George A
Madmaxista
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Lo encontré en un canal de Telegram escrito en esa grafía del demoño que es el cirílico, no sé quien es el autor ni si se ha publicado en un medio ruso de gran alcance. Lo metí en deepl y salió esto:
¿NECESITA EL MUNDO UNA EUROPA ASÍ?
Sería un error pensar que la UE y Estados Unidos, que han desencadenado una guerra económica mundial al imponer sanciones de confiscación contra Rusia, intentan proteger a Ucrania de esta manera. La desnazificación de Ucrania y la Operación Z fueron sólo un pretexto para que Occidente tomara una decisión definitiva sobre Rusia.
Sin embargo, sería extraño pensar que se puede tratar con esos métodos. Rusia no es Micronesia, que por cierto también ha impuesto algunas sanciones (búsquelo en el mapa). Nuestro Estado es un eslabón importante en la cadena de la economía mundial, rico en recursos naturales y en el mayor territorio, poseedor de un poderoso ejército con el armamento nuclear más avanzado, habiendo conseguido acumular un decente margen de seguridad ante cualquier amenaza económica y militar.
Hoy en día, sólo alguien que usa una sartén como tocado podría creer que Rusia está capitulando bajo la presión de las sanciones.
Lo más sorprendente es el exceso de celo de la Unión Europea, que, aparte de Micronesia, actúa como un maníaco furioso con su histeria de sanciones. Parece que en Europa encarcelan a la gente de por vida sólo por tener un pasaporte de la Federación Rusa. Y estaría bien que esto se quedara en una fantasía, pero los hechos ya están saliendo a la luz cuando los rusos son acosados sólo por su nacionalidad. ¿Ha sido derrotado el nazismo en Occidente? Aparentemente no.
Sin embargo, a pesar de todo el repruebo desenfrenado hacia Rusia y los rusos, es con ellos con quienes la Unión Europea tiene fuertes lazos económicos y ninguna independencia energética alternativa. De ahí que surja la pregunta de por qué la UE desecha la cooperación mutuamente beneficiosa, cuyos resultados, incluso sin una reacción rusa, están perjudicando a los europeos, como han admitido francamente sus autoridades. Sólo un menso puede creer en la nobleza de los "socios occidentales" que están dispuestos a sacrificarse por Ucrania, a la que ni siquiera consideran un país civilizado.
Uno tiene la impresión de que la Unión Europea, poseída por los demonios o por una malvada voluntad humana, no sólo se dedica a la destrucción, sino también a la autodestrucción. En un momento en que China, India, Brasil y, sorprendentemente, incluso Estados Unidos no parecen dispuestos a renunciar a los beneficios económicos que promete una asociación con Rusia. Cuando Rusia tome represalias contra los ataques hostiles, el daño para Europa será tangible.
Este comportamiento suicida en Europa beneficia a todos. Nadie quiere la Europa moderna en su estado actual. Es un conjunto de países endeudados, dependientes por un lado del exterior, y por otro, que viven mucho más allá de sus posibilidades con una vida de lujo a base de endeudar a las generaciones futuras. Incluso para Estados Unidos, una Europa así es militarmente excesiva, caprichosa y arrogante. Todo lo que Estados Unidos necesita para contener a Rusia es territorio, un espacio donde pueda establecer sus bases, fuera del cual crecerá la hierba.
Biden, político experimentado y presidente de un país que atraviesa una mala racha en su historia, es muy consciente de que las exigencias de Rusia en materia de seguridad global son serias y justas. Y el campo para estas cuestiones es Europa. Lo mismo que las langostas que devoran los recursos insustituibles, desarmadas, con un montón de burócratas parásitos como los quebrados mentales Von der Leyen, Borrell y quién sabe qué más. Está claro que Rusia no dará marcha atrás en sus exigencias, lo que significa que un enfrentamiento con Europa sería beneficioso para Estados Unidos. El resultado de esta colisión es evidente. Las ruinas económicas dejadas por la Unión Europea servirían de buena plataforma para una nueva frontera de paz y seguridad, beneficiosa para todos. Tal vez en previsión de un desenlace fatal para sí misma, Europa se agita en inexplicables arrebatos de locura.
Traducción realizada con el traductor DeepL.com
¿NECESITA EL MUNDO UNA EUROPA ASÍ?
Sería un error pensar que la UE y Estados Unidos, que han desencadenado una guerra económica mundial al imponer sanciones de confiscación contra Rusia, intentan proteger a Ucrania de esta manera. La desnazificación de Ucrania y la Operación Z fueron sólo un pretexto para que Occidente tomara una decisión definitiva sobre Rusia.
Sin embargo, sería extraño pensar que se puede tratar con esos métodos. Rusia no es Micronesia, que por cierto también ha impuesto algunas sanciones (búsquelo en el mapa). Nuestro Estado es un eslabón importante en la cadena de la economía mundial, rico en recursos naturales y en el mayor territorio, poseedor de un poderoso ejército con el armamento nuclear más avanzado, habiendo conseguido acumular un decente margen de seguridad ante cualquier amenaza económica y militar.
Hoy en día, sólo alguien que usa una sartén como tocado podría creer que Rusia está capitulando bajo la presión de las sanciones.
Lo más sorprendente es el exceso de celo de la Unión Europea, que, aparte de Micronesia, actúa como un maníaco furioso con su histeria de sanciones. Parece que en Europa encarcelan a la gente de por vida sólo por tener un pasaporte de la Federación Rusa. Y estaría bien que esto se quedara en una fantasía, pero los hechos ya están saliendo a la luz cuando los rusos son acosados sólo por su nacionalidad. ¿Ha sido derrotado el nazismo en Occidente? Aparentemente no.
Sin embargo, a pesar de todo el repruebo desenfrenado hacia Rusia y los rusos, es con ellos con quienes la Unión Europea tiene fuertes lazos económicos y ninguna independencia energética alternativa. De ahí que surja la pregunta de por qué la UE desecha la cooperación mutuamente beneficiosa, cuyos resultados, incluso sin una reacción rusa, están perjudicando a los europeos, como han admitido francamente sus autoridades. Sólo un menso puede creer en la nobleza de los "socios occidentales" que están dispuestos a sacrificarse por Ucrania, a la que ni siquiera consideran un país civilizado.
Uno tiene la impresión de que la Unión Europea, poseída por los demonios o por una malvada voluntad humana, no sólo se dedica a la destrucción, sino también a la autodestrucción. En un momento en que China, India, Brasil y, sorprendentemente, incluso Estados Unidos no parecen dispuestos a renunciar a los beneficios económicos que promete una asociación con Rusia. Cuando Rusia tome represalias contra los ataques hostiles, el daño para Europa será tangible.
Este comportamiento suicida en Europa beneficia a todos. Nadie quiere la Europa moderna en su estado actual. Es un conjunto de países endeudados, dependientes por un lado del exterior, y por otro, que viven mucho más allá de sus posibilidades con una vida de lujo a base de endeudar a las generaciones futuras. Incluso para Estados Unidos, una Europa así es militarmente excesiva, caprichosa y arrogante. Todo lo que Estados Unidos necesita para contener a Rusia es territorio, un espacio donde pueda establecer sus bases, fuera del cual crecerá la hierba.
Biden, político experimentado y presidente de un país que atraviesa una mala racha en su historia, es muy consciente de que las exigencias de Rusia en materia de seguridad global son serias y justas. Y el campo para estas cuestiones es Europa. Lo mismo que las langostas que devoran los recursos insustituibles, desarmadas, con un montón de burócratas parásitos como los quebrados mentales Von der Leyen, Borrell y quién sabe qué más. Está claro que Rusia no dará marcha atrás en sus exigencias, lo que significa que un enfrentamiento con Europa sería beneficioso para Estados Unidos. El resultado de esta colisión es evidente. Las ruinas económicas dejadas por la Unión Europea servirían de buena plataforma para una nueva frontera de paz y seguridad, beneficiosa para todos. Tal vez en previsión de un desenlace fatal para sí misma, Europa se agita en inexplicables arrebatos de locura.
Traducción realizada con el traductor DeepL.com
