Después de 12 horas remando.
Disfrute de su bienvenida en casa.
Cocina sucia porque Jefferson no tuvo tiempo de limpiar. Salón ocupado por Charo, que pesa 99kg, y su novio.
No ocurre nada. Mi habitación es mi refugio. Allí, en unos metros cuadrados tengo toda la libertad que necesito.
Son las 23, quiero dormir pero la televisión no me deja dormir. Le pido a Moha, que trabaja de tardes, que la baje pero aún así la deja alta viendo Telecinco con Charo, estudiante de letras, hasta las 2 de la mañana.
Son las 6am. Hora de ir a remar.