Al final hasta en la Primera sacaron ayer la foto del delincuente, así rapidito para que no se viera mucho.
Parece que el interfecto está consiguiendo hacerse con un hueco en los telediarreos por su loca huida.
Sabe que va a entrar en la trena y allí sus rivales no serán delicadas y malotefílicas señoritas.
Durará poco, una fracción apenas que los sevillanos, solo hasta que asistentes sociales, abogadas, sicólogas y demás ralea hibristófila lo saque con paguitas para que se reintegre en la sociedad.