A finales del siglo XIX y con más fuerza a principios del siglo XX surge en Turquía un movimiento reformista y nacionalista, que oficialmente se llamaban el Cómité de Unión y Progreso (C.U.P.), pero que oficiosamente eran conocidos como el movimiento de los jóvenes turcos.
Los "jóvenes turcos" se oponían al sultanato y abogaban por una Constitución más o menos liberal, inspirándose en parte en el modelo occidental, pero aspirando también a una especificidad turca.
En 1906 se les unió la autodenominada Sociedad Otomana de la Libertad. En 1908 consiguieron protagonizar un golpe de Estado que impuso una monarquía constitucional pero aspirando a ir más allá. Su base social eran oficiales y suboficales del Ejército, profesores y pequeños funcionarios. Aspiraban a una Turquía relativamente laica, algunos eran ateos.
Cuando en 1913 el sultanato perdió la primera guerra balcánica el CUP tomó el poder y se hizo cargo del Imperio.
El gobierno de la CUP impulsó un ideal panturco nacionalista. El imperio debía sobrevivir mediante la centralización y la homogeneización de la población. El CUP llevó a cabo un programa de «turquización» violenta que afectó desde la primavera de 1914 a la población griega de las islas del mar Egeo y que se extendió luego durante la guerra mundial a otros grupos minoritarios del imperio (sirios, caldeos, árabes o armenios).
En tensión constante con las autoridades conservadoras del Imperio Otomano, durante la 1GM impulsaron el genocidio armenio, al considerar que los armenios no eran auténticos turcos, no eran fieles a Turquía, que eran simpatizantes del entonces enemigo ruso.
Se discute hoy en día si fue algo planificado o una serie de excesos lamentables por parte turca. La versión oficial desde Turquía lo minimiza mucho, sin embargo el salvajismo y crueldad de las represalias contra los armenios, entre 600.000 y 2 millones de víctimas no admiten duda.
Los "jóvenes turcos" se oponían al sultanato y abogaban por una Constitución más o menos liberal, inspirándose en parte en el modelo occidental, pero aspirando también a una especificidad turca.
En 1906 se les unió la autodenominada Sociedad Otomana de la Libertad. En 1908 consiguieron protagonizar un golpe de Estado que impuso una monarquía constitucional pero aspirando a ir más allá. Su base social eran oficiales y suboficales del Ejército, profesores y pequeños funcionarios. Aspiraban a una Turquía relativamente laica, algunos eran ateos.
Cuando en 1913 el sultanato perdió la primera guerra balcánica el CUP tomó el poder y se hizo cargo del Imperio.
El gobierno de la CUP impulsó un ideal panturco nacionalista. El imperio debía sobrevivir mediante la centralización y la homogeneización de la población. El CUP llevó a cabo un programa de «turquización» violenta que afectó desde la primavera de 1914 a la población griega de las islas del mar Egeo y que se extendió luego durante la guerra mundial a otros grupos minoritarios del imperio (sirios, caldeos, árabes o armenios).
En tensión constante con las autoridades conservadoras del Imperio Otomano, durante la 1GM impulsaron el genocidio armenio, al considerar que los armenios no eran auténticos turcos, no eran fieles a Turquía, que eran simpatizantes del entonces enemigo ruso.
Se discute hoy en día si fue algo planificado o una serie de excesos lamentables por parte turca. La versión oficial desde Turquía lo minimiza mucho, sin embargo el salvajismo y crueldad de las represalias contra los armenios, entre 600.000 y 2 millones de víctimas no admiten duda.
Última edición: