singladura
Madmaxista
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Los mayores con muchos años recordamos aún a finales del franquismo a los ancianos analfabetos e igual se ha olvidado ya o se cree que era una anécdota. La alfabetización era un problema gravísimo en los años treinta del siglo pasado, antes de la guerra civil, cuando la república... Una persona que no sabe ni leer ni escribir tiene una minusvalía de por vida y una tristeza en el alma que no se quita nunca. Se ven como hijos de un dios menor, como inferiores a todo y a todos.
Después de décadas de adoctrinamiento y de control de la educación en el franquismo se consiguió extender la educación básica a la casi totalidad de la ciudadanía. La gente no lo valora pero durante la república la analfabetización era un drama social. Los políticos tenían unas grandes pretensiones, soberbia y todos eran de la élite pero la sociedad era un lumpen. Las grandes ideas, de derecha o izquierdas, nacían con buenísimas intenciones pero al final lo único que realmente existía era inestabilidad y pobreza. Y sin nada que repartir lo único que se generaba era miseria.
Franco era de lejos el menos orate de todos los sublevados y además joven. Y existió una alineación de planetas que le favoreció con el auge de los fascismos en Europa. Se ofreció como conejillo de indias la contienda española a alemanes e italianos y militarmente fue un éxito. Como debió ser la cosa que los militares exiliados republicanos enrollados en la 9.ª Compañía de la 2.ª División Blindada de la Francia Libre, también conocida como División Leclerc liberaron Paris de los nazis, los primeros de todo como si nada y NO PARARON hasta la toma del Nido del Águila, el refugio final de Adolf Hitler en Berchtesgaden. Ahí ya se quedaron más tranquilitos. Un largo camino desde el norte de África al que no se llega sin tener un motor muy muy poderoso.
Es importante conciliarse con la razón de los hechos. No se debe renunciar ni a las ideas ni a los sueños pero cuando el peso de la realidad es tozudo atender es importante porque la humildad para rectificar es el cemento de los sabios
Después de décadas de adoctrinamiento y de control de la educación en el franquismo se consiguió extender la educación básica a la casi totalidad de la ciudadanía. La gente no lo valora pero durante la república la analfabetización era un drama social. Los políticos tenían unas grandes pretensiones, soberbia y todos eran de la élite pero la sociedad era un lumpen. Las grandes ideas, de derecha o izquierdas, nacían con buenísimas intenciones pero al final lo único que realmente existía era inestabilidad y pobreza. Y sin nada que repartir lo único que se generaba era miseria.
Franco era de lejos el menos orate de todos los sublevados y además joven. Y existió una alineación de planetas que le favoreció con el auge de los fascismos en Europa. Se ofreció como conejillo de indias la contienda española a alemanes e italianos y militarmente fue un éxito. Como debió ser la cosa que los militares exiliados republicanos enrollados en la 9.ª Compañía de la 2.ª División Blindada de la Francia Libre, también conocida como División Leclerc liberaron Paris de los nazis, los primeros de todo como si nada y NO PARARON hasta la toma del Nido del Águila, el refugio final de Adolf Hitler en Berchtesgaden. Ahí ya se quedaron más tranquilitos. Un largo camino desde el norte de África al que no se llega sin tener un motor muy muy poderoso.
Es importante conciliarse con la razón de los hechos. No se debe renunciar ni a las ideas ni a los sueños pero cuando el peso de la realidad es tozudo atender es importante porque la humildad para rectificar es el cemento de los sabios
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