Si uno mira los matices, es aún peor. Se lo dan claramente por cuota; es una disciplina donde prácticamente no ha habido premios femeninos.
Y...¡tacháaaan!, una mujer gana el premio de economía, ¡demostrando la brecha de género!.
Es decir, una puñetera RECOPILACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE DATOS, que no encuentro la forma de que tenga interés alguno para la ciencia económica.
Pero claro, hoy en día es suuuuperompedoooooor hablar de estas cosas. ¡Qué valiente!
Igual es hacer un hombre de trabajo manual, pero algo me da que no ha hecho el estudio basándose en tipo de trabajo, horas trabajadas, etc. Ese tipo de detallejos sin importancia que hablan de que sí que hay diferencia entre el conjunto de hombres y el conjunto de mujeres, pero no en el pago por hora a hombres y mujeres por el mismo trabajo.
Pero eso ya es demasiado complejo. Igual da para un segundo Nobel...
Aprovecho para recoger cable a tope, y demostrarme a mi mismo que, por muchos años que lleve por aquí, la capacidad de soltar toda una serie de chorradas sin fundamento y dejar que hablen mis prejuicios....está ahí.
He leído y oído bastante sobre Claudia Goldin y su trabajo, y NO SE PARECE EN NADA a lo que intuí después de leer las primeras noticias. Y no, no me vale que esas noticias estuvieran sesgadas (que lo estaban...) y fueran incompletas (realmente no daban ninguna información...), puesto que eso significa que de vez en cuando actúo exactamente igual de impulsivamente que otros a los que critico.
Después de tener mucho más conocimiento, no sé si esta señora merece en Nobel (ni fruta idea, oiga...), pero sí que lo que ha hecho ha sido un trabajo bastante importante. Ha estudiado con detalle todas las variables económicas y sociales de la incorporación de la mujer al mundo del trabajo.
De hecho, contrariamente a mis prejuicios, su trabajo podría ser utilizado perfecta y exhaustivamente para desmontar punto por punto la teoría de que existe una brecha de género causada por ser mujer.
Es interesante porque demuestra, por ejemplo, como las fábricas 'echaron' a las mujeres del mundo laboral. Lo cual no es muy intuitivo, pero claro, cuando se estudia en profundidad, resulta que las fábricas primitivas eran cadenas de montaje, pero sin automatización, con lo cual los trabajos eran muy penosos, peligrosos y se necesitaba mucha resistencia física.
Y socialmente ahí empezó el estigma de que el hombre debía mantener a la familia para evitar que las mujeres tuvieran que sufrir eso. Si uno lo piensa, en el estado anterior a la Revolución industrial, las mujeres trabajaban en el campo parecido a los hombres o comerciaban en el mercado. Que una cosa es que fueran las responsables del cuidado de los hijos en una época en que se tenían muchos, y otra que no trabajasen.
También explica con datos cómo fue la aparición de los trabajos de oficina, aumento de tiendas y los trabajos de fábrica menos exigentes conforme aumentaba la automatización, los que aumentaron la presencia de la mujer en el trabajo. Y como también la píldora fue clave para esta incorporación, poder planificar la llegada de los hijos hizo que las mujeres se acercasen mucho más al mundo del trabajo. De hecho, las mujeres incluso en las peores épocas trabajaban hasta casarse, y luego desparecían. A no ser que hubiera necesidad imperiosa.
No niega la brecha (porque existe, obviamente, eso estadística!) entre los salarios de hombres y mujeres. Pero desgrana porcentualmente cómo afectan los distintos parámetros, como la elección de profesiones distintas, u horas trabajadas. Algo que ya sabíamos todos, y que obviamente nuestros políticos manipulan para sus cosas.
De hecho, la brecha que aún existe a igualdad de tiempo, tipo de trabajo y categoría. Es pequeña, en torno al 5%. Y la argumenta en base a la variación que se produce tras la llegada del primer hijo, puesto que antes no existe. Y ahí la diferencia es que la mujer tiende a priorizar la maternidad, buscando flexibilidad en el trabajo (y por tanto menos compromiso...), y el hombre busca un mayor ingreso, priorizando el trabajo y aumentando su disponibilidad. Lo cual no solo da una diferencia en cuanto al número de horas trabajadas, sino también una valoración mayor comparativa por hora, puesto que aquellos trabajos que puedan tener variabilidad y urgencias puntuales (por ejemplo de atención al cliente), la no disponibilidad se castiga y la disponibilidad se premia.
Independientemente de sus conclusiones (podría haber demostrado que sí que existe una brecha de género solo por ser mujer, y mi respuesta debería ser la misma...), quizás estamos acostumbrados a que nos hagan pasar por estudios simplemente panfletos ideológicos, que ya asumí que por ser mujer, economista y tratar este tema iba a hacer lo que hacían otras, más aún por las noticias que leí en un primer momento.
Pero no, aunque obviamente no me he tragado (ni me tragaré...) su trabajo completo, pero por lo bastante que he visto y leído, es un trabajo serio y sobre todo objetivo. Ciencia, no ideología. Solo análisis datos y búsqueda de hipótesis comprobables.
Así que mis respetos a esta señora. A sus pies...