Amén...
La gente decide por calidad/precio. Pudiendo entrar en el apartado 'calidad' los aspectos subjetivos que uno quiera (servicio, que tengan lo que te gusta, etc).
Y a partir de ahí se rodea la decisión de comprar o no comprar con otros argumentos de refuerzo. Los que compran allí con que si pagan bien, son españoles, o los que no, que si tienen aditivos, que si tienen mucho producto catalán.
Si fueran un 10% más caros no compraría ni la mitad de la gente, por muy bien que pagara a sus empleados. Igualmente, si fueran un 10% más barato que la competencia multiplicarían sus ventas, aunque sus productos fueran casi todos catalanes.
A mi me hace gracia este proceso tan humano y frecuente, en el que una vez tomada (o no) una decisión de compra, lo apoyamos con argumentos que poco o nada influyeron en la decisión. Como si la gente nos juzgara por lo que consumimos.
Si Mercadona lo peta es porque lo hace muy bien para mucha gente. No se puede ser perfecto, no se puede contentar a todos. Pero una marca no es la nº1 durante tanto tiempo engañando a sus clientes.