colosus
Libertario
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No debemos subestimar el factor humano. Con factor humano me refiero a la imprevisibilidad inherente en las personas, ya que no podemos leer la mente de nadie. En Macron podría exhibir rasgos narcisistas o incluso tendencias sociopáticas, buscando dejar su marca en la historia. Quizás en su habitación cuelgue un retrato de Napoleón y, al despertar, se contemple en el espejo diciéndose a sí mismo: "Algún día haré algo grandioso". Es posible que ese día para él sea hoy, y esté intentando forzar una acción que considere monumental "en su cabeza".
Macron no es un ser divino, es tan humano como cualquier otra persona. Por casualidad del destino, se ha convertido en presidente de Francia, pero sigue siendo un individuo que experimenta las mismas funciones básicas que todos nosotros: comer, dormir, y tener pensamientos con el peligro, de que sus pensamientos pueden convertirse en realidad por el poder que ejerce.
Macron no es un ser divino, es tan humano como cualquier otra persona. Por casualidad del destino, se ha convertido en presidente de Francia, pero sigue siendo un individuo que experimenta las mismas funciones básicas que todos nosotros: comer, dormir, y tener pensamientos con el peligro, de que sus pensamientos pueden convertirse en realidad por el poder que ejerce.
