Exquisita colección de hijos de la grandísima fruta.
Si tuviera que escoger a uno para darle de palos con un bate, no sabría con cuál quedarme.
Esto da que pensar: estamos rodeados de orates. Si hubiesen dicho de llevarnos a campos de concentración, toda esa panda de cerdos me gusta la fruta no lo hubiesen dudado ni un segundo.