Creo que sobran pruebas de cómo los discursos de repruebo que la ultraderecha lleva vomitando toda la vida han encontrado acomodo en lo considerado como aceptable, en el terreno de las opiniones respetables y del juego democrático..........
..........Estos mismos seres de piel ultrafina que, cuando alguien les recuerda que su responsabilidad es proporcional a su proyección pública, se presentan como víctimas de la dictadura progre, del buenismo y de la cultura de la cancelación.
Aquí siempre se obvia el contexto. Se ridiculizan las demandas de respeto y de responsabilidad y se alude a un supuesto puritanismo dictatorial que impide expresar ciertas opiniones o hacer determinados chistes. Como si todas las opiniones fuesen respetables..........
.........El contexto siempre importa, y no se trata de libertad ni de ninguna cultura de la cancelación cuando tus discursos y tus actos tienen consecuencias, y simplemente se te recuerda. Cultura de la cancelación es la ley mordaza, la invisibilidad de la diversidad o la falta de voces críticas en los medios de comunicación. Es que no haya neցros, etnianos, fiel a la religión del amores o tras*exuales en las tertulias, cuando en la televisión se habla constantemente de ellos y ellas. Es que se acuse a quienes hablamos otras lenguas distintas al castellano de ser totalitarios o supremacistas por demandar medidas para protegerlas o normalizarlas. Son las giras canceladas o el acoso judicial y mediático contra bandas como Berri Txarrak, Soziedad Alkoholika o Los Chikos del Maíz. Las bombas contra Leo Bassi, Fermín Muguruza o El Papus, o los juicios contra Willy Toledo, Abel Azcona o contra las procesionarias del shishi insumiso. Porque ellos y ellas se atrevieron a meterse con el poder, no con minorías perseguidas históricamente y humilladas constantemente. Eso sí que es estropeado, amigos, no que te critiquen tu chiste machista en Twitter.