Hola Gamu, se te echaba de menos por aquí.
Estás dando con la clave del problema, según lo veo yo, pero me vas a permitir que le dé un enfoque ligeramente distinto.
Dices con toda la razón que si se pagan intereses netos de un 5% sobre esas deudas externas tan inmensas no es posible que esos países salgan de la crisis. Pero pienso que el planteamiento correcto es qué es lo que ha fallado para que los mercados hayan permitido a estos países llegar a tener semejantes desequilibrios.
Desde un punto de vista macro estos desequilibrios implican que el país en cuestión gasta mucho más de lo que ingresa. El euro digamos que ha "engañado" a los mercados y tal vez a los los gobiernos y ha permitido llegar a esta situación. El caso más grave es Grecia, pero también Irlanda, España y Portugal tienen unos terribles desequilibrios.
Una vez que estamos aquí, ¿cómo se sale?
La tesis favorita de los PIGS, lógicamente, es mediante solidaridad y redistribución de la riqueza. Esta tesis es compartida por varios de los NO-PIGS, como Bélgica y Francia, y también por Italia. Pero si observamos la situación macro de esos que apoyan esta salida nos daremos cuenta de que lo hacen porque caminan de forma acelerada hacia una situación parecida a la de los PIGS. Lo que quiere decir que saldrán beneficiados de semejante estrategia.
De hecho esto significaría castigar a los que han desarrollado unas máquinas productivas implacablemente eficaces (Holanda y Alemania) y premiar a los que no lo han hecho. Finlandia y Austria quedarían en zona neutra. ¿Qué autoridad le restaría entonces a los gobiernos para imponer sacrificios a los trabajadores en pro del futuro del país si los beneficios de esos sacrificios van a parar a otros países?
Si Europa fuera el mundo no creo que hubiera muchos inconvenientes en aplicar tales medidas. Pero el problema es que no lo es.
Yo no comparto más que parcialmente la visión apocalíptica que muchos tienen sobre las implicaciones del peak-oil y el agotamiento de otros recursos. Pienso que se han malinterpretado las implicaciones de esos hechos y se ha confundido un desacoplamiento temporal de los factores tecnológicos y trabajo provocado por la globalización con una tendencia definitiva.
Pero también pienso que este desacoplamiento va a durar varias décadas, posiblemente cinco o más, y por lo tanto es necesaria una estrategia a largo plazo. En ese sentido la estrategia del grupo de países centro-noreuropeos se antoja bastante acertada, en el sentido de que han hecho hincapié en una especialización de sus aparatos productivos en productos de las más alta tecnología y que por lo tanto poseen mayor valor añadido. Este valor añadido, a través de unos sistemas redistributivos, permite a la población de estos países mantener sus estándares de vida.
Se trata de una carrera implacable por mantener la distancia con sus seguidores, y en la que no pueden levantar ni un segundo el pie del acelerador. Como sabéis los que me léeis, mi actividad profesional se desarrolla precisamente en uno de estos sectores (Genética), y vivo en mi día a día esto que cuento.
Si los excedentes los dedican a subvencionar los déficits de los PIGS resulta obvio que no los podrán invertir en conservar su ventaja competitiva, por lo que muy pronto sus sistemas productivos serían rebasados por los de su competencia extraeuropea. Tal vez tan pronto como en una década, y mucho antes de eso la zona euro en su conjunto empezaría a tener déficit corriente.
Es por esta razón por la que soy tan pesimista en relación al futuro de la zona euro tal y como la conocemos.
No veo posible que con el terrible lastre que supone la deuda sea posible que Portugal, Grecia o España puedan realizar una tras*ición en su modelo productivo como la que hizo Finlandia hace unos 20 años, y por lo tanto, dado que tratar de equilibrar la balanza de pagos sin poder manipular la moneda implica meter al país en una terrible depresión, mi opinión es que estos tres países, nada preparados desde un punto de vista social para tales sacrificios, quedarán inevitablemente excluidos de la zona euro.