Epic Failer
Madmaxista
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Todos sabemos de la subida constante y demencial de precios (aunque a los productores les paguen lo mismo o menos que antes). De eso se habla y mucho. De lo que no se habla nada o casi nada es de la pérdida también constante de calidad de casi todos los alimentos: el pan cada vez viene más blanco, pesa menos y se pone duro en horas, la mantequilla no sólo ha doblado el precio en menos de un años sino que además es mucho peor, las galletas son pura azúcar y vienen sin hornear bien, las legumbres ya es difícil encontrarlas que sean españolas excepto producto premium y casi todo viene de Canadá o EEUU y a saber si tras*génico, las patatas ritas y otros aperitivos vienen ya con más aire en la bolsa que otra cosa, la carne, del tipo que sea, suelta agua a manta cuando se la pone en la sartén, van a meter bichos asquerosos en cualquier cosa, la leche viene como aguada...
En restaurantes y bares todo se ha ido casi a un 30% o 40% más en cuestión de meses y además han recortado en cantidad y en calidad. Y diría casi que hasta en servicio (donde antes había camareros españoles ahora sólo se ven latinitos).
Estoy hasta los huevones. Puedo tolerar que suban el precio porque es algo general, aunque me aguante en el bolsillo. Pero es que comprar algo un 50% más caro y que encima sea de una calidad pésima es ya recochineo. De momento voy seleccionando y probando otras marcas a las habituales, algunas cosas empiezo a hacerlas en casa, se van sustituyendo algunos productos por otros, se habla con vecinos que tienen algo de huerta o caza, pero es que no da para todo o te obliga a estar en la cocina el triple que antes.
Y para más inri no hay ni una queja, ni una protesta y ni mucho menos una huelga general ante la carestía de vida. En 1917 hubo 80 muertos, cientos de heridos y 2.000 detenidos en una huelga general por haber subido los consumos un 30%.
Vaya estafa de vida la que nos queda por delante.
En restaurantes y bares todo se ha ido casi a un 30% o 40% más en cuestión de meses y además han recortado en cantidad y en calidad. Y diría casi que hasta en servicio (donde antes había camareros españoles ahora sólo se ven latinitos).
Estoy hasta los huevones. Puedo tolerar que suban el precio porque es algo general, aunque me aguante en el bolsillo. Pero es que comprar algo un 50% más caro y que encima sea de una calidad pésima es ya recochineo. De momento voy seleccionando y probando otras marcas a las habituales, algunas cosas empiezo a hacerlas en casa, se van sustituyendo algunos productos por otros, se habla con vecinos que tienen algo de huerta o caza, pero es que no da para todo o te obliga a estar en la cocina el triple que antes.
Y para más inri no hay ni una queja, ni una protesta y ni mucho menos una huelga general ante la carestía de vida. En 1917 hubo 80 muertos, cientos de heridos y 2.000 detenidos en una huelga general por haber subido los consumos un 30%.
Vaya estafa de vida la que nos queda por delante.