Ya se ha dicho, pero resumo:
-Si la dieta es correcta (cero carbohidratos refinados, pocos carbohidratos en general, al loro con sustancias muy ácidas...etc) la higiene tiene menos importancia.
-Higiene: si la técnica del cepillado es correcta, sobran las guarrerias químicas. Importante es la acción de barrido, es decir, la parte mecánica. A nivel interdental, complementar con hilo (el más barato que nos vaya bien) y/o cepillos interdentales. Todo lo demás (palillos, masticar nosequés...) no es efectivo. Si después queremos añadir alguna cosa que sea antiséptica, hay que investigar que nos ofrece la naturaleza en vecindad nuestra. Con ello, se puede prescindir de las farmacias totalmente. Cepillo eléctrico, mejor, pero no imprescindible si se tiene poco riesgo de problemas orales y se tiene buena técnica y frecuencia en la higiene.
Bicarbonato: no es que sea malo en sí, sino que tiene una granulometría demasiado grande (el que venden en droguerías, por ejemplo) y mediante el cepillo frotas con él el esmalte y lo rallas, desgastándolo. Puede que en laboratorio, alguna compañía lo use con un tamaño de partícula inferior para formular algún dentífrico y no sea dañino, lo desconozco. Para enjuagues, perfecto.
Algo sé, y mucho desconozco.
-Si la dieta es correcta (cero carbohidratos refinados, pocos carbohidratos en general, al loro con sustancias muy ácidas...etc) la higiene tiene menos importancia.
-Higiene: si la técnica del cepillado es correcta, sobran las guarrerias químicas. Importante es la acción de barrido, es decir, la parte mecánica. A nivel interdental, complementar con hilo (el más barato que nos vaya bien) y/o cepillos interdentales. Todo lo demás (palillos, masticar nosequés...) no es efectivo. Si después queremos añadir alguna cosa que sea antiséptica, hay que investigar que nos ofrece la naturaleza en vecindad nuestra. Con ello, se puede prescindir de las farmacias totalmente. Cepillo eléctrico, mejor, pero no imprescindible si se tiene poco riesgo de problemas orales y se tiene buena técnica y frecuencia en la higiene.
Bicarbonato: no es que sea malo en sí, sino que tiene una granulometría demasiado grande (el que venden en droguerías, por ejemplo) y mediante el cepillo frotas con él el esmalte y lo rallas, desgastándolo. Puede que en laboratorio, alguna compañía lo use con un tamaño de partícula inferior para formular algún dentífrico y no sea dañino, lo desconozco. Para enjuagues, perfecto.
Algo sé, y mucho desconozco.