Pues anda que yo a los coches.
A esos coches que se te meten por delante en una glorieta.
A esos coches que te pitan porque hay tres carriles y tú vas por el de la izquierda: "Voy por el de la izquierda, peazo estulto, porque voy a girar a la izquierda. ¿Qué quieres que me ponga en el de la derecha y luego tire para la izquierda?
A esos coches que te pitan en cuanto la carretera se estrecha y tu presencia en ella les obliga a disminuir la velocidad.
A esos coches que te pitan en las carreteras secundarias y eso que tú vas metido todo lo que puedes a la derecha. Supongo que como no hay arcén pensaran que las bicicletas no pueden circular por ahí.
A esos coches que bajan las cuestas por el carril con preferencia para bicicletas a 40 km cuando el límite es de 30.
A los jubilados que cruzan por la carretera donde no hay paso de peatones porque como la bici no mete ruido y es pequeña ni te ven ni te oyen.
A las mujeres que cruzan la carretera con un perro y el perro va 2 metros por delante de ellas gracias a esas maravillosas correas extensibles.
En definitiva, yo a los que tengo pánico es a todos los conductores que consideran que la vía es para su uso y los ciclistas estamos en ella para dar por ojo ciego.