Es inútil dialogar con los simpatizantes del bando republicano en la Guerra Civil. Cualquier tentativa de hacerles ver las atrocidades de su bando resultará en negación o justificación de los crímenes de la República en función de su supuesto carácter democrático (si te declaras demócrata puedes asesinar a quien quieras), y toda clase faltas de respeto a los muertos del bando nacional (que según ellos no valen un céntimo, mientras que los suyos valen oro).