No calculan como muertos a los millones de niños que son abortados. Lo mismo es que mueran un poco antes de nacer a que mueran un poco después, que es precisamente lo que falsea la estadística de esperanza de vida en otros países reduciéndola al contabilizar los bebés que nacen con malformaciones y enfermedades graves y que mueren al poco tiempo y en España son abortados.
También se debería contabilizar la esperanza de vida de las mascotas que son como hijos y que viven una media de 10 años.
La fin del gato o el perro que conforma toda la familia de algunas personas, equivale a la fin de los 8 hijos de una nigeriana.