Nosotros, los Rufián: del abuelo que enloqueció por España al nieto que lucha por irse

El percal de esa gente lo indica perfectamente la expresión "vive de ello, así que hace bien" (aunque sean tonterías, como bien dice uno).

El problema de fondo es que se generó en muchos sitios de España un colectivo de gente desarraigada, empujada a la emigración y a buscarse los garbanzos como pudiera, sin más reparo a cuestión de principios.

El resultado es este, segundas o terceras generaciones como el tal Rufián este.

Si se compara con el perfil de emigrantes integrados en redes de paisanaje en América procedentes de ciertas zonas del norte de España, pues la diferencia es considerable. A casi ningún hijo de emigrantes montañeses o asturianos se le pasaría por la cabeza renegar de España, antes de llegar a ese punto les caían unos buenos tirones de orejas.
 
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