Mouguias
Madmaxista
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Hace poco me leí "Lady With a Mead Cup" de Michael J. Enright. El libro trata de los rituales de soberania entre los pueblos germanos, asi como los dioses y mitos asociados con estos rituales. Enright cree que Wodan/Odin, el dios identificado como Mercurio por los autores romanos, era el dios soberano, cuyos rasgos los caudillos de las mannerbünde trataban de imitar a traves del ritual.
Enright cree que Odin no es un dios heredado de los antiguos indoeuropeos. Por el contrario, lo considera un culto relativamente reciente, y sostiene que cuajo en el siglo I d.C. a raiz de la revuelta de Julio Civilis, el jefe batavo que desafio a Roma. Serian Civilis y la elaborada propaganda que justificaba su liderazgo los que terminaron de moldear la figura de Wodan, el dios tuerto, experto en la magia, gran guerrero portador de una lanza magica y guia en el viaje de las almas al Otro Mundo.
Las fuentes dicen que Julio Civilis trataba de identificarse con Quinto Sertorio y con Anibal, tuertos como el. Lo curioso es que Sertorio pudo servir como modelo para muchos rasgos de Wodan: no solo era tuerto, sino que era famoso por su habilidad para disfrazarse y conseguir informacion del enemigo sin ser descubierto. Era un gran jefe militar y hay varias anecdotas suyas en las que las lanzas y los lanceros juegan un papel clave (fue una lanza la que le dejo tuerto, y cruzo un rio con el arma colgando del ojo vaciado). Dicen tambien que unos piratas le hablaron una vez de los campos Eliseos, las islas de los Bienaventurados en el Oceano Occidental, y que Sertorio quiso hacer ese viaje al Otro Mundo.
Sertorio, un rebelde como Civilis, se apoyaba en una hueste de seguidores surgidos de las tribus celtiberas en el valle del Ebro y la Meseta, y aprovechaba las creencias locales para reforzar su carisma y fortalecer su autoridad. Por ejemplo, afirmaba que sus decisiones eran dictadas por una cierva blanca, "enviada de la diosa Diana". Los celtiberos le seguian por miles y juraron defenderlo hasta la fin. Se sabe que el recuerdo del gran jefe perduro a ambos lados de los Pirineos durante cierto tiempo.
Civilis, segun Enright, pudo aprovechar todos estos rasgos de un personaje que habia adquirido proporciones legendarias y convertirlos en un culto religioso para favorecer su propia agenda politica. Y este culto fue el que prendio en el valle del Rhin y llego hasta la Alta Edad Media como el Odin que conocemos bien.
Enright cree que Odin no es un dios heredado de los antiguos indoeuropeos. Por el contrario, lo considera un culto relativamente reciente, y sostiene que cuajo en el siglo I d.C. a raiz de la revuelta de Julio Civilis, el jefe batavo que desafio a Roma. Serian Civilis y la elaborada propaganda que justificaba su liderazgo los que terminaron de moldear la figura de Wodan, el dios tuerto, experto en la magia, gran guerrero portador de una lanza magica y guia en el viaje de las almas al Otro Mundo.
Las fuentes dicen que Julio Civilis trataba de identificarse con Quinto Sertorio y con Anibal, tuertos como el. Lo curioso es que Sertorio pudo servir como modelo para muchos rasgos de Wodan: no solo era tuerto, sino que era famoso por su habilidad para disfrazarse y conseguir informacion del enemigo sin ser descubierto. Era un gran jefe militar y hay varias anecdotas suyas en las que las lanzas y los lanceros juegan un papel clave (fue una lanza la que le dejo tuerto, y cruzo un rio con el arma colgando del ojo vaciado). Dicen tambien que unos piratas le hablaron una vez de los campos Eliseos, las islas de los Bienaventurados en el Oceano Occidental, y que Sertorio quiso hacer ese viaje al Otro Mundo.
Sertorio, un rebelde como Civilis, se apoyaba en una hueste de seguidores surgidos de las tribus celtiberas en el valle del Ebro y la Meseta, y aprovechaba las creencias locales para reforzar su carisma y fortalecer su autoridad. Por ejemplo, afirmaba que sus decisiones eran dictadas por una cierva blanca, "enviada de la diosa Diana". Los celtiberos le seguian por miles y juraron defenderlo hasta la fin. Se sabe que el recuerdo del gran jefe perduro a ambos lados de los Pirineos durante cierto tiempo.
Civilis, segun Enright, pudo aprovechar todos estos rasgos de un personaje que habia adquirido proporciones legendarias y convertirlos en un culto religioso para favorecer su propia agenda politica. Y este culto fue el que prendio en el valle del Rhin y llego hasta la Alta Edad Media como el Odin que conocemos bien.