LOS NUEVOS POBRES: A punto de pasar hambre

MonteKarmelo

Madmaxista
Desde
28 Jun 2006
Mensajes
7.055
Reputación
12.195
De este fin de semana en el suplemento dominical del diario El Mundo, testimonios de gente que lo esta pasando mal, recetas anticrisis y tres presuntos owneds:

- EL MUNDO | Suplemento cronica 678 - A punto de pasar hambre

¿Una exageración? En absoluto: un redactor ha recorrido centros de ayuda en Madrid y ha descubierto hasta a la mujer del número dos de Gescartera. Ya hay recetas de pobres contra el hambre.

Es probable que yendo a comprar este periódico se haya cruzado con alguno. Quizás ese vecino de chaqueta limpia, sospechosamente la misma desde hace varios meses; la amiga que ya no va a la peluquería —«Claro, hija, es que no tengo ni tiempo...»— o esa pareja de jóvenes con hijo que esconde su delgadez tras anchas cazadoras. Son españoles. Tienen techo. A veces hasta un sueldo. Y no les llega para comer. Son los nuevos pobres. Los pobres invisibles.

Rostros ocultos de la crisis que, tras una década de bonanza, vuelven a hacer cola en comedores sociales, dispensarios de ropa y en las puertas traseras de las parroquias .

Julián lleva 18 años llenando carros de la compra raídos en un bajo del Barrio de las Letras. Allí, la obra social de San Vicente de Paúl gestiona un banco de alimentos caritativo para los más necesitados. Los ojos de Julián, a sus sesenta y largos años, son dos sismógrafos vivarachos que han registrado la evolución de la pobreza en la capital.

«Hace 15 años, venían unas diez familias por tarde y eran todas españolas. Durante los últimos diez años, sólo pagapensiones, jovenlandeses y latinoamericanos. Desde hace unos meses, los españoles han vuelto así», y alza sus manos, juntando los pulgares con el resto de sus dedos de forma continuada, «a puñados».

El reparto de comida tiene lugar dos días por semana. Unas 30 personas por tarde, es decir, 240 al mes. La mitad de los que acudieron el pasado jueves eran españoles. Como Isabel, que aparece con sus dos retoños, y su destartalado carro de la compra con estampado de tartán escocés. Los pequeños, de cuatro y seis años, relucen como una patena, aunque viven en una chabola. Su marido frisaba los 1.000 euros como barrendero y ella se apañaba como reponedora de madrugada en un hipermercado por 380 euros al mes. Perdieron sus empleos.

Ahora el padre de familia ha vuelto a recoger chatarra, mientras ella mete cajas de galletas y leche en su carro. Un paquete valorado en unos 25 euros que ni siquiera le apaña su problema de esta semana: cómo narices comprar el chándal a 39,90 euros que le exigen a los niños... «¡en un colegio público!».

La organización Cáritas dio la voz de alarma esta semana al anunciar que, en 2008 en Madrid, un 15% más de familias ha pedido ayuda de primera necesidad para poder subsistir. Crónica ha preguntado en organismos caritativos de toda España y la radiografía es semejante, si no más grave que en la capital. En Cáritas Barcelona hubo tantas solicitudes de ayuda en los primeros seis meses de 2008 como en todo 2007. En La Rioja y Valencia ha crecido también el número de familias atendidas. En Jerez, la cifra se ha duplicado y el cambio no es sólo cuantitativo: «Llegan muchas familias normalizadas. Rostros que nunca habían acudido a una institución nuestra y menos a los servicios sociales municipales».

«La franja de vulnerabilidad es cada vez mayor. Y no sólo se trata de parados de la construcción, que también. Vemos muchos jóvenes con formación en situación problemática. Pensionistas con 400 euros mensuales. También familias con dos hijos y un sueldo de 1.200 euros, ahogadas por el desmesurado crecimiento de la hipoteca», explica Begoña González, coordinadora de voluntariado de la Sociedad San Vicente de Paúl.

En la parroquia San Alfonso María de Ligerio, en el corazón de Campamento, barrio con pedigrí obrero de Madrid, el padre José y los voluntarios están asustados por las «estampas de posguerra» que afluyen desde el pasado mes de mayo al despacho de Cáritas. Madres llorando porque no tienen nada que servir a sus hijos en la cena, otras con el aviso de desahucio en la mano y hasta quien ha reconocido que había dado de desayunar a sus hijos agua caliente con canela para engañar al hambre.

Visi, voluntaria de 67 años, tira de la sabiduría que otorgan los tiempos duros —seis hijos criados con un sueldo de maestro— para recomendar a las madres recetas de las de antes: «Los que menos tienen son los que menos aprovechan. Antes no había hueso del que no se sacase un caldo».

Muchos llegan tarde a la parroquia, cuando ya oscurece, para que nadie les vea en el barrio. El párroco asegura hacer malabares para repartir la ayuda: «Las demandas se han triplicado. Ya no vienen sólo los pobres de siempre. Es una pobreza invisible porque su aspecto sigue siendo bueno. Vivían al filo de la navaja y ahora no pueden con gastos que antes sí podían. Se han quedado fuera en una sociedad organizada en torno al consumo». Fuera del cine, de la gasolina, de la ropa nueva, del regalo de cumpleaños para los hijos, de la cerveza con los amigos...

«Y lo peor puede estar por llegar. Los indicadores son poco halagüeños y anuncian un paro, el año que viene, cercano al 15% —actualmente es del 11,3%—. Otras personas se sostienen por las redes familiares y de amigos. Pero esas redes a veces se rompen», declara a Crónica Javier Hernando, coordinador general de Cáritas Madrid.

CINCO EN 34 METROS

Al pobre Eugenio, con su barba rala, su chaqueta de chándal y sus zapatos lijados, le suena «a cuerno quemado» la creación del fondo de 30.000 millones para la banca anunciado la víspera por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Por el Dow Jones, que ahora cada español sigue con tanta pasión como la clasificación de la Liga, ni le pregunto. Eugenio se jubiló el pasado 1 de septiembre con 61 años. Tras una vida trabajando, le quedan 580 euros mensuales de pensión. Se dice afortunado por tener un techo, aunque sólo sea de 34 metros cuadrados y bajo él se cobijen su progenitora, de 82 años, su segunda mujer, de 35, y sus hijos, de cinco y siete.

Él también acude al banco de alimentos de San Vicente de Paúl: «Cuando tenía dinero, me preguntaba dónde tienen el orgullo los que piden. Ahora no tengo más remedio que venir aquí y decirle a mis hijos que vuelvo de la compra».

Julio Caro Baroja hablaba de la «pobreza vergonzante». Omar Osés, director del centro Santiago Masarnau, la palpa cada día en el barrio de Batán, cinturón proletario de Madrid. El jueves, su comedor gratuito, que puede acoger 60 comensales, batió su triste récord, con 161 bocas hambrientas».«A los españoles les cuesta mucho más venir. Su sensación de fracaso es mayor que la de los pagapensiones, que se lanzaron a un todo o nada y vienen de realidades incluso peores».

A Salvador, 62 años, la vergüenza le costó un infarto. Ingeniero especializado en cultivos, se pasó la vida sembrando riqueza en Centroamérica, trabajando para multinacionales y gobiernos. Hace un año, dejó su casa en Santa Ana (El Salvador), harto de la violencia, y decidió embocar la vejez en España. No hubo forma de encontrar trabajo en Valencia. En Madrid tampoco. La comida que le sirve Pepe, el chef del Masarnau, es la única que tomará hasta mañana. Y ya le ha hecho tres nuevas muescas al cinturón. Él y su mujer malviven en una habitación alquilada, con los 800 euros que gana ella cocinando en una residencia. Dentro de dos meses no la renovarán. Les espera la calle.

El orgullo afilado del español, capaz de gastar lo que no tiene a fuer de aparentar que no le falta de nada, dificulta en muchos casos la ayuda. Cuando en el centro Masarnau pensaron en hacer un comedor anexo para los mayores del barrio, todos levantaron indignados sus cabezas de la partida de mus para dejar claro que no necesitaban nada. A muchos de ellos no les llega para más de una comida al día.

En la calle General Martínez Campos, en pleno centro de Madrid, se halla el mayor comedor de la capital. Tres turnos y 500 plazas. Una mujer que ronda los 70, con pantuflas azules y una rebeca juego sucia sólo de cerca, ni siquiera mira al periodista.

—¿Yo pobre? Señor, sepa que yo vengo a ver a una amiga.

Quince minutos después, la señora sale sin su amiga, pero con su dignidad a paso rápido y la bolsa blanca llena de viandas.

Unos por una cosa, otros por otra, pero el goteo de personas en el banco de alimentos de San Vicente de Paúl es incesante. Cerca de las 19.00 horas, aparece Carmen Sánchez, vestida con un elegante traje de chaqueta neցro. Empuja con distinción su carro de la compra. Se sienta en el pasillo mortecino que hace de sala de espera, extrae su móvil de un bonito bolso y charla despreocupada.

Cuando le toca, coge la ración de las familias numerosas: cinco cartones de leche, dos paquetes de galletas, tres de pasta, harina, refrescos... Su marido, José María Ruiz de la Serna, era rico. Apoderado y número dos de Gescartera, lleva en la guandoca cinco años. Para alimentar a sus ocho hijos, de entre dos y 12 años, ahora recurre a la caridad pública. «Mira dónde hemos acabado», dice Carmen. Su mirada digna y resignada parece una apostilla de los nuevos tiempos: le puede ocurrir a cualquiera.

Recetas de crisis

SOPA DE AJO CON PAN DURO: Jamás tirar el pan duro. Basta hacerlo rebanadas y freírlas. Aparte, se rehogan cuatro dientes de ajo con pimentón. Se mete todo en una cazuela y se cuece. Si es posible, añadir un huevo crudo al final. Éste es uno de los consejos que Visi, voluntaria de Cáritas en una parroquia de Madrid, da a muchas madres necesitadas.

HASTA LAS PATAS DEL POLLO: Las patas de pollo ya ni se venden en los comercios. Se consideran restos, pero su carne es sabrosa. Basta con escaldarlas para quitarles la piel y luego cocerlas. Antes de degustarlas, sirven para un caldo. Visi recomienda no comprar filetes, sino higadillos y mollejas, mucho más baratos. La carne pegada a los huesos sirve para croquetas.

AGUA CON CANELA: En Cáritas han escuchado testimonios como el de una progenitora que, al encontrarse con la despensa vacía por la mañana, intentó engañar el hambre de sus hijos dándoles de desayunar una peculiar infusión: agua bien hirviendo y una cucharadita de canela. Un buen desayuno debería aportar unas 500 calorías a un pequeño.

DE UN YOGUR, OCHO: Pocas neveras españolas carecen de yogures u otros postres lácteos para los pequeños. Visi propone que, en vez de comprarlos, se hagan con una yogurtera y los fabriquen ellas mismas. Con un yogur y un litro de leche, salen hasta ocho. Los españoles gastamos en yogures y lácteos más de 1.500.000 millones anuales.

Ellos compraron esta semana

Plof. El Ibex ha perdido en una semana el 21% de su valor. En los últimos siete días la crisis ha aniquilado las previsiones más pesimistas: más de 90.000 millones de euros al barranco [300.000 millones en lo que va de año]. El ministro de Economía, Pedro Solbes, ya no logra calmar a nadie. Todo suena a catástrofe. Pero hay excepciones. Están Fernando, afeminadormen, Rafa... Esta semana, ellos decidieron que la crisis no podía detener sus planes.

Las ventas de coches han descendido más de un 32% en septiembre. El sector vive los peores momentos. Sin embargo, Fernando Román se compra un todoterreno Lexus de 66.070 euros. «No hay que ser pesimistas. En este periodo de crisis lo que hay que hacer es seguir con nuestras vidas». Fernando, consultor en temas de marketing y nuevas tecnologías, tiene un negocio que se mantiene. «Todo sigue igual para mí, aunque ya no invierto en Bolsa. No es el momento» [dato curioso: una marca de megalujo como Infiniti ha inaugurado su primer concesionario].

Mari Carmen Vargas, empleada del hogar, se ha comprado un adosado en Alcázar de San Juan, Ciudad Real. Pidió un crédito en Caja Madrid y se lo concedieron. El eficaz director de la oficina, Javier Molina, dice: «Este año la cosa no va mal aquí. Llevamos 60 hipotecas; el año pasado, 53. Lógicamente extremamos todas las medidas de control. Pero España tiene que seguir funcionando».

Rafa Llabrés y su hermano Ramón montan Fisi-On) , una clínica de fisioterapia en Mallorca, que abrirá en un mes. «Invertiremos 300.000 euros, el 75% de nuestros ahorros en este centro. Nos lo jugamos [casi] todo». Cerraron un negocio anterior. Suerte a todos.
 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Desde mi punto de vista, un artículo completamente exagerado y creo que queriendo dar una sensación de alarma social con alguna intención oculta. Nadie duda que hay crisis y que hay gente que lo está pasando peor que otra, pero de eso a lo de "agua caliente con canela para engañar al hambre" y otras joyas del artículo que parecen sacadas de un periódico de la posguerra, pues no me lo creo. No digo que no existan historias así, pero en un área muy cerca de la mendicidad que existía antes de la crisis. Lo siento, pero sigo sin ver la famosa crisis por ningún lado. Al revés, creo que la gente cada vez se gasta más y vive mejor. Empiezo creer que nos la están colando por los medios de comunicación para alguna historia rara. La verdad es que no se que pensar.
Es verdad,con billetes se vive de querida progenitora hasta en Ruanda.
 
Volver