Los patriotas franceses dicen: «Francia está al borde de una guerra civil, aunque los políticos intenten ocultarlo a la población»

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Realizo una traducción aproximada:

h t t p s://ripostelaique.com/

La guerra civil está ya ante nosotros, pero los políticos lo esconden a los franceses
10 agosto 2022 Jacques Guillemain FRANCE ORANGE MECANIQUE 220


Esta guerra civil que arrasará con todo y nos destruirá, nuestros electos se obstinan en no verla.

Laurent Nunez niega el riesgo de guerra civil, niega las zonas de no derecho, niega el separatismo de hecho, niega la huida de los franceses autóctonos, judíos o cristianos del 9-3, niega la explosión de los tráficos de droja, niega la expansión del islam radical y de la charía en los barrios, niega la violencia contra los representantes del Estado y las agresiones bajo el grito de Allahu akbar, niega el retroceso de la República por dondequiera que los imanes tejan su telaraña.

Al negar estas realidades catastróficas para el porvenir de nuestro país, Nunez se hace cómplice del islam político que no cesa de extenderse día tras día, desmembrando inexorablemente la nación.

Porque el día en que los caídes y los imanes se alíen, será la agitación, probando que los militares tenían razón.

Este miedo del poder, de afrontar la siniestra realidad, conduce a la Francia a la tumba.


Francia no escapará a la guerra civil, cuyas semillas son sembradas por ella misma desde hace 40 años. No nos hagamos ilusiones.


Por otra parte, la guerra civil silenciosa, con sus ataques con cuchillo y violencias múltiples, ya la tenemos aquí, portadora de mañanas trágicos.

La guerra civil amenaza desde hace años, cada vez menos insidiosa, cada vez más visible. Muchos lo anunciaron y todas las alarmas están encendidas, pero el pueblo y las élites siguen rehusando ver el peligro que tienen delante. Sin embargo, es el mayor desafío existencial que nuestro país deberá afrontar en un futuro próximo. Y este futuro se anuncia sangriento.

Creyendo que la paz civil es un conquista eterna, pensamos en «poder adquisitivo» y en confort material, cuando habría que pensar en seguridad prioritariamente. Muchos países han caído en la tragedia por haber creído ingenuamente que las culturas pueden mezclarse sin peligro alguno. En realidad, danzamos sobre un volcán desde hace decenios, ignorando ostensiblemente los signos de alerta lanzados por unos pocos políticos clarividentes y valientes.

Jean-Marie Le Pen y Michel Poniatowski son de estos últimos. Son los políticos que han ofrecido el discurso más lúcido, sin pelos en lengua, anunciando, desde 1990, que Francia, si no se despierta, conocerá otra vez algunos Saint-Barthélémy. La palabra es terrible y dura de sobrentendidos. Y si Le Pen ha sido diabolizado por haber dado el toque de alarma, nadie tacharía a Michel Poniatowski de fascismo o de racismo. Los dos han declarado su patriotismo y su rechazo de querer que su país desaparezca, arrastrado hacia un caos racial y a conflictos interconfesionales devastadores. ¿Dónde está el mal?

Si numerosos autores también han dado la voz de alarma, es necesario constatar que sus escritos, tan brillantes como son, son rápidamente olvidados. Francia, que ha perdido toda soberanía, ya no tiene ningún poder en materia de política migratoria. El mundialismo y el multiculturalismo se han convertido en los pilares de toda nuestra política interior. Unos dogmas incontenibles.

Signatario del Pacto de Marrakech, el cual viene a legalizar la clandestinidad, Francia ya no domina su destino. Y no contemos con Macron para reducir la fractura identitaria, cada vez más abierta. Macron solamente sabe capitular.

Un poder incapaz de expulsar a un imán extranjero predicador del repruebo, incapaz de poner fin a las odiseas salvajes, a los innumerables ataques a las comisarías, a las 1000 agresiones gratuitas por día, a los 120 ataques con cuchillo cuotidianos, a los 45000 incendios de coches anuales, a las 100000 violaciones por año, incapaz de poner fin a los 1700 actos anticristianos y antisemitas, un poder incapaz de proteger a sus policías, a sus bomberos, a sus profesores, a sus sanitarios constantemente agredidos, un poder que legisla sin jamás tener el valor de hacer respetar estas leyes por quienes se oponen frontalemente a la República, un tal poder solo puede conducirnos a la tragedia.

Muchos cuentan con el ejército para salvar el país del caos. Cierto, nuestros militares no se quedarán impasibles frente al naufragio programado de la Francia, entregada a unos inconscientes e incapaces, borrachos de su ideología mundialista.

Sí, el ejército se mueve puesto que rehúsa tener que ver a la Francia sumergirse en el caos y sin duda en la guerra civil, si este poder también inconsciente que timorato rehúsa el tomar en cuenta la amenaza existencial que se cierne sobre el país.

Pero yo no creo en un golpe de Estado, puesto que no hay institución más respetuosa que el Ejército. No sabríamos reprochárselo. Solo en caso de desobediencia del poder civil es que el Ejército tomará el poder. Dicho esto, yo creo sin embargo que este apoyaría a toda insurrección del pueblo, rechazando la desintegración de la nación bajo los asaltos de los comunitarismos. El asalto identitario salvador, si un día sobreviene, será primero de todo civil, dado que el Ejército tiene solamente un derecho: callarse.

Para empezar, hemos tenido la tribuna de los generales y militares jubilados, en mayo del 2021, que denunciaban la inercia del poder frente al riesgo de guerra civil. Todos fueron tratados con desprecio, diabolizados, cubiertos de fango y sancionados por algunos de entre ellos. ¡Tratados de sediciosos por haber dicho la verdad! Políticos y medias han denunciado la forma, sin jamás evocar el fondo, sin embargo vital para futuro de Francia. Todo ello resulta simplemente fistro e irresponsable.

¿Su crimen? Amar Francia que han defendido aun a riesgo de sus vidas y que han rechazado verla morir. El poder muestra más respeto por los enemigos de la República, a los que temen por encima de todo, que por sus servidores más fieles, que vertieron su sangre por la nación.

Hemos tenido seguidamente la carta abierta a las autoridades civiles y militares, firmada por varios generales en activo, apoyando la de sus antepasados y de la cual pueden ustedes ver algunos extractos:

Valeurs Actuelles publica una nueva tribuna de militares

« Nuestros antepasados, son combatientes que han merecido que se les respete. So, por ejemplo, los viejos soldados cuyo honor ustedes han pisoteado estas últimas semanas».

«Hemos visto con nuestros propios ojos los barrios abandonados, los arreglos con la delincuencia. Hemos sufrido las tentativas de instrumentalización de varias comunidades religiosas, para quienes Francia no significa nada —solo un objeto de sarcasmos, de desprecios e incluso de repruebo».

«Vemos la violencia en nuestras ciudades y pueblo. Vemos el comunitarismo instalarse en el espacio público, en el debate público. Vemos el repruebo a Francia y a su historia, y cómo ellos ya es lo habitual».

«Esta decadencia, la hemos visto en muchos países en crisis. Precede al derrumbe. Anuncia el caos y la violencia, y contrariamente a lo que ustedes afirman aquí o allá, este caos y esta violencia no vendrán de un “pronunciamiento militar” sino de una insurrección civil.»

«Cobardía, traición, perversión: esta no es nuestra visión de la jerarquía. El Ejército es, contrariamente, por excelencia, el lugar en donde uno se sincera porque uno compromete su vida.»


«Sí, si una guerra civil estalla, el Ejército mantendrá el orden en su propio suelo, sí, de nuevo, la guerra civil incuba en Francia y ustedes lo saben perfectamente.»

«Reaccionen, señoras y señores. Se trata de la supervivencia de nuestro país, de vuestro país.»

Sí, es verdaderamente necesario ser fistro, traidor y perverso para ignorar a estas dos tribunas de nuestros generales y militares.

Incluso el general Pierre de Villiers, que predica a la vez «el amor y la firmeza» en nuestros barrios, reconoce que el riesgo de guerra civil es muy real.



Pero los militares no son los únicos en vislumbrar la amenaza y dar la alarma.

En su blog del 8 de febrero del 2021, Ivan Rioufol da la palabra a Didier Lemaire, profesor de filosofía en Trappes, el cual vive bajo protección policial después de haber dicho estas terribles verdades que Macron se obstina en ocultarnos.

Sí, en Francia, entre quienes hemos acogido, algunos no toleran que se denuncie sus comportamientos hostiles y amenazan de fin a los ciudadanos que rehúsan doblegarse. ¿Hará falta que la policía proteja a todos los ciudadanos que proclamen la verdad?

Puesto que, a fuerza de renuncia permanente y de sumisión temerosa, nos hemos convertido en los rehenes de nuestros pagapensiones.

La guerra civil, esa amenaza ocultada

Título del artículo : «La guerra civil, esa amenaza oculta»


Lo que denuncia Didier Lemaire, es la empresa islamista en nuestros municipios. Invitado por Pascal Praud en CNews, el profesor manifestó:

«Mis alumnos ya no se sienten franceses, en absoluto… Ya nadie está en estado de paz. Tenemos que vérnoslas con enemigos… Hay que actuar lo antes posible, de aquí a seis meses o un año, puesto que esos jóvenes educados en la idea de que los franceses son el enemigo pasarán al acto. ¡Es hora de que los franceses despierten!»

En Le Point, Lemaire declaró igualmente: «Los integristas están teniendo éxito en sus procesos de purificación. Es aterrador. Todo se está acelerando: en dos años, he visto más tras*formaciones entre los jóvenes y en el espacio público que en estos 18 últimos años. En nuestros días, los atentados a la laicidad son colectivos y muy bien organizado.»

«No estamos lejos de un escenario al estilo argelino. Necesitamos leyes de excepción que apunten al enemigo y que se apliquen solamente al enemigo.» Este hombre de izquierdas también dice: «Hay personas en el territorio que no deberían estar ahí.» Lemaire estima que es sobre todo una respuesta militar la que no puede ser excluida.

Este artículo data de febrero del 2021. ¿Qué ha hecho Macron? ¡Nada! ¿Qué ha hecho la derecha y el RN? ¡Nada! Y durante toda la campaña electoral, ¡solo preocupaba el poder adquisitivo! El único candidato lúcido y valiente, muy decidido a salvar la Francia del naufragio identitario y de la guerra civil, Éric Zemmour, ha sido diabolizado, insultado, despreciado hasta el punto de terminar con un 7 % de los sufragios.

¡Cuán Francia es inconsciente de la amenaza!

¿Debe recordarse que las 3/4 de nuestros jóvenes fiel a la religión del amores ubican su religión por encima de la ley de la República?

¿Debe recordarse que la guerra civil en Argelia, en los años 1990, produjo 200.000 muertos en seis años?

¿Debe recordarse que en el Líbano, la Suiza del Oriente Próximo de los años 1960, la guerra civil interconfesional duró 15 años y destruyó al país?

¿Debe recordarse que, cuando la independencia de la India, en 1947, hubo que crear el Pakistán para aquel 20 %, fiel a la religión del amores, y que las masacres entre hindús y fiel a la religión del amores hicieron 500.000 muertos?

¿Debe recordarse que los cristianos son perseguidos en una cincuentena de países, la mayor parte fiel a la religión del amores?

¿Debe recordarse que no existe ningún país islámico en el que la igualdad religiosa sea una realidad? Por todas partes las condenas llueven por «ofensa a la religión», «insulto al islam», «ultraje al profeta».

Incluso en el Magreb, región de la que uno podría esperar sea más abierta teniendo en cuenta sus relaciones con Francia, es cerrado a toda tolerancia hacia los no fiel a la religión del amores. Nada de matrimonios mixtos y ostracismo permanente sobre los cristianos.

Cristianos en países islámicos: ¿por qué tanto repruebo?

¿Debe recordarse que los judíos fueron paulatinamente expulsados del 9-3 sin que el Estado hiciese nada?

¿Debe recordarse que Francia es, según un estudio internacional publicado en junio del 2017, el país más afectado por los atentados islamistas cometidos en Europa y en América del Norte?

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¿Debe recordarse que Francia concentra, este solo país, un 44 % de los atentados islamistas y un 42 % de las víctimas en Europa, con 271 muertos desde 2012?


¿Debe recordarse que el objetivo de los Hermanos fiel a la religión del amores es conquistar Europa para someterla a la charía?

«El propósito conquistador de los Hermanos fiel a la religión del amores en Europa»

¿Debe recordarse que, desde 1979 hasta 2021, ha habido en el mundo 48.035 atentados islamistas que han producido 210.138 muertes?


Según el Pew Research Center, el porcentaje de fiel a la religión del amores en Francia se habrá duplicado en el 2050 si el ritmo de la inmi gración no disminuye. En 2050, tendremos un 18 % de fiel a la religión del amores. ¿Cuántos de ellos se habrán asimilado, cuántos llevarán a cabo la yihad?

Entre un 12 y un 18 % de fiel a la religión del amores en Francia de aquí a 2050, según un estudio

Todos estos enlaces nos muestran que una guerra civil en Francia no es un delirio de derechas, sino una amenaza muy real.


Cuando oigo a Darmanin acusar a nuestros militares de cobardía porque guardan el anonimato, le respondo que estos cobardes dan su vida, en el Sahel o en otros lugares en Opex, mientras que él, pequeño ministro del Interior arrogante, nunca ha tenido un fusil en su vida. Un poco de decencia señor ministro. Sus estados de servicio no le hacen grande y no le autorizan a insultar a nuestros soldados.

El drama de Francia es que unas leyes liberticidas han amordazado a sus ciudadanos, al punto de que los patriotas son arrastrados por el fango tan pronto como expresan sus temores, mientras que los enemigos de la República pueden proclamar su repruebo a Francia en videos asesinos con total impunidad.

Solo se atiende al coro de lloronas que se quejan de racismo y de islamofobia, mientras que hay millones de pagapensiones que rechazan asimilarse y que traen problemas debido a sus comportamientos rebeldes a la República.

Francia no podrá evitar la guerra civil, a menos que imponga a sus pagapensiones una elección ineludible: asimilarse o largarse.

Cualquier otro discurso, cualquier renuncia en nombre de una suicida tolerancia unilateral, conducirá a espontosos Saint-Barthélémy.

Poniatowski lo proclamaba hace 30 años. Ni un solo político le ha hecho caso, sino que han preferido acallar la verdad por temor a disturbios.

La erupción del volcán no podrá ser más terrorífica.

Jacques Guillemain

Menuda paliza te has metido a traducir.
 
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