Los proyectos republicanos perdidos con el estallido de la Guerra Civil

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Los proyectos republicanos perdidos con el estallido de la Guerra Civil

La jornada laboral de ocho horas, el voto femenino, la educación pública, el seguro por maternidad o la sanidad pública son algunas de las políticas republicanas que aniquiló el franquismo.


19/04/2022


"La libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres". Con esta frase inauguraba Manuel Azaña su mandato como presidente de la II República. Unas palabras que no fueron sino la antesala de las aspiraciones políticas de uno de los procesos de modernización más profundos que han tenido lugar en la historia de España.

Con sus reformas, la República fue capaz de situar al país a la vanguardia europea en cuanto al otorgamiento de derechos y libertades a la ciudadanía. Y, a pesar de que el viejo modelo tradicionalista se volvió a imponer durante la dictadura de Francisco Franco, el legado de avances en política social, educativa, laboral y sanitaria ha llegado hasta nuestros días.

Un modelo de educación pública y gratuita

Uno de los proyectos más ambiciosos durante el periodo republicano fue el de constituir un modelo institucional de enseñanza pública, gratuita, laica y mixta. Para ello, se crearon 23.435 escuelas y 7.000 plazas de maestros que conformaron la infraestructura material y humana de la nueva arquitectura educativa.

Gracias a la instauración de la escuela pública, el analfabetismo se redujo un 11,3%
"En ningún momento, bajo ninguna condición, en ningún tiempo, ni mi partido ni yo, en su nombre, suscribiremos una cláusula legislativa en virtud de la cual siga entregado a las órdenes religiosas el servicio de la enseñanza", afirmaba Azaña. Entre otros, uno de los fines republicanos era educar a la sociedad española en los valores democráticos y concienciar a los ciudadanos de que eran sujetos de una serie de derechos naturales inalienables directamente relacionados con su libertad. En este sentido, apartar el dogmatismo propio del pensamiento religioso de las instituciones públicas se convirtió en una prioridad.

Por aquel entonces, el porcentaje de analfabetos en España era del 44,3%, en su mayoría mujeres, que ni tan siquiera tenían derecho a recibir educación más allá de aprender a ejercer de amas de casa y ocuparse adecuadamente de las tareas del hogar que, por descontado, recaían exclusivamente bajo su responsabilidad. La cifra de escolarización de niños de edades comprendidas entre los cinco a los 14 años pasó del 55,8% en 1930 al 69% en 1935 y el analfabetismo se redujo un 11,3%.

Igualdad entre hombres y mujeres

La Constitución de 1931 reconoció por primera vez en la historia la igualdad jurídica entre ambos sexos.
Pero si alguien experimentó en sus propias carnes los avances sociales asociados al nuevo sistema político, fueron especialmente las mujeres, que lograron abrirse paso hacia el camino de la igualdad en una época que se caracterizó por las reivindicaciones feministas.

Así, por primera vez en la historia constitucional del país, la carta magna reconoció explícitamente la igualdad jurídica entre ambos sexos: "No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sesso, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones ni títulos nobiliarios", prometía el artículo 25, dotando a las mujeres de una posición de igualdad que nunca antes habían alcanzado.

Durante este tiempo, sobre todo mientras duró el gobierno del Bienio Reformista (1931-1933), las mujeres ocuparon espacios de poder que hasta entonces habían estado restringidos exclusivamente a los hombres. La Constitución reconoció su derecho al sufragio pasivo, es decir, su derecho a postularse como candidatas para ocupar un cargo en la política institucional: Clara Campoamor, Victoria Kent (que fue nombrada directora general de Prisiones) y Margarita Nelken fueron quienes estrenaron este nuevo escenario.

Posteriormente, gracias al insistente debate liderado por las feministas, se logró aprobar el derecho al voto femenino, que pudieron ejercer todas las mujeres por primera vez en las elecciones generales del 1933, 64 años más tarde de que se instituyera el sufragio masculino.

En 1931 se aprobó el derecho al voto de todas las mujeres
También se le reconoció a la mujer igualdad en derechos laborales y el igual acceso al empleo. A diferencia de lo que ocurría en tiempos de la Restauración borbónica, se estableció el derecho de las mujeres a tener un salario propio a su nombre y poder registrar una cuenta propia en los bancos. Antes, el salario lo cobraban a nombre de sus maridos, padres o tutores legales y para poder abrir una cuenta propia debían tener su aprobación y amparo.

Otro gran progreso que vino de la mano de las políticas republicanas fue la promulgación de la primera Ley del Divorcio, el 11 de marzo de 1932: "El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges", versaba la norma.

En 1937, ya en plena Guerra Civil, por iniciativa de la ministra de Sanidad, Federica Montseny, que además fue la primera mujer en la historia de España que ocupó una cartera ministerial, se aprobó la primera Ley del Aborto que llegó a aplicarse en Catalunya. Todos estos derechos quedaron abolidos con la proclamación de la dictadura franquista y, aún entrada la democracia, tardaron varios años en recuperarse. Recordemos que no fue hasta 1981 cuando se restauró la Ley del Divorcio y 1985 cuando se volvió a decretar la Ley del Aborto.

Avances en derechos laborales

Las reivindicaciones de las organizaciones sindicales y el movimiento obrero se vieron por primera vez materializadas durante el gobierno republicano. Desde el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Derechos Sociales se preparó un maquete de medidas con el objetivo de "mejorar las condiciones laborales de los trabajadores", en palabras de Fernando de los Ríos.
Durante la II República, se limitó la jornada laboral a ocho horas y se legisló contra la explotación infantil

Fue la primera vez que se reconocieron y garantizaron derechos sociales como asistencia a los enfermos y ancianos, protección a la maternidad y a la infancia, o la garantía a los trabajadores y trabajadoras de una "existencia digna" mediante protección en casos de accidente, paro forzoso, vejez, invalidez y fin
. El ministerio dirigido por Francisco Largo Caballero estableció la jornada laboral de ocho horas y la obligatoriedad de seguros por maternidad y enfermedad. Además, prohibió el trabajo en menores de 14 años de edad.

Desde los gobiernos progresistas republicanos, se trató de implementar un sistema sanitario público y gratuito, similar al proyecto educativo. Sin embargo, el acceso al gobierno de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), una organización reaccionaria y contrarreformista, impidió el desarrollo y la efectividad de las políticas más tras*gresoras del Bienio Reformista.

Un nuevo modelo de organización territorial

La novísima y joven Constitución estableció un modelo de organización territorial muy distinto al Estado centralizado que caracterizaba el reinado de Alfonso XIII: se trataba, por primera vez, de un Estado Integral (algo cercano al federalismo).
Esta nueva forma territorial respondía a las demandas del nacionalismo catalán y vasco, fundamentalmente, que habían surgido a principios del siglo XIX, y establecía la posibilidad de la existencia de autonomías con sus propios gobiernos e instituciones regionales. No obstante, debido a la breve vigencia de la República, sólo se lograron aprobar el Estatuto de Catalunya y el Vasco, impulsados por Esquerra Republicana y el PNV.

Un programa de justicia social

Fernando del Rey: "Millones de españoles vivieron la proclamación de la II República como un tiempo de esperanza"
Las aspiraciones políticas y sociales de los gobiernos progresistas trataron de traer a España una serie de reformas basadas en la justicia social. "El objetivo no es otro que la supresión de injusticia", declaraba Alcalá Zamora en su primer discurso como nuevo jefe del jovencísimo Estado republicano.

Sus reformas y cambios sociopolíticos supusieron un cambio en el sentido común de muchos ciudadanos. Por primera vez, en España había triunfado la democracia por encima de cualquier otro principio y así lo recogió y representó la Constitución de 1931. Las tras*formaciones fueron tan profundas y su calado fue tal, que se la considera la progenitora de nuestra Constitución actual.

Muchos historiadores han reflexionado sobre si la democracia actual se reconoce como heredera de la de entonces. "Muchos millones de españoles, sobre todo en las grandes y medianas ciudades e incluso en algunas zonas agrarias, vivieron la proclamación de la II República como un tiempo de esperanza, que abrió muchísimas ilusiones", declaraba el catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos, Fernando del Rey Reguillo en una entrevista para Efe. Si la tras*ición Española tuvo algún referente en materia de derechos sociales no fue otro que la legislación promulgada desde los gobiernos de la II República.

 
Y yo que pensaba que habían sido los gente de izquierdas encabezados por la sociata y supuesta feminista Kent los que votaron contra el sufragio femenino por el mero hecho de pensar que no les iba a favorecer a ellos en las elecciones, y encima aludiendo a los motivos más machistas y ridículos que os podáis imaginar.

Bocachanclas mentirosos reinventando la historia. Menuda fruta cara que tienen. El proyecto de la izquierda, que no de la fallida y efimera República, era además de dar pucherazos, golpes de estado y revoluciones cada vez que no mandaban ellos, era apiolar a todo aquel que no fuera de izquierdas, desde pobres monjas hasta al jefe de la oposición.


Ya que te molan los cortapegas te dejo uno.




Las leyes del
FUERO DEL TRABAJO


Recién pasada la guerra civil, el 9 de marzo de 1938, Franco dicta la Ley del Fuero del Trabajo, en beneficio de los trabajadores.

En base a esta ley fundamental, se aprueban las siguientes leyes:


1 de septiembre de 1939: Ley del Subsidio familiar.
23 de septiembre de 1939: Ley del Subsidio de Vejez.
13 de julio de 1940: Ley de Descanso dominical y días festivos.
25 de noviembre de 1942: Ley de Patrimonios familiares.
14 de diciembre de 1942: Seguro Obligatorio de enfermedad.
Tres pagas extras: Paga de beneficios, extra de julio y de Navidad.


Para dar cobertura a la Ley del Seguro Obligatorio de enfermedad, se construyó una red hospitalaria, dependiente de la Seguridad Social, creando en el año 1944, el Cuerpo de Asistencia Pública Domiciliaria, médicos, practicantes, matronas, farmacéuticos y veterinarios para todos los municipios españoles:

Residencias hospitalarias 292
Ambulatorios 500
Consultorios 425
Residencias concertadas 96

26 de enero de 1944: Contrato de Trabajo, vacaciones retribuidas, maternidad para las mujeres trabajadoras y garantías sindicales.
19 de noviembre de 1944: Paga extraordinaria de Navidad.
18 de julio de 1947: Paga extraordinaria del 18 de julio.
14 de junio de 1950: Reforma del I.N.P. para una mejor cobertura en la acción protectora.
22 de junio de 1956: Accidentes de Trabajo
24 de abril de 1958: Convenios colectivos
23 de abril de 1959: Mutualidad agraria. En esta ley se encuadran 2.300.000 trabajadores del campo, por cuenta ajena y propia.

2 de abril de 1961: Seguro de Desempleo.
14 de junio de 1962: Ayuda a la Ancianidad.
28 de diciembre de 1963: Ley de Bases de la Seguridad Social.
31 de mayo de 1966: Régimen Especial Agrario.
2 de octubre de 1969: Ordenanza General del Campo, donde se establece la jornada laboral de 8 horas.
20 de agosto de 1970: Mutualidad de Autónomos Agrícolas.
23 de diciembre de 1970: Ley de Empleo Comunitario.

Así que en la ley del 9 de julio de 1976, todos los trabajadores españoles “YA” tenían cubiertas las
siguientes contingencias por el Estado. Pasamos a enumerarlas:


-Seguro de Desempleo.
-Subsidio de Vejez.
-Invalidez permanente total.
-Invalidez absoluta.
-Gran invalidez.
-Discapacitados y Disminuidos.
-Subsidio de Ancianidad.
-Enfermedad Común no laboral.
-Accidente Común no laboral.
-Subsidio familiar.
-Protección familias numerosas.
-Asistencia farmacéutica.
-Asistencia médica.
-Asistencia hospitalaria.
-Vacaciones retribuidas.
-Descanso Dominical y días festivos.
-Paga extraordinaria de Navidad.
-Paga extraordinaria del 18 de julio.
-Pagas sobre beneficios.
-Convenios Colectivos.
-Representantes sindicales (liberados).
-Jurados de empresa.
-Representación Consejos de la administración de las empresas.
 
Última edición:
Siempre será interesante especular con que habría pasado si no hay guerra o la ganan los republicanos. Yo apuesto a que nos habrían invadido primero los alemanes y luego los anglos, y esto habría quedado arrasado.
 
Los proyectos republicanos perdidos con el estallido de la Guerra Civil

La jornada laboral de ocho horas, el voto femenino, la educación pública, el seguro por maternidad o la sanidad pública son algunas de las políticas republicanas que aniquiló el franquismo.


19/04/2022


"La libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres". Con esta frase inauguraba Manuel Azaña su mandato como presidente de la II República. Unas palabras que no fueron sino la antesala de las aspiraciones políticas de uno de los procesos de modernización más profundos que han tenido lugar en la historia de España.

Con sus reformas, la República fue capaz de situar al país a la vanguardia europea en cuanto al otorgamiento de derechos y libertades a la ciudadanía. Y, a pesar de que el viejo modelo tradicionalista se volvió a imponer durante la dictadura de Francisco Franco, el legado de avances en política social, educativa, laboral y sanitaria ha llegado hasta nuestros días.

Un modelo de educación pública y gratuita

Uno de los proyectos más ambiciosos durante el periodo republicano fue el de constituir un modelo institucional de enseñanza pública, gratuita, laica y mixta. Para ello, se crearon 23.435 escuelas y 7.000 plazas de maestros que conformaron la infraestructura material y humana de la nueva arquitectura educativa.

Gracias a la instauración de la escuela pública, el analfabetismo se redujo un 11,3%
"En ningún momento, bajo ninguna condición, en ningún tiempo, ni mi partido ni yo, en su nombre, suscribiremos una cláusula legislativa en virtud de la cual siga entregado a las órdenes religiosas el servicio de la enseñanza", afirmaba Azaña. Entre otros, uno de los fines republicanos era educar a la sociedad española en los valores democráticos y concienciar a los ciudadanos de que eran sujetos de una serie de derechos naturales inalienables directamente relacionados con su libertad. En este sentido, apartar el dogmatismo propio del pensamiento religioso de las instituciones públicas se convirtió en una prioridad.

Por aquel entonces, el porcentaje de analfabetos en España era del 44,3%, en su mayoría mujeres, que ni tan siquiera tenían derecho a recibir educación más allá de aprender a ejercer de amas de casa y ocuparse adecuadamente de las tareas del hogar que, por descontado, recaían exclusivamente bajo su responsabilidad. La cifra de escolarización de niños de edades comprendidas entre los cinco a los 14 años pasó del 55,8% en 1930 al 69% en 1935 y el analfabetismo se redujo un 11,3%.

Igualdad entre hombres y mujeres

La Constitución de 1931 reconoció por primera vez en la historia la igualdad jurídica entre ambos sexos.
Pero si alguien experimentó en sus propias carnes los avances sociales asociados al nuevo sistema político, fueron especialmente las mujeres, que lograron abrirse paso hacia el camino de la igualdad en una época que se caracterizó por las reivindicaciones feministas.

Así, por primera vez en la historia constitucional del país, la carta magna reconoció explícitamente la igualdad jurídica entre ambos sexos: "No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sesso, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones ni títulos nobiliarios", prometía el artículo 25, dotando a las mujeres de una posición de igualdad que nunca antes habían alcanzado.

Durante este tiempo, sobre todo mientras duró el gobierno del Bienio Reformista (1931-1933), las mujeres ocuparon espacios de poder que hasta entonces habían estado restringidos exclusivamente a los hombres. La Constitución reconoció su derecho al sufragio pasivo, es decir, su derecho a postularse como candidatas para ocupar un cargo en la política institucional: Clara Campoamor, Victoria Kent (que fue nombrada directora general de Prisiones) y Margarita Nelken fueron quienes estrenaron este nuevo escenario.

Posteriormente, gracias al insistente debate liderado por las feministas, se logró aprobar el derecho al voto femenino, que pudieron ejercer todas las mujeres por primera vez en las elecciones generales del 1933, 64 años más tarde de que se instituyera el sufragio masculino.

En 1931 se aprobó el derecho al voto de todas las mujeres
También se le reconoció a la mujer igualdad en derechos laborales y el igual acceso al empleo. A diferencia de lo que ocurría en tiempos de la Restauración borbónica, se estableció el derecho de las mujeres a tener un salario propio a su nombre y poder registrar una cuenta propia en los bancos. Antes, el salario lo cobraban a nombre de sus maridos, padres o tutores legales y para poder abrir una cuenta propia debían tener su aprobación y amparo.

Otro gran progreso que vino de la mano de las políticas republicanas fue la promulgación de la primera Ley del Divorcio, el 11 de marzo de 1932: "El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges", versaba la norma.

En 1937, ya en plena Guerra Civil, por iniciativa de la ministra de Sanidad, Federica Montseny, que además fue la primera mujer en la historia de España que ocupó una cartera ministerial, se aprobó la primera Ley del Aborto que llegó a aplicarse en Catalunya. Todos estos derechos quedaron abolidos con la proclamación de la dictadura franquista y, aún entrada la democracia, tardaron varios años en recuperarse. Recordemos que no fue hasta 1981 cuando se restauró la Ley del Divorcio y 1985 cuando se volvió a decretar la Ley del Aborto.

Avances en derechos laborales

Las reivindicaciones de las organizaciones sindicales y el movimiento obrero se vieron por primera vez materializadas durante el gobierno republicano. Desde el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Derechos Sociales se preparó un maquete de medidas con el objetivo de "mejorar las condiciones laborales de los trabajadores", en palabras de Fernando de los Ríos.
Durante la II República, se limitó la jornada laboral a ocho horas y se legisló contra la explotación infantil

Fue la primera vez que se reconocieron y garantizaron derechos sociales como asistencia a los enfermos y ancianos, protección a la maternidad y a la infancia, o la garantía a los trabajadores y trabajadoras de una "existencia digna" mediante protección en casos de accidente, paro forzoso, vejez, invalidez y fin
. El ministerio dirigido por Francisco Largo Caballero estableció la jornada laboral de ocho horas y la obligatoriedad de seguros por maternidad y enfermedad. Además, prohibió el trabajo en menores de 14 años de edad.

Desde los gobiernos progresistas republicanos, se trató de implementar un sistema sanitario público y gratuito, similar al proyecto educativo. Sin embargo, el acceso al gobierno de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), una organización reaccionaria y contrarreformista, impidió el desarrollo y la efectividad de las políticas más tras*gresoras del Bienio Reformista.

Un nuevo modelo de organización territorial

La novísima y joven Constitución estableció un modelo de organización territorial muy distinto al Estado centralizado que caracterizaba el reinado de Alfonso XIII: se trataba, por primera vez, de un Estado Integral (algo cercano al federalismo).
Esta nueva forma territorial respondía a las demandas del nacionalismo catalán y vasco, fundamentalmente, que habían surgido a principios del siglo XIX, y establecía la posibilidad de la existencia de autonomías con sus propios gobiernos e instituciones regionales. No obstante, debido a la breve vigencia de la República, sólo se lograron aprobar el Estatuto de Catalunya y el Vasco, impulsados por Esquerra Republicana y el PNV.

Un programa de justicia social

Fernando del Rey: "Millones de españoles vivieron la proclamación de la II República como un tiempo de esperanza"
Las aspiraciones políticas y sociales de los gobiernos progresistas trataron de traer a España una serie de reformas basadas en la justicia social. "El objetivo no es otro que la supresión de injusticia", declaraba Alcalá Zamora en su primer discurso como nuevo jefe del jovencísimo Estado republicano.

Sus reformas y cambios sociopolíticos supusieron un cambio en el sentido común de muchos ciudadanos. Por primera vez, en España había triunfado la democracia por encima de cualquier otro principio y así lo recogió y representó la Constitución de 1931. Las tras*formaciones fueron tan profundas y su calado fue tal, que se la considera la progenitora de nuestra Constitución actual.

Muchos historiadores han reflexionado sobre si la democracia actual se reconoce como heredera de la de entonces. "Muchos millones de españoles, sobre todo en las grandes y medianas ciudades e incluso en algunas zonas agrarias, vivieron la proclamación de la II República como un tiempo de esperanza, que abrió muchísimas ilusiones", declaraba el catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos, Fernando del Rey Reguillo en una entrevista para Efe. Si la tras*ición Española tuvo algún referente en materia de derechos sociales no fue otro que la legislación promulgada desde los gobiernos de la II República.

Parece como si fueras republicano.
 
¿Feminismo en los años 30? ¿What? El feminismo no nace hasta los años 60.


Por otra parte, Clara Campoamor era LIBERAL. Si viviese hoy en día, toda la izquierdada pogre la estaría tachando de "fascista".
 
¿Feminismo en los años 30? ¿What? El feminismo no nace hasta los años 60.


Por otra parte, Clara Campoamor era LIBERAL. Si viviese hoy en día, toda la izquierdada pogre la estaría tachando de "fascista".
El feminismo existe desde la Revolución francesa.
 
Creo que lo mas destacable que hizo la republica fue el programa de educación. El resto de "derechos sociales" se empezaron a aplicar ya en la restauración, al igual que continuaron con el Franquismo y la posterior democracia. Y se debe a la capitalización y desarrollo progresivo del país. Lo que no se puede hacer es intentar dar paguitas como en Europa si eres un pais tercermundista como Venezuela, al final tu economia no lo aguanta y se va a la cosa. Que fue lo que le paso a la Republica en parte. Intentaba recaudar mas no a costa de aumentar la productividad, infraestructuras o crear qriqueza, sino que lo que siempre hacen los comunistas que es el expolio a las clases pudientes y después cuando se agotan al resto de clases.
 
Posteriormente, gracias al insistente debate liderado por las feministas, se logró aprobar el derecho al voto femenino, que pudieron ejercer todas las mujeres por primera vez en las elecciones generales del 1933, 64 años más tarde de que se instituyera el sufragio masculino.

La izquierda no quería el voto femenino, porque decían que las mujeres iban a votar todas a las derechas.
 
Los de Pábliko siempre barriendo para su casa.

Parte de los proyectos mejor que no prosperasen, otros los asumió el franquismo y algunos, como la cuestión territorial, ya se probaron desastrosos en la misma Guerra Civil: Catalunlla y Vascongadas fueron traidoras y desleales como de costumbre.
 
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