No os entran ganas a veces de vivir en los sitios más vaciados de España?

Chapero Jackson

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Lugar
en una pedazo keli que te cagas
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Ahí en algún lugar de Castilla la mancha, donde hay carreteras interminables, secarral y clima normal-caluroso para plantarte tus tomatitos, una casa de estilo colonial y una hembrota rural con shorts que te ame a pelo todos los días y te de caña especialmente los más laboriosos.

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Una casa de este estilo, con la cuadra atrás y un taller donde tienes el coche para ir a la ciudad para hacer las gestiones de los pisos (dinero que recibes de los sucnors NPC que aún creen en el sistema), pilinguis y alguna cosita más. Y por otra, un tractor EBRO de esos indestructibles que duraría otras 2 guerras mundiales y lo que venga

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En cuanto a la mujer, de rasgos visigodos para perpetrar la huella de la conquista de DON PELAYO, buena delantera indispensable para demostrar pura genética puntera TEUTONA y como no, clase y modales, aunque la cara sea de una pava que como te pille te deja los huevones como ciruelas. Evidentemente, a la chorti se le repiten los mantras que se leen en burbuja a diario (rollo oposición) y es más tradicional que Franco, Fraga y su progenitora juntas. Pero eso si, en la cama muy cañera y amadora para dejar una estirpe de guerreros castellanos con muy mala uva y MATAPR0GRES

Y por último la estancia del lugar, no habría ningún vecino a 10 kilometros a la redonda, habría tiempo y retiempo para pensar en supervivencia. Todos los libros con tecnicas de agricultura, caza, medicinas, combate, adiestramiento de sabuesos, plantas y fauna autoctonas, etc. aprendidos al dedillo para convertirse en el mismisimo rambo español.

Por planes como este ya merece la pena vivir en España
 
Hasta que un día te levantas y ves un paypensions y a su moger y 6 hejos. Esos seres de luz atraen a más y en nada te abren un templo de esos en los que comen el coco.

Es lo que ha pasado en el pueblo de mi biego (Castilla la Biega), ahora es una sucursal de Casablanca.
 
A veces.

Luego salgo a la calle, me tomo un cafelito en un bar, me voy al cine, vuelvo dando un paseo, hago la compra de la cena, si se me olvida algo bajo en un momento otra vez y se me pasan esas idas de olla.
 
Última edición:
Ese entorno es una de las mayores podredumbres de España. Gente que vive de subsidios sociales a tutiplén, y si vais a hacia los pueblos de Toledo inmediatos a Parla es peor.


Chozas de Canales es uno de los lugares más perturbadores que conozco. En realidad toda la comarca de la Sagra.


Impacta la cantidad de neցros que hay, tienen la plaza del pueblo tomada. Hay uno que lleva la mano en la oreja y simula tener un móvil y hablar con alguien.


Una vez que estaba en el ayuntamiento, un neցro pedía audiencia con el alcalde en el mostrador. ¿Pa qué le quieres? Le decían, y el neցro que era muy importante, que tenía que hablar con el alcalde, y venga y dale. Sale el alcalde y ve el tinglado y le dice al neցro que qué huevones quiere. Y el neցro, todo solemne, le dice que es el encargado de comunicarle que un ministro de su país va a visitar el pueblo. Todo Dios allí descojonandose, y el neցro to serio, que sí, que iba a ir un ministro de su país al pueblo a visitar a sus compatriotas y que había que recibirle con honores. Y el alcalde tratando de quitarse al neցro de encima, venga, venga, pues que me mande una carta y ya veremos si no hay que llamar también a un ministro nuestro, venga, venga, haz el favor. Luego resultó que era un hijo de un jefe de una tribu.


Por no hablar de las dos urbanizaciones enormes que hay a cada lado del pueblo con casas a mitad de construir muchas de ellas y muchos enganches de luz ilegales y cosa a tutiplén en los ¿jardines?. Y todo eso en medio de esos secarrales infames, es un lugar sólo apto para querersese o suicidarse.


Estoy harto de decir que la zona norte de Toledo y Parla y sus alrededores son una zona extraña. Es un lugar raro que trasmite sensaciones raras. Pueblos llenos de urbanizaciones en medio de la nada, medio vacías, aceras sin árboles, chalet abandonados o con puertas y ventanas tapiadas junto a otros bien cuidados. Gente extraña, neցros deambulando sin oficio ni beneficio, paisanos con sus Ebros sin capota y la cuba de sulfatar las viñas, pilinguis de saldo que ya no son competitivas en Madrí, jovenlandeses, jovenlandeses a tutiplén con las jovenlandesas cubiertas de pies a cabeza. Páramos infinitos, cielos inmensos que te aplastan y te recuerdan que solo eres un simple mortal.
Hay algo en esa tierra que perturba el alma, los que hemos estado allí lo sabemos, aunque no sepamos qué es.


El alma y el cuerpo, hay una cantidad enorme de cáncer y esquizofrenia, más que en ninguna otra parte de España.


El ambiente perturba el alma y la tierra se alimenta de sus cuerpos. Está maldita.


Decía José Antonio Primo de Rivera que los castellanos conquistaron el mundo porque no tenían otra opción, quien haya vivido en Toledo Norte sabe que esto es un dogma de fe.


Es una tierra de desdicha. Desdicha mala...


Siempre que hay un secuestro en Madrí, no sé el porqué pero si la cosa sale mal, el cadáver lo encuentra semienterrado en la Sagra, escarbado por unos perros de caza o en alguna antigua fábrica de ladrillos de esa maldita zona.


Esa zona esta maldita. Los perros huyen espantados por el hedor a fin y sin embargo la tierra engulle desdicha. Pide desdicha.


Siempre galgos, porque allá no hay más que galgos, y a montones abandonados.


Colgados, ahorcados, devorados por las pulgas mientras todavía sigue fluyendo la cosa de sus tripas por el tronco que les sirve de patíbulo. Cae la tarde; se va poniendo el sol... Los lugareños, apestando a sudor, dejan de un lado sus aperos y se dirigen a la taberna a gastarse el jornal en vino tinto.


Y cuando sopla el aire, el solano, que es el único aire que allí recorre los llanos y que además les seca la ropa, cuando éste corre se puede oír los lamentos de la almas de los oriundos que calladamente agonizan e impregnan el ambiente de dolor y fatigas. En verano el calor te achicharra como si del mismo infierno se tratase, y en invierno castañean los dientes y el moquillo cae de la nariz. No hay mujeres guapas, solo viejas y extranjeras. No cantan los pájaros, no hay sombras de árboles porque no hay árboles, ni pájaros que se posen. Todo es desasosiego y una extraña sensación de angustia.


Por la noche en verano no refresca jamaś y oyes a las chicharras cantar con su monótono canto hasta volverte loco. Y se oyen cantos de pájaros pero sólo de perdices ya que no hay otras aves, perdices sí que hay en muchísima abundancia, y también muchos conejos. Infinidad de conejos atropellados se ven en las cunetas.


Y los contenedores de la Maersk reciclados para vivienda con un tinajón enorme de cemento al lado para tener agua son todo un clásico.


Siempre creí que yo era uno, indivisible. Pero la Sagra me desdobló, fue allí donde pude comprobar que no era uno, sino dos. Un cuerpo y un alma que formaban un conjunto. Recuerdo como al pisar esa maldita tierra quiso arrebatarme mi alma. Y juro por Dios que noté como se me escapaba del cuerpo y era engullida por aquel lugar. Pero la atrapé y pude mantenerla unida a mi cuerpo, no me extraña que la gente del lugar hayan perdido todos la cabeza. Esa tierra te vacía, que roba el ser espiritual y mantiene el cuerpo orgánico, que deambulan por las urbanizaciones sin brillo en las miradas.


Levantas el lomo, el azadón al lado y respiras y el aire te quema las entrañas de miseria y el hedor es más profundo que la mismísima náusea.


Conejos con mixomatosis, perdices de granjas que sueltan para que escapen y en su huida mueran. Galgos famélicos, tiñosos, muertos de frío o de miedo que no paran de temblar. Estos son los tres animales que habitan esa tierra, una tierra seca que niega el agua. La antesala al infierno de Dante.


Por eso su vino es tan fuerte, porque se hace con el sufrimiento de los que trabajan la tierra. Un vino con regusto a polvo, amargo, áspero al paladar, que emborracha y hace mal vino en los que lo beben. Sacando lo peor de cada uno. Es la sangre maldita del lugar, beber ese brebaje es como probar la sangre de un vampiro.
Denominación de origen Méntrida. Si lo veis por ahí no lo probéis, bueno, haced lo que queráis, pero que sepáis que son las lagrimas de esa gente que vive atrapada en un universo paralelo.


Una tierra yerma, estéril que aúlla de dolor, la sangre derramándose en la lechetera. No lloverá en meses. Oscurece y el paisano camina entre los cipreses... ¿Quedará algún mendrugo de pan de ayer? La noche abrasa, el regreso duele.


¿Y los olivos? Siempre enfermos, siempre afectados. Solía preguntar por cortesía a los lugareños que qué tal hogaño la cosecha. Y siempre, siempre, pasaba algo al olivo. Cuando no les pica la mosca, no llueve; cuando llueve, les entra repilo; o las heladas tiran el fruto o la sequía no da rendimiento de aceite. Siempre están enfermos o afectados, son como un reflejo de sus dueños. Cuando hay mucha producción, baja el precio. Si no dan nada, sube el precio del aceite. Cuando no es granizo, es la tuberculosis del olivo. Si un año les pagan pronto la subvención, ese año los rumanos y etnianos arrasan los olivares. Siempre, siempre tiene algo malo. No he visto árbol más sufrido que los olivos de esa zona. Y con que orgullo te cuentan sus enfermedades los agricultores, parece que están deseando que les preguntes para empezar a quejarse amargamente de su existencia.


No se si serán fuerzas telúricas o arcanos secretos, pero en esa zona el número de niños estultoes es llamativo. Cuando me la recorrí, raro era el día que alguien no me confesaba que tenía un hijo en un colegio especial, o una hija con paga, o algún ser de luz en la familia. Llegué a pensar que los hombres de allí son estériles y que es el mismísimo Belcebú el que engendra en sus mujeres esos abominables seres. Preñando la región de mongolismo y atraso.


Los oriundos de La Sagra jamás te dirán lo que piensan. Para ellas decir lo que piensan es el mayor pecado que existe. Mayor que el incesto o el asesinato. Si agarras a un sagreño, lo atas a un sillón, le arrancas una muela con unas tenazas oxidadas a lo vivo y el preguntas si le duele... pues te dirá que no.


El sagreño es celoso de sus pensamientos. Sin embargo si ves a dos sagreños juntándose al azar por la calle es fácil adivinar lo que se dicen el uno al otro: Se mienten.


Porque mentir es su deporte comarcal. No hacen sino manipular a los otros mintiéndoles para sonsacarles. "Sacar mentira por verdad" como dicen ellos. Se creen muy astutos con el forastero y no se dan cuenta de que en realidad quedan como unos inanes.


Sus relaciones humanas son antinaturales, artificiales, extrañísimas. No saben lo que es la espontaneidad, la sinceridad, el trato abierto, cercano, cálido y franco. Y ni lo quieren saber.


Las casas de los muchos jovenlandeses que ves allí tampoco son nada halagüeñas. Ves un pequeño bloque de tres pisos en tres plantas y ves que hay tres antenas parabólicas y la cerradura de la entrada rota desde hace años y que nadie la arregla. Los buzones de los jovenlandeses tienen garrapateado un nombre con rotulador y nada más. Es desolador.


Gente que por las tardes apuran los vinos antes de ir al pilinguiclub de Valmojado o al del Lucio en Maqueda.


Ancianos que van a labrar viñas en tractores que se fabricaron cuando aún vivía Franco. Gestos huraños en sus curtidos rostros.


La mayor parte de los campos de cultivo están yermos y llenos de malas yerbas.


Cardos seteros por doquier pero no se os ocurra recoger setas de cardo. Las setas absorben muchos tóxicos y a saber qué comes. En una ocasión recogí un montón de setas de cardo en el interior de la rotonda de acceso a la autovía en Santa Cruz de Retamar y la diarrea que tuve fue histórica.


Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.


No vayáis a la Sagra hijos míos.


Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.
 
Ese entorno es una de las mayores podredumbres de España. Gente que vive de subsidios sociales a tutiplén, y si vais a hacia los pueblos de Toledo inmediatos a Parla es peor.


Chozas de Canales es uno de los lugares más perturbadores que conozco. En realidad toda la comarca de la Sagra.


Impacta la cantidad de neցros que hay, tienen la plaza del pueblo tomada. Hay uno que lleva la mano en la oreja y simula tener un móvil y hablar con alguien.


Una vez que estaba en el ayuntamiento, un neցro pedía audiencia con el alcalde en el mostrador. ¿Pa qué le quieres? Le decían, y el neցro que era muy importante, que tenía que hablar con el alcalde, y venga y dale. Sale el alcalde y ve el tinglado y le dice al neցro que qué huevones quiere. Y el neցro, todo solemne, le dice que es el encargado de comunicarle que un ministro de su país va a visitar el pueblo. Todo Dios allí descojonandose, y el neցro to serio, que sí, que iba a ir un ministro de su país al pueblo a visitar a sus compatriotas y que había que recibirle con honores. Y el alcalde tratando de quitarse al neցro de encima, venga, venga, pues que me mande una carta y ya veremos si no hay que llamar también a un ministro nuestro, venga, venga, haz el favor. Luego resultó que era un hijo de un jefe de una tribu.


Por no hablar de las dos urbanizaciones enormes que hay a cada lado del pueblo con casas a mitad de construir muchas de ellas y muchos enganches de luz ilegales y cosa a tutiplén en los ¿jardines?. Y todo eso en medio de esos secarrales infames, es un lugar sólo apto para querersese o suicidarse.


Estoy harto de decir que la zona norte de Toledo y Parla y sus alrededores son una zona extraña. Es un lugar raro que trasmite sensaciones raras. Pueblos llenos de urbanizaciones en medio de la nada, medio vacías, aceras sin árboles, chalet abandonados o con puertas y ventanas tapiadas junto a otros bien cuidados. Gente extraña, neցros deambulando sin oficio ni beneficio, paisanos con sus Ebros sin capota y la cuba de sulfatar las viñas, pilinguis de saldo que ya no son competitivas en Madrí, ⅿοroꜱ, ⅿοroꜱ a tutiplén con las jovenlandesas cubiertas de pies a cabeza. Páramos infinitos, cielos inmensos que te aplastan y te recuerdan que solo eres un simple mortal.
Hay algo en esa tierra que perturba el alma, los que hemos estado allí lo sabemos, aunque no sepamos qué es.


El alma y el cuerpo, hay una cantidad enorme de cáncer y esquizofrenia, más que en ninguna otra parte de España.


El ambiente perturba el alma y la tierra se alimenta de sus cuerpos. Está maldita.


Decía José Antonio Primo de Rivera que los castellanos conquistaron el mundo porque no tenían otra opción, quien haya vivido en Toledo Norte sabe que esto es un dogma de fe.


Es una tierra de desdicha. Desdicha mala...


Siempre que hay un secuestro en Madrí, no sé el porqué pero si la cosa sale mal, el cadáver lo encuentra semienterrado en la Sagra, escarbado por unos perros de caza o en alguna antigua fábrica de ladrillos de esa maldita zona.


Esa zona esta maldita. Los perros huyen espantados por el hedor a fin y sin embargo la tierra engulle desdicha. Pide desdicha.


Siempre galgos, porque allá no hay más que galgos, y a montones abandonados.


Colgados, ahorcados, devorados por las pulgas mientras todavía sigue fluyendo la cosa de sus tripas por el tronco que les sirve de patíbulo. Cae la tarde; se va poniendo el sol... Los lugareños, apestando a sudor, dejan de un lado sus aperos y se dirigen a la taberna a gastarse el jornal en vino tinto.


Y cuando sopla el aire, el solano, que es el único aire que allí recorre los llanos y que además les seca la ropa, cuando éste corre se puede oír los lamentos de la almas de los oriundos que calladamente agonizan e impregnan el ambiente de dolor y fatigas. En verano el calor te achicharra como si del mismo infierno se tratase, y en invierno castañean los dientes y el moquillo cae de la nariz. No hay mujeres guapas, solo viejas y extranjeras. No cantan los pájaros, no hay sombras de árboles porque no hay árboles, ni pájaros que se posen. Todo es desasosiego y una extraña sensación de angustia.


Por la noche en verano no refresca jamaś y oyes a las chicharras cantar con su monótono canto hasta volverte loco. Y se oyen cantos de pájaros pero sólo de perdices ya que no hay otras aves, perdices sí que hay en muchísima abundancia, y también muchos conejos. Infinidad de conejos atropellados se ven en las cunetas.


Y los contenedores de la Maersk reciclados para vivienda con un tinajón enorme de cemento al lado para tener agua son todo un clásico.


Siempre creí que yo era uno, indivisible. Pero la Sagra me desdobló, fue allí donde pude comprobar que no era uno, sino dos. Un cuerpo y un alma que formaban un conjunto. Recuerdo como al pisar esa maldita tierra quiso arrebatarme mi alma. Y juro por Dios que noté como se me escapaba del cuerpo y era engullida por aquel lugar. Pero la atrapé y pude mantenerla unida a mi cuerpo, no me extraña que la gente del lugar hayan perdido todos la cabeza. Esa tierra te vacía, que roba el ser espiritual y mantiene el cuerpo orgánico, que deambulan por las urbanizaciones sin brillo en las miradas.


Levantas el lomo, el azadón al lado y respiras y el aire te quema las entrañas de miseria y el hedor es más profundo que la mismísima náusea.


Conejos con mixomatosis, perdices de granjas que sueltan para que escapen y en su huida mueran. Galgos famélicos, tiñosos, muertos de frío o de miedo que no paran de temblar. Estos son los tres animales que habitan esa tierra, una tierra seca que niega el agua. La antesala al infierno de Dante.


Por eso su vino es tan fuerte, porque se hace con el sufrimiento de los que trabajan la tierra. Un vino con regusto a polvo, amargo, áspero al paladar, que emborracha y hace mal vino en los que lo beben. Sacando lo peor de cada uno. Es la sangre maldita del lugar, beber ese brebaje es como probar la sangre de un vampiro.
Denominación de origen Méntrida. Si lo veis por ahí no lo probéis, bueno, haced lo que queráis, pero que sepáis que son las lagrimas de esa gente que vive atrapada en un universo paralelo.


Una tierra yerma, estéril que aúlla de dolor, la sangre derramándose en la lechetera. No lloverá en meses. Oscurece y el paisano camina entre los cipreses... ¿Quedará algún mendrugo de pan de ayer? La noche abrasa, el regreso duele.


¿Y los olivos? Siempre enfermos, siempre afectados. Solía preguntar por cortesía a los lugareños que qué tal hogaño la cosecha. Y siempre, siempre, pasaba algo al olivo. Cuando no les pica la mosca, no llueve; cuando llueve, les entra repilo; o las heladas tiran el fruto o la sequía no da rendimiento de aceite. Siempre están enfermos o afectados, son como un reflejo de sus dueños. Cuando hay mucha producción, baja el precio. Si no dan nada, sube el precio del aceite. Cuando no es granizo, es la tuberculosis del olivo. Si un año les pagan pronto la subvención, ese año los rumanos y etnianos arrasan los olivares. Siempre, siempre tiene algo malo. No he visto árbol más sufrido que los olivos de esa zona. Y con que orgullo te cuentan sus enfermedades los agricultores, parece que están deseando que les preguntes para empezar a quejarse amargamente de su existencia.


No se si serán fuerzas telúricas o arcanos secretos, pero en esa zona el número de niños estultoes es llamativo. Cuando me la recorrí, raro era el día que alguien no me confesaba que tenía un hijo en un colegio especial, o una hija con paga, o algún ser de luz en la familia. Llegué a pensar que los hombres de allí son estériles y que es el mismísimo Belcebú el que engendra en sus mujeres esos abominables seres. Preñando la región de mongolismo y atraso.


Los oriundos de La Sagra jamás te dirán lo que piensan. Para ellas decir lo que piensan es el mayor pecado que existe. Mayor que el incesto o el asesinato. Si agarras a un sagreño, lo atas a un sillón, le arrancas una muela con unas tenazas oxidadas a lo vivo y el preguntas si le duele... pues te dirá que no.


El sagreño es celoso de sus pensamientos. Sin embargo si ves a dos sagreños juntándose al azar por la calle es fácil adivinar lo que se dicen el uno al otro: Se mienten.


Porque mentir es su deporte comarcal. No hacen sino manipular a los otros mintiéndoles para sonsacarles. "Sacar mentira por verdad" como dicen ellos. Se creen muy astutos con el forastero y no se dan cuenta de que en realidad quedan como unos inanes.


Sus relaciones humanas son antinaturales, artificiales, extrañísimas. No saben lo que es la espontaneidad, la sinceridad, el trato abierto, cercano, cálido y franco. Y ni lo quieren saber.


Las casas de los muchos ⅿοroꜱ que ves allí tampoco son nada halagüeñas. Ves un pequeño bloque de tres pisos en tres plantas y ves que hay tres antenas parabólicas y la cerradura de la entrada rota desde hace años y que nadie la arregla. Los buzones de los ⅿοroꜱ tienen garrapateado un nombre con rotulador y nada más. Es desolador.


Gente que por las tardes apuran los vinos antes de ir al pilinguiclub de Valmojado o al del Lucio en Maqueda.


Ancianos que van a labrar viñas en tractores que se fabricaron cuando aún vivía Franco. Gestos huraños en sus curtidos rostros.


La mayor parte de los campos de cultivo están yermos y llenos de malas yerbas.


Cardos seteros por doquier pero no se os ocurra recoger setas de cardo. Las setas absorben muchos tóxicos y a saber qué comes. En una ocasión recogí un montón de setas de cardo en el interior de la rotonda de acceso a la autovía en Santa Cruz de Retamar y la diarrea que tuve fue histórica.


Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.


No vayáis a la Sagra hijos míos.


Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.
Solamente piensan en esa "Tierra Yerma y Maldita".

El día que conozcan el norte de la provincia de Burgos, el sur de Cantabria, etc llorarán "lágrimas de vinagre urbanita".

Busquen, busquen terrenos rústicos en lugares en donde les indico... a ver si encuentran un panoli que vive en Madrid, lo ha heredado de su abuelo y busca "cash" para poner cargador en su plaza de garaje para el cochecito a pilas.


Enviado desde mi OLIVETTI LINEA-98
 
Ese entorno es una de las mayores podredumbres de España. Gente que vive de subsidios sociales a tutiplén, y si vais a hacia los pueblos de Toledo inmediatos a Parla es peor.


Chozas de Canales es uno de los lugares más perturbadores que conozco. En realidad toda la comarca de la Sagra.


Impacta la cantidad de neցros que hay, tienen la plaza del pueblo tomada. Hay uno que lleva la mano en la oreja y simula tener un móvil y hablar con alguien.


Una vez que estaba en el ayuntamiento, un neցro pedía audiencia con el alcalde en el mostrador. ¿Pa qué le quieres? Le decían, y el neցro que era muy importante, que tenía que hablar con el alcalde, y venga y dale. Sale el alcalde y ve el tinglado y le dice al neցro que qué huevones quiere. Y el neցro, todo solemne, le dice que es el encargado de comunicarle que un ministro de su país va a visitar el pueblo. Todo Dios allí descojonandose, y el neցro to serio, que sí, que iba a ir un ministro de su país al pueblo a visitar a sus compatriotas y que había que recibirle con honores. Y el alcalde tratando de quitarse al neցro de encima, venga, venga, pues que me mande una carta y ya veremos si no hay que llamar también a un ministro nuestro, venga, venga, haz el favor. Luego resultó que era un hijo de un jefe de una tribu.


Por no hablar de las dos urbanizaciones enormes que hay a cada lado del pueblo con casas a mitad de construir muchas de ellas y muchos enganches de luz ilegales y cosa a tutiplén en los ¿jardines?. Y todo eso en medio de esos secarrales infames, es un lugar sólo apto para querersese o suicidarse.


Estoy harto de decir que la zona norte de Toledo y Parla y sus alrededores son una zona extraña. Es un lugar raro que trasmite sensaciones raras. Pueblos llenos de urbanizaciones en medio de la nada, medio vacías, aceras sin árboles, chalet abandonados o con puertas y ventanas tapiadas junto a otros bien cuidados. Gente extraña, neցros deambulando sin oficio ni beneficio, paisanos con sus Ebros sin capota y la cuba de sulfatar las viñas, pilinguis de saldo que ya no son competitivas en Madrí, ⅿοroꜱ, ⅿοroꜱ a tutiplén con las jovenlandesas cubiertas de pies a cabeza. Páramos infinitos, cielos inmensos que te aplastan y te recuerdan que solo eres un simple mortal.
Hay algo en esa tierra que perturba el alma, los que hemos estado allí lo sabemos, aunque no sepamos qué es.


El alma y el cuerpo, hay una cantidad enorme de cáncer y esquizofrenia, más que en ninguna otra parte de España.


El ambiente perturba el alma y la tierra se alimenta de sus cuerpos. Está maldita.


Decía José Antonio Primo de Rivera que los castellanos conquistaron el mundo porque no tenían otra opción, quien haya vivido en Toledo Norte sabe que esto es un dogma de fe.


Es una tierra de desdicha. Desdicha mala...


Siempre que hay un secuestro en Madrí, no sé el porqué pero si la cosa sale mal, el cadáver lo encuentra semienterrado en la Sagra, escarbado por unos perros de caza o en alguna antigua fábrica de ladrillos de esa maldita zona.


Esa zona esta maldita. Los perros huyen espantados por el hedor a fin y sin embargo la tierra engulle desdicha. Pide desdicha.


Siempre galgos, porque allá no hay más que galgos, y a montones abandonados.


Colgados, ahorcados, devorados por las pulgas mientras todavía sigue fluyendo la cosa de sus tripas por el tronco que les sirve de patíbulo. Cae la tarde; se va poniendo el sol... Los lugareños, apestando a sudor, dejan de un lado sus aperos y se dirigen a la taberna a gastarse el jornal en vino tinto.


Y cuando sopla el aire, el solano, que es el único aire que allí recorre los llanos y que además les seca la ropa, cuando éste corre se puede oír los lamentos de la almas de los oriundos que calladamente agonizan e impregnan el ambiente de dolor y fatigas. En verano el calor te achicharra como si del mismo infierno se tratase, y en invierno castañean los dientes y el moquillo cae de la nariz. No hay mujeres guapas, solo viejas y extranjeras. No cantan los pájaros, no hay sombras de árboles porque no hay árboles, ni pájaros que se posen. Todo es desasosiego y una extraña sensación de angustia.


Por la noche en verano no refresca jamaś y oyes a las chicharras cantar con su monótono canto hasta volverte loco. Y se oyen cantos de pájaros pero sólo de perdices ya que no hay otras aves, perdices sí que hay en muchísima abundancia, y también muchos conejos. Infinidad de conejos atropellados se ven en las cunetas.


Y los contenedores de la Maersk reciclados para vivienda con un tinajón enorme de cemento al lado para tener agua son todo un clásico.


Siempre creí que yo era uno, indivisible. Pero la Sagra me desdobló, fue allí donde pude comprobar que no era uno, sino dos. Un cuerpo y un alma que formaban un conjunto. Recuerdo como al pisar esa maldita tierra quiso arrebatarme mi alma. Y juro por Dios que noté como se me escapaba del cuerpo y era engullida por aquel lugar. Pero la atrapé y pude mantenerla unida a mi cuerpo, no me extraña que la gente del lugar hayan perdido todos la cabeza. Esa tierra te vacía, que roba el ser espiritual y mantiene el cuerpo orgánico, que deambulan por las urbanizaciones sin brillo en las miradas.


Levantas el lomo, el azadón al lado y respiras y el aire te quema las entrañas de miseria y el hedor es más profundo que la mismísima náusea.


Conejos con mixomatosis, perdices de granjas que sueltan para que escapen y en su huida mueran. Galgos famélicos, tiñosos, muertos de frío o de miedo que no paran de temblar. Estos son los tres animales que habitan esa tierra, una tierra seca que niega el agua. La antesala al infierno de Dante.


Por eso su vino es tan fuerte, porque se hace con el sufrimiento de los que trabajan la tierra. Un vino con regusto a polvo, amargo, áspero al paladar, que emborracha y hace mal vino en los que lo beben. Sacando lo peor de cada uno. Es la sangre maldita del lugar, beber ese brebaje es como probar la sangre de un vampiro.
Denominación de origen Méntrida. Si lo veis por ahí no lo probéis, bueno, haced lo que queráis, pero que sepáis que son las lagrimas de esa gente que vive atrapada en un universo paralelo.


Una tierra yerma, estéril que aúlla de dolor, la sangre derramándose en la lechetera. No lloverá en meses. Oscurece y el paisano camina entre los cipreses... ¿Quedará algún mendrugo de pan de ayer? La noche abrasa, el regreso duele.


¿Y los olivos? Siempre enfermos, siempre afectados. Solía preguntar por cortesía a los lugareños que qué tal hogaño la cosecha. Y siempre, siempre, pasaba algo al olivo. Cuando no les pica la mosca, no llueve; cuando llueve, les entra repilo; o las heladas tiran el fruto o la sequía no da rendimiento de aceite. Siempre están enfermos o afectados, son como un reflejo de sus dueños. Cuando hay mucha producción, baja el precio. Si no dan nada, sube el precio del aceite. Cuando no es granizo, es la tuberculosis del olivo. Si un año les pagan pronto la subvención, ese año los rumanos y etnianos arrasan los olivares. Siempre, siempre tiene algo malo. No he visto árbol más sufrido que los olivos de esa zona. Y con que orgullo te cuentan sus enfermedades los agricultores, parece que están deseando que les preguntes para empezar a quejarse amargamente de su existencia.


No se si serán fuerzas telúricas o arcanos secretos, pero en esa zona el número de niños estultoes es llamativo. Cuando me la recorrí, raro era el día que alguien no me confesaba que tenía un hijo en un colegio especial, o una hija con paga, o algún ser de luz en la familia. Llegué a pensar que los hombres de allí son estériles y que es el mismísimo Belcebú el que engendra en sus mujeres esos abominables seres. Preñando la región de mongolismo y atraso.


Los oriundos de La Sagra jamás te dirán lo que piensan. Para ellas decir lo que piensan es el mayor pecado que existe. Mayor que el incesto o el asesinato. Si agarras a un sagreño, lo atas a un sillón, le arrancas una muela con unas tenazas oxidadas a lo vivo y el preguntas si le duele... pues te dirá que no.


El sagreño es celoso de sus pensamientos. Sin embargo si ves a dos sagreños juntándose al azar por la calle es fácil adivinar lo que se dicen el uno al otro: Se mienten.


Porque mentir es su deporte comarcal. No hacen sino manipular a los otros mintiéndoles para sonsacarles. "Sacar mentira por verdad" como dicen ellos. Se creen muy astutos con el forastero y no se dan cuenta de que en realidad quedan como unos inanes.


Sus relaciones humanas son antinaturales, artificiales, extrañísimas. No saben lo que es la espontaneidad, la sinceridad, el trato abierto, cercano, cálido y franco. Y ni lo quieren saber.


Las casas de los muchos ⅿοroꜱ que ves allí tampoco son nada halagüeñas. Ves un pequeño bloque de tres pisos en tres plantas y ves que hay tres antenas parabólicas y la cerradura de la entrada rota desde hace años y que nadie la arregla. Los buzones de los ⅿοroꜱ tienen garrapateado un nombre con rotulador y nada más. Es desolador.


Gente que por las tardes apuran los vinos antes de ir al pilinguiclub de Valmojado o al del Lucio en Maqueda.


Ancianos que van a labrar viñas en tractores que se fabricaron cuando aún vivía Franco. Gestos huraños en sus curtidos rostros.


La mayor parte de los campos de cultivo están yermos y llenos de malas yerbas.


Cardos seteros por doquier pero no se os ocurra recoger setas de cardo. Las setas absorben muchos tóxicos y a saber qué comes. En una ocasión recogí un montón de setas de cardo en el interior de la rotonda de acceso a la autovía en Santa Cruz de Retamar y la diarrea que tuve fue histórica.


Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.


No vayáis a la Sagra hijos míos.


Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.

 
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Ahí en algún lugar de Castilla la mancha, donde hay carreteras interminables, secarral y clima normal-caluroso para plantarte tus tomatitos, una casa de estilo colonial y una hembrota rural con shorts que te ame a pelo todos los días y te de caña especialmente los más laboriosos.

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Una casa de este estilo, con la cuadra atrás y un taller donde tienes el coche para ir a la ciudad para hacer las gestiones de los pisos (dinero que recibes de los sucnors NPC que aún creen en el sistema), pilinguis y alguna cosita más. Y por otra, un tractor EBRO de esos indestructibles que duraría otras 2 guerras mundiales y lo que venga

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En cuanto a la mujer, de rasgos visigodos para perpetrar la huella de la conquista de DON PELAYO, buena delantera indispensable para demostrar pura genética puntera TEUTONA y como no, clase y modales, aunque la cara sea de una pava que como te pille te deja los huevones como ciruelas. Evidentemente, a la chorti se le repiten los mantras que se leen en burbuja a diario (rollo oposición) y es más tradicional que Franco, Fraga y su progenitora juntas. Pero eso si, en la cama muy cañera y amadora para dejar una estirpe de guerreros castellanos con muy mala uva y MATAPR0GRES

Y por último la estancia del lugar, no habría ningún vecino a 10 kilometros a la redonda, habría tiempo y retiempo para pensar en supervivencia. Todos los libros con tecnicas de agricultura, caza, medicinas, combate, adiestramiento de sabuesos, plantas y fauna autoctonas, etc. aprendidos al dedillo para convertirse en el mismisimo rambo español.

Por planes como este ya merece la pena vivir en España

- SE TE ESTROPEA EL COCHE Y DICE LA GRÚA QUE ALLÍ NO LLEGA Y EL TALLER MÁS CERCANO A SABER.

-SE TE AVERÍA LA ELECTRICIDAD/EL AGUA CORRIENTE Y DICE EL TÉCNICO QUE VA A IR SU p**a progenitora ALLÍ A TOMAR POR CVLO DE TODO, QUE ESTÁ MUY OCUPADO Y SI ESO EL MES QUE VIENE....

- TE ROBAN/APALIZAN/ENVIOLINAN Y NO SE ENTERA NI EL TATO Y LA GUARDIA CIVIL TE DICE QUE ESO TE PASA POR VIVIR ATPC DE TODO

- TE CAES, TE TUERCES UN TOBILLO, TE QUEDAS TIRADO Y NO SE ENTERA NI DIOS COMO NO LLEVES MÓVIL ENCIMA Y LA AMBULANCIA A SABER SI LLEGA ALLÍ Y CVANDO

- TE MONTAS CON UNOS POCOS VECINOS MÁS PARA EN TEORÍA AYUDARSE UNOS A OTROS PARA LOS CASOS ANTERIORES Y ACABÁIS TODOS PELEADOS Y MONTANDO UN PUERTO HURRACO POR UNAS LINDES O UNAS HABLADURÍAS (PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE)

ALE, YA PUEDES DESPERTAR DE TU SUEÑO CUEVADORITERO sonrisa:
 
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