de que el 11-M está en la misma línea: golpes de efecto llevados a cabo en un contexto internacional. En concreto, el norteamericano.
Los españoles debemos aprender la lección histórica de los últimos siglos. En este momento somos una potencia de segunda fila, y por lo tanto, somos usados como peones en el tablero de ajedrez mundial que juegan las grandes potencias. Cuando hacemos seguidismo total de una gran potencia (USA en el caso de Aznar) enfrentándonos a otra (Francia-Alemania), ambas grandes potencias, por mucho que puedan estar enfrentadas en un momento dado, acabarán pactando usándonos como un cromo que se cambia por otro. De ahí la importancia de ser un Estado Nacional lo más fuerte y soberano posible, para poder, al mismo tiempo, llevar a cabo una política lo más independiente posible de las grandes potencias.
(1) Varios años después del 11-M, toda la élite gobernante polaca moría en un extraño accidente de avión cuando se dirigía a Rusia. Esa élite primero se había enemistado con Rusia instalando el escudo anti-misiles americano en suelo polaco pero, a su vez, después también se había buscado importantes enemigos al negarse a meter a Polonia en el euro y a implantar en su país la ideología oficial progre-marxista, defendiendo a ultranza el catolicismo polaco. El asunto parece otro 11-M: acuerdo entre grandes potencias para quitarse de en medio a un gobierno molesto para todos.
(2) Operación Sarkozy: Cómo la CIA puso uno de sus agentes en la presidencia de la República Francesa | La verdadera historia del presidente galo
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DEMOCRACIA NACIONAL - 11-M ¿Golpe de Estado?(VI)
Parte primera:
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