Bueno, ¿han explicado ya dónde esconden los millones de cadáveres?
Las ratas cretinas van de humillación en humillación y el bochorno no cesa nunca. El otro día salió su antaño idolito Trumpo confesando que está triplemente medicado, igual que pilinguin, el otro gran ídolo de doriteros vírgenes, y afirmando que las banderillas son "muy, muy buenas".
Parece que fue ayer cuando con gran emoción y estrogenitos por las nubes chillaban que Trump iba a traerles el mundo que ellos quieren, cuando todo aquello del asalto al Capitolio y demás.
El colmo de la humillación es que ahora las ratas cretinas tienen que abrir hilos defendiendo a Miguel Bosé, el de la zeja, diciendo que es un gran hombre. Eso es algo que los tiene reventados de bochorno.
Llegará el día en el que subirán a un altar a Irene Montero.