Si España deja de ser católica ya no será España, pero el resto puede cambiar a placer. Podemos sustituir a 40 millones de españoles por 40 millones de sudamericanos catolicísimos y seguirá siendo la España de toda la vida, sólo cambiará el tonalidad de la piel de la gente.
Es leer ese comentario y luego tu firma y partirme el ojal :Aplauso: ::