Los dientes nunca han sido blancos puros, como los de todas las actrices y algunos actores. Eso, como dice otro conforero (
@Murcianico), no es natural. Los dientes sanos pueden ir desde un tonalidad blanquecino amarillento hasta gris o muy gris, por ejemplo, si de joven tomaste antibióticos, que es una de las causas de que los dientes se vean grises.
Mi odontólogo de toda la vida, en el que confío después de 20 años (me atreví con él recién sacada la carrera, él, y sigo con él -yo me saqué la carrera de la cabeza mucho antes-), cuando le dije de blanquearme los dientes o cambiarlos, me dijo: "te lo puedes blanquear, con este producto y de esta manera, pero yo no insistiría mucho. Eso sí, te digo que no te los cambies, pues, aunque parezcan un poco feos algunos, son tuyos y están bien y sanos, fuertes y perfectamente anclados... Yo nunca cambiaría un buen diente natural, por feo que se vea, por uno artificial... pero tú sabrás".
Sigue siendo mi odontólogo y yo, con muchos más años que entonces, cuando lo conocí, sigo teniendo mis dientes perfectamente anclados, sin ningún problema, salvo los propios y mínimos del tiempo. Es posible que algunos feos, los que quería cambiar, pero, después de lo que me dijo, no los he cambiado y, la verdad, que mi salud bucodental parece ser que es perfecta (dicho por otros odontólogos a los que acudí en su periodo de vacaciones).
Mejor un viejo diente feo, pero propio y en buen estado, que un diente brillante que tu encía siempre infecta para decirte que no lo quiere ahí. Es más, me recomendó no hacerme nunca lo de las carillas, que te liman el diente y realmente quedas con la boca como la de un reptil, aunque te pongas fundas para que no se vea lo que de verdad esconde tu boca... Como un político, podríamos decir.