Aquí la borregada no es capaz de ver más allá de que es mujer joven y mínimamente pizpireta y por tanto hay que ponerla a caldo, sobrereacción típica y común a severos virgos y a viejos decrépitos resentidos. Yo estoy muy lejos de la vieja cháchara sentimentaloide y antiliberal que abandera esta escritora y no digamos de su novio que es un pelele de Moscovia vocero de lo peor del Kremlin, pero se reconocer que esto es tras*versal, hay una reacción joven y conservadora frente a la disolución desatada en todos los ámbitos desde los poderes culturales, que no tiene nada de político, es resistencia desde los valores familiares, los recuerdos de la infancia, el pueblo donde nacieron los padres o los abuelos, las inocentes y vilipendiadas costumbres del españolito de a pie..., probablemente el artículo aquel del Lexatin y la comida para gatos que tanto éxito alcanzó en burbuja lo haya escrito otra renegada de la postmodernidad. Me parece positivo, no creo que se pueda revertir la postmodernidad volviendo al pasado ni que nuestros hijos y sobre todo hijas vayan a vivir como nuestras abuelas pero en general el movimiento de reacción es positivo.