Y que haya fulastres que lo único que tienen es una hipoteca por un pisito de 60 metros cuadrados (o 120) y que defiendan el "derecho sagrado de la propiedad privada" de estos tatatatatatatatatatata.......ranietos porque creen estar del mismo lado que estos latifundistas es de risa. Bueno, mejor dicho, es de echarse a llorar. El esclavo defendiendo la propiedad privada del amo porque cree que sino a él le quitarán su cuchara y el cuenco de metal en el que le sirven el rancho.
Me sorprende la saña con que algunos gratuitamente la han emprendido contra ese pueblo. Al final, después de leer los comentarios, de este y otros hilos, me temo que es fácil la explicación a tanta imputación de robo, de supuesta “insostenibilidad”, y demás. Yo creo que anida en ellos la más fulastre (y muy española) envidia. Les corroe y les joroba muchísimo que allí unos señores y unas señoras con su lucha y su esfuerzo hayan conseguido unos niveles de calidad de vida tan altos. Les corroe que sean gentes sencillas que viven libres, que las plusvalías y beneficios que con su trabajo generan son para beneficio de TODOS ELLOS. Saben los mamporreros del poder económico que un administrativo, un ingeniero o un médico deberían tener un salario y unas condiciones laborales infinitamente mejores que las que actualmente tienen. Y que, además, deberían tener el derecho a la vivienda garantizado, como establece la Constitución Española.
Estos mamporreros del poder se han enterado que en esa localidad hay una guardería municipal que no tiene nada que envidiar a la mejor privada de cualquier capital, y que cuesta 12 euros al mes.
-Nota: hace un par de meses estuve hablando con una mujer que había trabajado en guarderías privadas de cierto prestigio. Me confesó que no quería volver a trabajar en ninguna guardería, porque engañan a los padres vilmente, y no deseaba seguir siendo cómplice de la estafa. En el momento de la entrevista enseñan a los padres material de primera, pañales de marca, comida buena, etc. A la hora de la verdad, usan pañales del Dia o Lidl, de los más baratos, y con la comida pasa igual.-
Estos mamporreros del poder han descubierto que Marinaleda es de los poquísimos ayuntamientos en toda España que no son hay-untamientos, pues allí la alcaldía hace todo lo posible para que el artículo 47 de la Constitución no sea una pamplina sobre papel mojado, y se cumpla. Toda la plusvalía que genera la acción urbanística va al beneficio de la comunidad, íntegramente, y no al bolsillo de promotores, constructores, notarios, banqueros, alcaldes y concejales, como en el 99% de los municipios. Por la misma razón, a los mamporreros les rechinan los dientes de pensar que allí las hipotecas asfixiantes no existen. Les fastidia que haya españoles que no están agobiados pagando al banquero de turno.
Los mamporreros del neoliberalismo hacen cuentas, y ven que una pareja de trabajadores, ella en la cooperativa, y él en el campo, viven mil veces mejor que ellos. Ellos, tan “beneficiados” y agradecidos del salvaje capitalismo neoliberal, que les obliga a vivir en Móstoles, Alcalá de Henares, en algún pueblo del Aljarafe sevillano, Alhaurín de la Torre, Barberá del Vallés, Sant Andreu de la Barca o Villanueva de Atomarporculo del Areametropolitana porque no pueden pagar una vivienda en la capital. Que a pesar de eso se les va a él y a la parienta mil y pico largo de euros al mes. Y que luego de un madrugón del carajo, han de dejar al nene o nenes en guardería de tres al cuarto, que les cuesta un dineral, y entre prisas y tráfico llegan con el corazón en la boca in extremis al puesto de trabajo. Y joroba, claro que le joroba al envidioso español, pensar que existe un pueblo “muy rojo y muy comunista” donde una pareja de trabajadores no piensa en hipotecas, deja a su niño en una magnífica guardería que cuesta muy poco, y le pilla todo a un paso. Y encima, lo que les queda para vivir y disfrutar de la vida, es mucho más que lo que le queda a esos envidiosos mamporreros estudiados, titulados, masterizados, endeudados e hipotecados.
Erráis en vuestros tiros. Mejor apuntad a los que os esclavizan y de verdad roban. Que además del dinero, os están robando la vida.