El artista Sean Scully abandona Barcelona harto del catalán y el nacionalismo
El celebrado artista visual Sean Scully, nacido irlandés y nacionalizado norteamericano, ha abandonado su casa en Barcelona, donde residía parte del año junto a su esposa, la fotógrafa suiza Lilianne Tomasko, según cuenta el propio pintor en un reportaje del 'Financial Times'. Scully y su esposa, que hablan con fluidez castellano, dicen haberse visto obligados a marcharse por el clima nacionalista de la ciudad. "
En Barcelona, ibas a reuniones y hablaban siempre en catalán, como diciendo ‘te jorobas’", cuenta el pintor. Además, en ese mismo artículo se queja de que al hijo de la pareja, Oisin, un chico de 12 años escolarizado en Barcelona, le decían que debería hablar catalán, en lugar de español durante el recreo. El artista, de 76 años, que tiene casas y estudios en Nueva York, Londres, Múnich y Berlín, se ha quejado de la presión que asegura haber sufrido: "Y al final, no pudimos soportar Barcelona por esa cosa".
Scully y Tomasko han cambiado su residencia en Barcelona por la ciudad francesa de Aix-en-Provence. Nominado dos veces para el premio Turner, el pintor, que ha expuesto en Europa y Estados Unidos, tiene obra en museos tan importantes como el
Metropolitan, el MoMa y el Guggenheim de Nueva York.