A las palmeras les llaman "lolitas".
Hace pocas semanas abrió en el centro de A Coruña una franquicia de esta marca.
Ayer, aprovechando un paseo dominical por el centro, caí en la tentación y me compre una caja de "manolitos" para llevar a casa. Despues de todo, hay que probarlos para poder opinar, sobre todo tras haber generado ciero hype en mi ciuadad con artículo en prensa incluido.
Así que pedí la caja de 16 manolitos, 9,90€. Más de 100 de las antiguas pesetas por cada MINI "cruá sant". 5 variedades les quedaban en el mostrador de las 6 que decían tener. 6 o 7 empleados en la tienda, con una pequeña zona de cafetería que no tenía ninguna mesa ocupada. Todo el mundo comprando para llevar. Incluso, durante mi tiempo de espera, entró un repartidor de globo o deliveroo o cualquier otra empresa de repartos a coger un envío.
Al llegar a casa y probarlos, nada del otro mundo, masa industrial mazacote, bañado en un almibar de mantequilla con algo mas y recubiertos de chocolate neցro, blanco, tres chocolates o sin nada. Una vez y nada más. Hay pastelerías en mi zona que llevan haciendo cruasanes de verdad toda la vida y le dan mil vueltas a estos manolitos. Puro marketing, puro humo. Le auguro poco futuro. Aunque pensandolo bien, con la cantidad de borregos que hay hoy en día, igual hasta triunfan en mi ciudad.