Cuando la gente deje de decir lo que dice, yo dejaré de responder como respondo. Es lógico.
Se esmera usted por responder, tratando de mantener una conversación que lleve a algún sitio más allá de querer tener razón, lo cual se agradece, siempre.
Yo estoy dominado ahora mismo por la indiferencia, la cual jamás había sentido hacia el pueblo que consideraba mío, el español.
Jamás pensé que el pueblo español se encerraría en sus casas, tapándose la boca con trapos de tela hediondos de 10 céntimos Made in China, malcosidos y doblados en un sótano con medidas insalubres propias de países donde se caga y se come en la misma habitación.
Si eso fuera poco, luego se amenazarían los unos a los otros y llegarían a las manos por ser los primeros en inocularse un suero experimental e insultarte a la cara si cuestionabas cómo era posible que ya tuviesen una cura para un bichito acabado de descubrir, el cual producía los síntomas de un catarro pero no era un catarro.
Es imposible convencer a >90% de los borregos que el Estado es algo terrible, eso incluye todas las ideologías e ideólogos.
A las personas en España hoy día no les importa tener una vida de esclavo, supeditado al poder de los oligofrénicos de turno. Y si consigues que se den cuenta de su existencia como esclavo, en vez de ir a por sus amos/verdugos, te atacarán y te repudiarán con repruebo furibundo por haberles abierto los ojos.
La rebelión de las masas; gran obra.