El problema es que tanta "desgracia" cuando gobierna el PP empieza ya a causar el efecto contrario y a ser sospechosa.
El término "estado profundo" hace referencia a ciertas estructuras informales que subsisten dentro del aparato estatal y que no cambian o no pierden poder cuando hay un cambio de gobierno.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
La diferencia entre una gestión buena y una gestión catastrófica es tan simple como que un puñado de funcionarios te pongan al día de todo o simplemente se te pongan a funcionar "a reglamento" y "el que no lo sepa que aprenda".
No tenéis ni idea de las estructuras retorcidas y enrevesadas de poder que laceran el cuerpo de las administraciones públicas, los partidos son solo la punta del iceberg, hay familias, clanes, tipos especializados en ciertos negocios, sectas, etc...
Hay servicios públicos donde los que menos pintan son los funcionarios de carrera, se mueve todo lo rellenito mediante politiqueo, encargos a medios propios, subcontratación, etc...
¿De verdad vosotros os pensáis que la famosa llamada a Álvarez Cascos para preguntarle "qué se hacía con el barco" era una llamada inocente?
Ningun socialista hubiera recibido esa llamada, hubiera recibido una llamada 10 horas antes de un hombre de confianza incrustado en la administración advirtiéndole que venía un barco tocado y que todavía estaba lejos.
Es la diferencia entre tener un estado profundo bien enterrado en las entrañas de la administración y no tenerlo.
Para poder funcionar, en España necesitamos doble administración, porque los que trabajan dentro no trabajan igual cuando están unos que cuando están otros y eso dentro se sabe desde el minuto uno.