Gracias por la enhorabuena, pero lo las merece.
Sobre los inconvenientes, partiendo de que no hay nada seguro cuando hablamos de juicios:
1+ Puede hacerlo, y lo hará, pero tener hijos no exime del cumplimiento de la ley. Si alega que no tiene dinero tendrá que responder con los bienes que tenga, pero no se puede desproteger y dañar a la parte demandante "porque no se tiene dinero".
Lo que no va a ocurrir es que el demandado decida si tiene dinero para esto, porque siempre va a decir que no. Si hay para coches, móviles, vacaciones, restaurantes, ropita, etc, entonces también hay para hacer frente a una condena judicial.
Cuidado con este punto que se le da la vuelta a la tortilla en cero coma como no seas capaz de asegurar la protección de tus hijos. Porque si esta es la respuesta lo siguiente es una denuncia ante la fiscalía de menores para que aclaren por qué no puedes asegurar la protección de tus hijos. A ver si además de hacer las obras te van a quitar a los hijos.
Un ejemplo ilustrativo pero simple. Supongamos que no tienes seguro para la Caldera, y el seguro de hogar no lo cubre. Tienes una fuga y le inunda el piso al vecino de abajo, que te demanda por daños y te pide indemnización.
Ahora vete y dile al juez que no tienes dinero para pagar esto y que tienes 3 hijos. La respuesta del juez en el 99% de los casos es el embargo en el mejor de los casos.
En cualquier caso, aciertas en lo de los críos, la mayoría (más que la mayoría en realidad) meten a los niños por medio en este tema, y suelen volverse los tiros en su contra muy rápido.
En los juicios se sabe como se entra pero no cómo se sale, y hay melones que se abren muy fácil y luego no hay forma de cerrarlos.
Añade que para el que sufre los ruidos y se mete en este fregado, es apiolar o morir, ya está acorralado, mientras que para el ruidoso todo es jijijajeo y soberbia. Uno de los dos se lo toma a broma, y el otro dispara a apiolar (de forma figurada, entiéndase).
2+ Lo que se le pide al juez es la condena "de hacer", efectivamente contra la demandada, venda la casa o no.
Si la vende para librarse, terminará haciendo las obras y metido en otro juicio por vicios ocultos con el comprador, que perderá con una probabilidad cercana al 100%.
Y no, los gastos los asumirá quien determine el juez en la sentencia, ni más ni menos. Da igual si venden o si se quedan.
En este punto, antes de llegar a juicio, la forma de librarse es parar de hacer ruido y negociar, si es que eso es posible según qué casos. Porque tras más de un año aguantando, lo veo difícil, y la conciliación en ese momento sólo depende del demandante, no del juez, así que nos podemos imaginar. El juez lo ofrecerá a las partes tras la fase de alegaciones, pero deben querer conciliarse ambos, así que si el que sufre ruidos no quiere, se irá a juicio.
Como he dicho antes, hay una parte saltándose todas las líneas y otra aguantando y yendo al psiquiatra. Vamos, que va en serio guste o no guste.
3+ Sí y no. Hay muchos casos y todos son diferentes entre sí, por eso no es bueno generalizar.
Aquí no hablamos de que me molesten los ronquidos o los tacones un día al mes, sino de cuestiones continuadas.
Si son situaciones puntuales, entonces hay que llamar al 112 y solicitar que la Policía Local haga medición. Esto es gratis, pero sólo funciona donde hay Policía Local, la Guardia Civil no tiene sonómetro
La Policía Local irá a tu domicilio, medirá y, si se superan los valores máximos de ese tramo horario, acudirá al foco del ruido y le instará a parar. Tras 30-60 min te llamarán para preguntar si persiste el problema y, si les indicas que sigue haciendo ruido, volverán, harán una segunda medición y cursarán propuesta de sanción (creo que son 200-300 € de multa).
Este proceso cuesta 0 €, además de la molestia de dejar entrar en casa dos veces a la Policía.
Repetir varias veces, que tocando el bolsillo se activan los cerebros que no veas. Tocar las cortesanas tiene efectos muchísimo más eficaces y duraderos que la paloterapia, y ya es decir. Eso sí, cuesta más aguantarse y tener la cabeza fría.
Sobre lo de los ruidos habituales en la convivencia, la ley no regula ningún tipo de ruidos habituales, sino que contempla umbrales en decibelios, y así lo entienden los jueces, hay jurisprudencia de sobra en este sentido.
Pero, eso sí, al juez hay que darle pruebas, no quejas. Por ejemplo, tengo 3 hijos pequeños y no puedo pagar estas obras; esto es una queja subjetiva, y la respuesta es clara, pues compórtese con civismo, respete a su vecino y no haga ruido.
Entregar mediciones, actas del 112, quejas en ayuntamiento y juzgado de paz e informes psiquiátricos, es entregar pruebas de unos hechos ilegales.
Con esto quiero llegar a tu último párrafo:
- El uso de sopladores no tiene nada que ver con la permisividad, ya que están regulados en leyes y ordenanzas para un uso determinado, puntual y acotado a un espacio temporal limitado.
Otro ejemplo son las obras con permiso municipal, las cuales pueden superar los valores máximos en una horquilla horaria determinada.
O las orquestas en las fiestas o conciertos, también están reguladas.
Pero los críos corriendo, chillando, dando portazos, arrastrando cosas o mamá taconeando, eso concretamente queda fuera, tengas 1 hijo o 10 hijos, da igual.
- Con los tubos de escape de las motos sí me pillas, porque es muy difícil/imposible medirles y/o demostrar que eran ellos. Pero todo, todo, todo no se puede, máxime cuando nuestro modelo residencial es mayoritariamente en altura.
Lo mismo pasa con los estultoes parados en el semáforo con el volumen a tope y la ventanilla bajada, yo también lo he sufrido.
Para terminar, todo ésto lo digo sin acritud y con máximo respeto hacia ti. Sólo te contesto porque has citado mi mensaje, pero espero que no te lo tomes a mal.
No quiero sentar cátedra ni mucho menos, todo es mejorable, pero lo que tú has razonado en un par de minutos yo lo he estudiado y resuelto durante muchos meses, día tras día, y ya he contemplado (casi) todas las posibilidades.
Y por fortuna, yo lo gané. Ellos tenían 3 hijos, y dio igual, no sé si tenían dinero o se lo dejaron los padres, ni me importa.
Tras las obras vendieron la casa e, imagino, recuperaron parte de los gastos, aunque me rezuma la po**a, yo tenía derecho a vivir en paz en mi casa, lo demás son excusas.
El que decide tener hijos, perros, gatos, batería, etc, lo decide él, así que asume los inconvenientes y responsabilidades él, no yo.
Yo no tengo que entender/asumir/comprender/tolerar nada, absolutamente nada. Yo cumplo las normas y no molesto ni daño a nadie, así que exijo lo mismo de los demás, punto.
Cuando yo me he pasado un poco, que nos puede pasar un día a todos, ha bastado con que el vecino me lo diga una vez, he parado en el acto, y además he sentido mucha vergüenza por que me hayan llamado la atención.