yo he ido de caza mil veces y eso siempre ha sido cosa de hombres. Recuerdo que de niño íbamos mi abuelo con su hermano, mi padre, sus primos y los críos de 10 años parriba de mochileros. Parecíamos un cruce entre los peaky blinders y puerto hurraco.
Mi padre, su hermano, cuarenta amigos, siempre cazadores y pescadores. Iban solos, con los niños, algunos de los cuales también se hicieron cazadores. Las mujeres y niños al campo cuando hacía bueno, y tampoco pescaban. Es lo suyo, tal y como lo veo. Ahora pienso que tal vez nos podría haber enseñado a tirar, al menos. Cuatro escopetas que se quedó un primo y que no usa. A lo mejor nos habría apetecido tenerlas nosotras. Pero lo piensas ahora.
Sólo he conocido a una cazadora, de Jaén ella, y practicaba caza mayor.