Marlaska aumenta el espionaje en redes sociales y grupos de Telegram para evitar una "rebelión de la derecha" en las calles

El pequeño Marlaska ha adquirido malos hábitos. Se ve que eso de ir con malas compañías le pasa factura.

O váyanse a saber: igual es una fantasía que conservaba de sus tiempos de Juez: el poder portarse como un macarra con total impunidad.

¿Os habéis fijado cómo después de la enorme metedura de pata de Marlaska y del 'desliz' del general, los medios del régimen han aparcado totalmente el tema de las fake news? Ahora sólo hay que hablar de Ayuso.

Sanchez o Ivan Redondo han entrado a poner orden. "Ni una palabra sobre fake news ni redes". Seguirán controlando, por supuesto, pero con más discreción. Se les notó demasiado el tick totalitario.