Hola a todos, me llamo Luís, tengo 21 años y estudio periodismo, os leo desde hace tiempo y tenía que contaros esto. Es superfuerte.
Los padres de un amigo, la familia De la Cierva, se dedican al negocio inmobiliario. Su progenitora, Lourdes, tiene alrededor de 45 años, que lleva el teléfono junto con una chica que se encarga de captar inmuebles.
Su padre, Luís De la Cierva, tiene alrededor de 55 años y lleva todo el papeleo jurídico.
A juzgar por el ritmo de vida que llevan (BMW, club de tenis, vestimenta fashion) parece ser que les va bastante bien.
Este fin de semana me invitaron al Chalet que tienen cerca de la Sierra.
Mi amigo y yo nos presentamos el viernes por la noche, poco antes de la cena.
Pues bien, estábamos los cuatro cenando cuando de repente sale el tema de los pisos (je, je, je, en ese momento me acordé de todos vosotros).
La señora Lourdes, que se sentaba frente a mí, empezó a decir que la cosa se está poniendo muy antiestética, que no se vende nada y que la gente ni se acerca a la oficina interesándose por comprar. Para ella esta situación es muy grave y no descarta que se produzca una crisis sin precedentes.
El padre, Luís, se mostraba más reacio a hablar del tema y se limitaba a decir que tan pronto dejen de subir los tipos de interés todo volvería a la normalidad, y que esto ya había pasado otros años, que no había ningún problema.
Mi amigo cortó la conversación, pues Toby, el perro pastor, se puso a ladrar, de manera que David bajó al porche a llevarle los huesos del cordero asado.
Fue en ese momento cuando pasó algo que llamó mi atención, Doña Lourdes, me miraba fijamente de una forma extraña, al tiempo que el marido se limitaba a tomarse la crema de melón con salsa de nueces.
¡Había un silencio raro, como si fuera a pasar algo!
De repente noté como algo me presionaba por debajo de la mesa, miré hacia abajo y aluciné al descubrir que era el pie desnudo de Lourdes frotándome toda mi verga. Jamás me había pasado algo parecido, estaba enormemente contrariado, pues lo estaba haciendo de forma muy descarada, no entiendo como su marido no se daba cuenta.
Dª Lourdes era una persona de cara guapa, regordeta, pero extremadamente atractiva.
Aquella noche estaba radiante, su cuerpo estaba cubierto por un elegante traje neցro liso con un profundo balcón, llevaba el pelo suelto, mostrando una hermosa melena tonalidad azabache. Sus labios eran carnosos, y tenía unos ojos neցros, que resaltaban toda su cara.
Jamás me hubiese imaginado esta situación, la verdad es que era una situación incómoda, pero yo estaba tremendamente excitado.
Frente a mí, una mujer casada, tocándome, y al lado, su ingenuo marido tomándose la crema de langosta, sin enterarse aparentemente de nada.
tras*currieron varios minutos y mi amigo, David, se reincorporó a la cena y volvió a sacar el tema de la vivienda. Comentó que las ventas habían bajado un 40% y suerte de que ahora llevaban también temas de alquiler. Dª Lourdes, la más impulsiva, empezó a decir que si esto no cambiaba iban a tener que cambiar de actividad. Incluso barajaba la posibilidad de crear una empresa en el extranjero ante un posible colapso financiero español.
Por cierto, son del PP y comentan un rumor acerca de que un ex dirigente del FMI va a volver a la política española, pero en la siguiente legislatura, ahora va a estar ocupadillo desviando fondos económicos. Esta gente, la familia De la Cierva, está muy metida en el meollo político, y se enteran de todo lo que se mueve en la oligarquía española.
Pues bien, acabamos de cenar y Lourdes propone hacer dos grupos de trabajo: por una parte, dos se dedican a recoger y fregar los platos; por otra, otros dos se limitan a limpiar la piscina.
¡Imaginaros quién me toco de pareja para fregar!
Pues bien, estábamos fregando los platos: Lourdes enjabonaba, mientras yo aclaraba con agua. De pronto, Dª Lourdes me miró sonriendo de forma guasona y me preguntó si me lo había pasado bien durante la cena, al tiempo que se dirigía hacia la cremallera de mi pantalón bajándola y descubriendo todo mi miembro viril erecto.
En ese momento se me planteo un problema de principios, que muy pronto lo resolví cuando Dª Lourdes introdujo mi miembro viril en su boca y empezó a relamerlo como si fuera un postre de helado.
Estaba enormemente excitado y no dudé en levantar el vestido de Lourdes, que por cierto, mi grata sorpresa al descubrir que no llevaba ropa interior, le acaricié el vello púbico para posteriormente tocar su vagina, suavemente, que estaba totalmente humedecida.
Lourdes me rogó que la penetrara y yo accedí a complacerla, como buen burbujista. Se subió a la pica mostrándome su tersa y esbelta espalda, para yo empezar a penetrarla una y otra vez, suavemente pero con firmeza.
Estábamos allí los dos, Dª Lourdes apoyada en la pica y yo penetrándola por detrás. De repente, noté un ruido, como si alguien estuviera detrás de nosotros presenciando todo lo que estaba pasando, me giré y (continuará…).
Publicidad: “tendremos corralito”, que no os quepa la menor duda pandilla de viciosos.
Los padres de un amigo, la familia De la Cierva, se dedican al negocio inmobiliario. Su progenitora, Lourdes, tiene alrededor de 45 años, que lleva el teléfono junto con una chica que se encarga de captar inmuebles.
Su padre, Luís De la Cierva, tiene alrededor de 55 años y lleva todo el papeleo jurídico.
A juzgar por el ritmo de vida que llevan (BMW, club de tenis, vestimenta fashion) parece ser que les va bastante bien.
Este fin de semana me invitaron al Chalet que tienen cerca de la Sierra.
Mi amigo y yo nos presentamos el viernes por la noche, poco antes de la cena.
Pues bien, estábamos los cuatro cenando cuando de repente sale el tema de los pisos (je, je, je, en ese momento me acordé de todos vosotros).
La señora Lourdes, que se sentaba frente a mí, empezó a decir que la cosa se está poniendo muy antiestética, que no se vende nada y que la gente ni se acerca a la oficina interesándose por comprar. Para ella esta situación es muy grave y no descarta que se produzca una crisis sin precedentes.
El padre, Luís, se mostraba más reacio a hablar del tema y se limitaba a decir que tan pronto dejen de subir los tipos de interés todo volvería a la normalidad, y que esto ya había pasado otros años, que no había ningún problema.
Mi amigo cortó la conversación, pues Toby, el perro pastor, se puso a ladrar, de manera que David bajó al porche a llevarle los huesos del cordero asado.
Fue en ese momento cuando pasó algo que llamó mi atención, Doña Lourdes, me miraba fijamente de una forma extraña, al tiempo que el marido se limitaba a tomarse la crema de melón con salsa de nueces.
¡Había un silencio raro, como si fuera a pasar algo!
De repente noté como algo me presionaba por debajo de la mesa, miré hacia abajo y aluciné al descubrir que era el pie desnudo de Lourdes frotándome toda mi verga. Jamás me había pasado algo parecido, estaba enormemente contrariado, pues lo estaba haciendo de forma muy descarada, no entiendo como su marido no se daba cuenta.
Dª Lourdes era una persona de cara guapa, regordeta, pero extremadamente atractiva.
Aquella noche estaba radiante, su cuerpo estaba cubierto por un elegante traje neցro liso con un profundo balcón, llevaba el pelo suelto, mostrando una hermosa melena tonalidad azabache. Sus labios eran carnosos, y tenía unos ojos neցros, que resaltaban toda su cara.
Jamás me hubiese imaginado esta situación, la verdad es que era una situación incómoda, pero yo estaba tremendamente excitado.
Frente a mí, una mujer casada, tocándome, y al lado, su ingenuo marido tomándose la crema de langosta, sin enterarse aparentemente de nada.
tras*currieron varios minutos y mi amigo, David, se reincorporó a la cena y volvió a sacar el tema de la vivienda. Comentó que las ventas habían bajado un 40% y suerte de que ahora llevaban también temas de alquiler. Dª Lourdes, la más impulsiva, empezó a decir que si esto no cambiaba iban a tener que cambiar de actividad. Incluso barajaba la posibilidad de crear una empresa en el extranjero ante un posible colapso financiero español.
Por cierto, son del PP y comentan un rumor acerca de que un ex dirigente del FMI va a volver a la política española, pero en la siguiente legislatura, ahora va a estar ocupadillo desviando fondos económicos. Esta gente, la familia De la Cierva, está muy metida en el meollo político, y se enteran de todo lo que se mueve en la oligarquía española.
Pues bien, acabamos de cenar y Lourdes propone hacer dos grupos de trabajo: por una parte, dos se dedican a recoger y fregar los platos; por otra, otros dos se limitan a limpiar la piscina.
¡Imaginaros quién me toco de pareja para fregar!
Pues bien, estábamos fregando los platos: Lourdes enjabonaba, mientras yo aclaraba con agua. De pronto, Dª Lourdes me miró sonriendo de forma guasona y me preguntó si me lo había pasado bien durante la cena, al tiempo que se dirigía hacia la cremallera de mi pantalón bajándola y descubriendo todo mi miembro viril erecto.
En ese momento se me planteo un problema de principios, que muy pronto lo resolví cuando Dª Lourdes introdujo mi miembro viril en su boca y empezó a relamerlo como si fuera un postre de helado.
Estaba enormemente excitado y no dudé en levantar el vestido de Lourdes, que por cierto, mi grata sorpresa al descubrir que no llevaba ropa interior, le acaricié el vello púbico para posteriormente tocar su vagina, suavemente, que estaba totalmente humedecida.
Lourdes me rogó que la penetrara y yo accedí a complacerla, como buen burbujista. Se subió a la pica mostrándome su tersa y esbelta espalda, para yo empezar a penetrarla una y otra vez, suavemente pero con firmeza.
Estábamos allí los dos, Dª Lourdes apoyada en la pica y yo penetrándola por detrás. De repente, noté un ruido, como si alguien estuviera detrás de nosotros presenciando todo lo que estaba pasando, me giré y (continuará…).
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