Necesitamos Comer Menos Sal?

DEPENDE

Las necesidades de sodio dependen de la dieta.

Existen una serie de tras*portadores de glucosa, conocidos como SGLT, que introducen sodio en la célula junto con la glucosa. Se encuentran principalmente en el tracto intestinal (SGLT1, encargado de absorber la glucosa de los alimentos) y en los riñones (SGLT2 encargado de "rescatar" la glucosa que éstos han filtrado).

Como quiera que una dieta basada en hidratos de carbono hará un uso intensivo de ambos (SGLT1 para absorber la glucosa de los alimentos, SGLT2 para repescar la glucosa filtrada por el riñón cada vez que la glucemia sube por encima de cierto umbral), el resultado de alimentarse principalmente de éstos es que el cuerpo acumula sodio de los alimentos y tiende a no soltarlo (tanto) por la orina.

Una elevada concentración de sodio en el cuerpo dificulta el metabolismo celular, pues aumenta el coste energético de la bomba de sodio-potasio, encargada de mantener una diferencia de potencial eléctrico entre el interior y el exterior de la célula expulsando tres sodios e ingresando dos potasios. El cuerpo lo compensa reteniendo líquidos para así disminuir la concentración de sodio, lo cual por su parte aumenta la tensión arterial.

Pero...

Pero una dieta que NO esté basada en el metabolismo de la glucosa implica un equilibrio electrolítico totalmente diferente.
Para empezar, la absorción intestinal de sodio junto con la glucosa se reduce enormemente, y para continuar, al lograrse una glucemia mucho más baja Y ESTABLE, se reduce drásticamente también el filtrado renal de glucosa, por lo que tampoco hay recuperación de sodio a nivel renal. No sólo absorbemos menos sodio, sino que expulsamos más.

Aún diría más: en la tras*ición entre una y otra TAMBIÉN hay unas necesidades diferentes. Al pasar de una dieta basada en hidratos de carbono a otra basada en grasas, el cuerpo tiende a deshacerse del líquido retenido (para corregir la concentración de sodio, pero también, por ejemplo, porque el glucógeno es un 80% en peso agua), arrastrando no sólo sodio, sino también otros electrolitos (potasio y magnesio, por decir dos). En esa tras*ición es fácil sufrir deshidratación y desmineralización, lo que provoca un malestar generalizado que algunos llaman keto flu (gripe cetogénica).

Y al revés, al pasar de una dieta basada en grasas a otra basada en hidratos de carbono, el cuerpo precisa agua para producir glucógeno, y si no la tiene a mano se la "roba" a los tejidos que menos la necesiten. Así se explica que el arroz y el pan den sed (el cuerpo da la señal de que necesita más agua para tras*formar la glucosa en glucógeno), o que si tras estar en cetosis te pegas un buen atracón de carbohidratos y no bebes, se te resequen la piel y los labios.

jovenlandesaLEJA: la cantidad de sal que necesitamos depende Y MUCHO de lo que comamos. BAJO EL PARADIGMA NUTRICIONAL ACTUAL el consumo de sal tiene poco o ningún sentido, pero si el sabor salado nos atrae TIENE QUE SER PORQUE CONSUMIR SAL NOS DIO UNA VENTAJA EVOLUTIVA de algún tipo, bajo según qué condiciones. Si la sal fuera inherentemente mala, o siquiera innecesaria, los humanos con la capacidad para saborearla y disfrutarla se habrían extinguido (o al menos serían una rareza y no la norma).


jorobar Smiling... lo bordas.

Esto explica enormemente lo que me paso cuando cambie de dieta.

Reduje volumen brutalmente y he tenido que empezar a tomar mas sal si o si

Gracias por la explicacion
 
¿DEBEMOS REDUCIR LA SAL PARA PREVENIR LA HIPERTENSIÓN Y LOS INFARTOS? AL CONTRARIO, QUIZÁS DEBAMOS INCREMENTARLA. PARTE 1: Los sesgos en los estudios científicos sobre la sal y su injusta demonización

Iba a poner el texto y gráficos en spoiler, pero el maravilloso foro que compartimos dice que es un tochazo, así nos va...
En cualquier caso, el que no conozca los artículos de Jorge García-Dihinx que no se los pierda, son muy completos y currados.


No hace falta, ya lo ha explicado smiling jack
 
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