Es altamente factible que la cuestión de los fósiles de criaturas extintas constituya una de las primeras falsificaciones de la era moderna, un dogma de fe instalado por el naciente darwinismo de mediados del siglo XIX que graciass a Spencer detectó la utilidad de extender el dominio imperialista de la masoneria ****obritánica al las sociedades fundando así el darwinismo social, la herramienta perfecta para prolongar la dominacioón y explotación de los pueblos "demorados del planeta".
Curiosamente durante miles de años, nadie mencionó a esas enormes criaturas, cuyos "huesos" aparecen hoy casi todos los dias avalando y sosteniendo una estructura de dominación ideológica.
Pero en el siglo XIX llega Darwin y sus planteos teóricos sobre la Evolución de las especies.
En poco tiempo hubo una explosión dirigida por la Antropologia inglesa descubriendo las pruebas concretas de esas formas de vida prediluviana, un diente era suficiente para que en semanas los museos reconstruyeran en base a él un modelo espectacular de la terrible bestia propietaria del mencionado diente,
Así aparece la clase "Dinosauria" , definida originalmente por Richard Owen de la Royal Society y Superintendente del Departamento de Historia Natural del Museo Británico en 1842.
En otras palabras, la existencia de los dinosaurios fue la primera hipótesis especulativa de un director de museo nombrado caballero " casualmente” a mediados del siglo XIX, durante el apogeo del evolucionismo, antes de que se encontrara un solo fósil de dinosaurio.
Los medios masónicos y la prensa convencional en todo el mundo se pusieron a trabajar promocionando historias de estos supuestos animales perdidos hace mucho tiempo, y luego, 12 años después, en 1854, Ferdinand Vandiveer Hayden durante su exploración de la parte superior del río Missouri, encontró "prueba" de Owen. ¡teoría! Envió por correo algunos dientes no identificados al destacado paleontólogo Joseph Leidy, quien varios años después declaró que pertenecían a un antiguo extinto “Trachodon,
Cualquier historiador serio que ha estudiado detalladamente a las antiguas civilizaciones debe parecerle sospechoso que ninguna de ellas haya mencionado jamás la existencia de tales criaturas o de sus restos fósiles y la duda se hace más grande cuando los estudiosos del pasado, todos arqueólogos destacados nunca dijeron una sola palabra o mencionaron siquiera a tales fósiles de bestias gigantescas que supuestamente existieron durante millones de años, pero que casualmente, nunca fueron encontrados ni conocidos por ninguna civilización en la historia de la humanidad hasta el renacimiento masónico del evolucionismo a mediados del siglo XIX y el advenimiento del Darwinismo.
Y se hizo la Luz, Darwin nos explicó todo..
