Lamentablemente, esas fibras están presentes en sitios insospechados como en flores y hojas de plantas. Reaccionan moviéndose ante el calor y la humedad del mismo aliento.
Si tienes un parque o un monte cerca de tu casa puedes recoger muestras y hacer la prueba exponiéndolas a un par de exhalaciones. Verás que se mueven las hijas de fruta. Dan grima.
En cuestión de fibras, ¿quién puede saber? ¿Un ingeniero de materiales? Incluso habrá peritos que lo sean también forenses. Al menos, en las novelas policiacas suelen recogerse ejemplos de fibras y descripciones de su apariencia, corte, comportamiento. Sobre todo, me he quedado con la idea de su omnipresencia. Fibras sintéticas, con secciones multiforma, por todas partes.