O sea, al asesorar pymes y micropymes, te diste cuenta de los márgenes que llevaban, y muchas de ellas no podían crecer o invertir porque el dueño no le daba la gana, no por imposiblidad fiscal.
Hay de todo, pero en general son negocios con una visión cortoplacista. Los que son nuevos empiezan con una limitación seria de capital que hace que en realidad se vayan desangrando con los costes y duren un par de años (lo habéis visto cientos de veces, pequeñas tiendas o bares que van languideciendo durante unos meses para acabar poniendo el cartel de se traspasa).
Los que están asentados suelen ser conscientes de su tamaño y su futuro, y salvo excepciones, suelen ir a ajustar márgenes a tope y sacar el mayor rendimiento, para moverlo a otras actividades. Dicho de otro modo, no invierten, desinvierten mientras el negocio funciona, en previsión de que antes o después irá mal. Tienen que verlo muy claro para ampliar o invertir nada.
Y también es cierto que la voracidad de nuestro sistema fiscal es bestial. Es muy ilustrativo lo de pasar una revisión a tanto alzado sobre un hipotético fraude o error y acabar aceptando la liquidación frente a la amenaza de que escale a una inspección en profundidad que puede alargarse varios años en busca de algo que justifique las horas de subinspector empleadas. Obviamente esto sólo se les hace a las micropymes y similares, de hecho lo hacen como campañas, por sectores según tienen indicios de bolsas de fraude (real o supuesto). A una pyme con un despacho fuerte detrás sólo van si hay algo claro que rascar.
Ahora soy autónomo y he tenido unas cuantas de estas. Incluyendo quitarme lo que me deduje por la conexión a Internet (x4 años) porque era una oferta doméstica y me regalaban Netflix... contando que teletrabajo al 100%. Hágase una idea. Es rascar el fondo de la olla, porque está vacía. Por el importe que es no vale la pena ni presentar alegación alguna... pero van rascando unos euros más para cumplir cuota.
Mi teoría es que tenemos un problema con la innovación y el emprendimiento que se llama nepotismo. Sólo "emprendemos" en sectores donde la proximidad al poder nos garantiza el beneficio, donde no hay competencia posible. Salvo un par de empresas el IBEX35 entero está formado por oligopolios regulados (banca, seguros, comunicaciones, energía, construcción, etc). Y esa misma estructura se traslada incluso a escala municipal con las promotoras y los PAUs, las contratas municipales, etc. Hacer negocio fuera de ahí está visto como ser iluso.