NiNi Ni Rojos Ni Grises
Madmaxista
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Los "ricos", al límite: el 5% de los contribuyentes aporta ya el 42% de lo recaudado por IRPF
En cambio, hay 12 millones de declarantes que suponen el 56% pero solamente aportan el 8% de lo recaudado.
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En cambio, hay 12 millones de declarantes que suponen el 56% pero solamente aportan el 8% de lo recaudado.
El gobierno de Pedro Sánchez ha afirmado en distintas ocasiones que nunca ha subido los impuestos a las "clases medias trabajadoras", a pesar de que muchas de las 81 subidas de impuestos que ha aplicado desde 2019 han recaído directa o indirectamente sobre los españoles de renta media y media-baja.
Lejos de hacer autocrítica, Sánchez ha defendido que sus subidas tributarias recaen esencialmente sobre "los ricos". De hecho, ha anunciado que los futuros incrementos de la recaudación se volcarán por esa vía, afirmando que actuará con el objetivo explícito de "acotar lo privilegios desproporcionados de ciertas élites y gravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir cien vidas".
El presidente ha defendido que hacen falta "menos Lamborghinis y más tras*porte público", cultivando así una retórica de "lucha de clases" que el Instituto Juan de Mariana (IJM) define como "Populismo fiscal" en un nuevo estudio que analiza cómo el gobierno divide y empobrece a los españoles con este tipo de afirmaciones.
El IJM apunta que, "si bien no sabemos cuántas personas "tienen en el banco suficiente dinero para vivir cien vidas", lo que sí sabemos es que, en España, los datos del Global Wealth Report 2024 elaborado por UBS nos hablan de apenas 180.000 personas cuyo patrimonio excede el millón de dólares. Se trata de un porcentaje muy pequeño de la población, apenas un 2,4 por ciento, en línea con los resultados para Italia (2,3 por ciento) y claramente por debajo de otros países como Alemania (3,3 por ciento), Francia (4,2 por ciento), Estados Unidos (6,6 por ciento) o Países Bajos (6,9 por ciento). Eso sí: el estudio de UBS tiene en cuenta la vivienda habitual, de modo que ni siquiera hablamos de situaciones económicas tan holgadas como pretende trasladar el gobierno. De hecho, los dos partidos de la coalición de gobierno a menudo plantean umbrales cambiantes a la hora de establecer quién es "rico" y quién no, lo que hace que esta cuestión sea aún más difusa, favoreciendo así la arbitrariedad que sirve como caldo de cultivo para una gestión aún más intervencionista".
En clave internacional, el IJM explica que "el criterio aceptado para estratificar el nivel de rentas de un país suele ser el diseñado por la OCDE, que define la clase media como aquella cuyos ingresos están entre el 75 y el 200 por ciento del salario mediano. Si aplicamos este criterio y lo combinamos con la información que facilita la Agencia Tributaria en sus informes anuales de recaudación del IRPF, podemos establecer que, en España hay solo 160.000 personas que se pueden considerar ricas. Serían apenas el 0,6 por ciento de los contribuyentes y sus rentas serían de más de 150.000 euros. De dicho grupo, apenas 15.200 se pueden considerar muy ricas, al ingresar más de 601.000 euros anuales. Según estos mismos informes de recaudación, apenas 1 millón de contribuyentes declaran entre 60.000 y 150.000 euros brutos de renta anual. El 38,6 por ciento de los declarantes conformarían, pues, el segmento de los niveles de renta media y media-alta, con ingresos brutos anuales de entre 21.000 y 60.000 euros brutos al año. En cambio, más de la mitad (un 56,1 por ciento) se corresponderían con tramos de renta baja (un 36,5 por ciento) o media-baja (un 19,6 por ciento), al ser sus ingresos de menos de 21.000 euros.
Distribución salarial según nivel de ingresos declarado en el IRPF, 2022.
Ingresos | Nº contribuyentes | Distribución |
Más de 150.000 € | 159.816 | 0,7% |
60.000 a 150.000 € | 1.038.056 | 4,5% |
21.000 a 60.000 € | 8.843.870 | 38,6% |
14.000 a 21.000 € | 4.497.864 | 19,6% |
Hasta 14.000 € | 8.358.466 | 36,5% |
Llegado este punto, el IJM se propone "desmontar el bulo que sostiene que "los ricos no pagan impuestos" como un supuesto argumento para elevar más aún la fiscalidad aplicada a dicho segmento". Los datos empleados por el Instituto provienen de la propia Agencia Tributaria y desglosan del siguiente modo el IRPF del año 2022, arrojando luz sobre la distribución de renta y los niveles de recaudación obtenidos en cada tramo de ingresos.
Para el IJM, los resultados anteriores sugieren lo siguiente:
- "Hay 8,3 millones de contribuyentes de renta baja que suponen el 36,5 por ciento del total pero apenas generan el 0,6 por ciento de los ingresos obtenidos por esta vía, lo que representa un pago anual medio de 75 euros por persona.
- En el siguiente umbral, de 14.000 a 21.000 euros, nos topamos con cerca de 4,5 millones de contribuyentes, alrededor del 19,6 por ciento del total, que sin embargo aportan el 7,4 por ciento de lo recaudado, a razón de 1.781 euros per cápita.
- Un escalón por encima, de 21.000 a 30.000 euros, nos topamos con un segmento en el que hay casi 4 millones de declarantes que suponen el 17,4 por ciento del total y aportan el 13,5 por ciento de la recaudación, con un pago medio de 3.690 euros por persona.
- De 30.000 a 60.000 euros, la AEAT localiza a casi 4,9 millones de personas que son el 21,3 por ciento del total y generan el 36,8 por ciento de la recaudación, abonando una media de 8.201 euros por persona y año.
- Para la franja de más de 60.000 y menos de 150.000 euros, los datos revelan 1.038.056 contribuyentes, el 4,5 por ciento del total, un grupo del que se obtiene el 23,2 por ciento de los ingresos por IRPF, a razón de un pago medio de 24.225 euros por persona y año.
- Entre quienes perciben más de 150.000 euros y menos de 601.000 euros, Hacienda encuentra a 144.630 personas que suponen el 0,6 por ciento del total de declarantes pero generan el 10,9 por ciento del total, con un pago medio anual de 81.579 euros per cápita.
- Entre quienes ganan más de 601.000 euros hay 15.186 contribuyentes, el 0,1 por ciento del total, que aportan el 7,6 por ciento de lo recaudado y enfrentan un pago anual medio de 540.669 euros".
Así, "el pago medio de quienes ganan más de 601.000 euros (540.669 euros anuales de IRPF) es, por tanto, marcadamente superior que los niveles que vemos en tramos de renta baja, media-baja o media, que tributan 670 euros anuales de IRPF en el caso de las personas con ingresos de menos de 21.000 euros, 3.690 euros por año en el IRPF abonado por trabajadores con rentas de 21.000 a 30.000 euros y 8.201 euros por ejercicio en el IRPF de los declarantes que perciben entre 30.000 y 60.000 euros".
De igual modo, el Instituto Juan de Mariana recalca que "lo obtenido en un solo ejercicio por Hacienda entre aquellos contribuyentes que ganan más de 150.000 y 601.000 euros equivale a lo generado en 45 años de tributación por un trabajador cuyo salario oscile entre los 14.000 y los 21.000 euros, puesto que los primeros aportan anualmente un promedio de 81.579 euros al fisco, mientras que los segundos pagan una media de 1.781 euros por IRPF. De hecho, si nos situamos en el punto medio de ambos intervalos de renta, vemos que los primeros alcanzan retribuciones 22 veces más abultadas que los segundos, pese a lo cual la progresividad aplicable en el IRPF es tan pronunciada que hace que lo recaudado sea 45 veces más alto al comparar al primer grupo con el segundo".
En clave internacional, este modelo de fiscalidad "sitúa a España entre los países desarrollados con un tipo marginal más alto, tanto en el caso de las rentas del trabajo como en las del capital. Así, somos el sexto país desarrollado con mayores tipos fiscales aplicados a la renta, solamente por detrás de Eslovenia, Bélgica, Portugal, Reino Unido y Finlandia. Además, ocupamos el puesto 14 de los 38 países de la OCDE en lo referido a la fiscalidad de las rentas del capital. Y, no lo olvidemos, España es uno de los pocos países desarrollados que sigue aplicando el Impuesto sobre el Patrimonio, una figura anacrónica que ya ha sido suprimida por la mayoría de países desarrollados. Lejos de corregir esta anomalía, el gobierno español, ha agravado el problema aprobando el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, que entró en vigor en 2022 con el objetivo de obligar a Madrid, Andalucía o Galicia a reintroducir el Impuesto sobre el Patrimonio y abstenerse de bonificarlo. El resultado, en términos netos, es que la recaudación obtenida por esta vía en 2023 se situó en el entorno de los 1.900 millones de euros, que recaen exclusivamente sobre ese segmento de contribuyentes más acaudalados de los que Sánchez habla como si su aportación fiscal fuese insuficiente. Cabe señalar, además, que, en algunos casos, los tipos exigidos en el Impuesto sobre el Patrimonio pueden alcanzar escenarios confiscatorios, que vulneran la capacidad de pago de los afectados, lo que solamente agrava la incidencia ligada a este tributo y supone una vulneración de derechos constitucionales".
Así, "tal y como ponen de manifiesto los datos del IRPF y las cifras del Impuesto sobre el Patrimonio, el fisco logra un volumen importante de recursos de entre los contribuyentes con mayor volumen de ingresos y de riqueza. No obstante, esta valoración no toma en cuenta el efecto que tienen las tras*ferencias entregadas a los hogares en forma de gasto social o mediante pagos en especie. Así, los estudios de Fedea referidos a la desigualdad apuntan que son precisamente estos capítulos los que más inciden en la "redistribución", puesto que el 96 por ciento de la reducción de las diferencias de renta se explica por esta vía y solamente el 4 por ciento se apoya en la tributación. Adoptando este prisma, los cálculos de Fedea revelan que los tres primeros quintiles de renta (es decir, el 60 por ciento que tiene menor renta bruta) son, en promedio, beneficiarios netos del actual marco de impuestos y políticas de gasto social (monetario o en especie), de modo que, en términos efectivos, no contribuyen a la financiación del sistema. Por el contrario, el 40 por ciento de mayor renta bruta son contribuyentes netos, de modo que pagan impuestos de lo que reciben en concepto de ayudas, gasto social, servicios básicos… Para el cuarto quintil, la brecha no es muy notable (son contribuyentes netos, pero solamente por un monto equivalente al 2 por ciento de su renta), mientras que en el quinto sí se observa una corrección más significativa (equivalente a reducir un 24 por ciento su ingreso disponible). Por lo tanto, resulta evidente que la fiscalidad de los ricos no solamente no es moderada, sino que alcanza niveles significativos, abarca distintos gravámenes y supone, en última instancia, que el 20 por ciento de mayor renta es el que sustente el grueso de los servicios básicos, tras*ferencias sociales y demás ayudas entregadas por el sector público al grueso de la población".