_Mickey_Mouse_
Madmaxista
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El viaje de Pedro Sánchez a Pekín los días 30 y 31 de marzo se produce en un momento en el que la Unión Europea ha entrado en una fase de máxima desconfianza hacia China. Sánchez tiene previsto abordar con Xi Jinping su plan de paz para Ucrania, una iniciativa a la que los dirigentes comunitarios no le dan credibilidad por su cercanía con Vladímir pilinguin. Al mismo tiempo, Bruselas tampoco quiere romper totalmente con Pekín, pese a las presiones de Estados Unidos, porque es su principal socio comercial.
De hecho, Sánchez será el tercer líder europeo que viaje a Pekín desde el estallido de la guerra en Ucrania. La primera visita y la más polémica fue la del canciller Olaf Scholz en noviembre de 2022, a quien se acusó de privilegiar los intereses de Alemania y socavar la unidad de la UE, así como de dar oxígeno a Xi en plena polémica por su política de el bichito cero.
Mucho más desapercibida pasó la visita del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el pasado diciembre. El francés Emmanuel Macron tiene previsto viajar a Pekín el próximo 4 de abril. Xi también ha invitado a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aunque la cita todavía no tiene fecha. El presidente chino se ha embarcado en una especie de ofensiva de seducción con los líderes europeos, aunque en Bruselas sospechan que su objetivo último es generar división.
[España y China celebran 50 años de relación diplomática batiendo récords de intercambios comerciales]
De hecho, la reunión de Xi con pilinguin esta semana en Moscú ha sido un "momento revelador" para los europeos. "Muchos esperaban que China pudiera asumir el papel de intermediario (en la guerra de Ucrania). Pero China no está haciendo eso en absoluto. Sin duda, China se está moviendo abiertamente en este momento hacia el bando de Rusia y eso es un gran desafío y una gran dificultad para todos nosotros", ha dicho el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins, en el Consejo Europeo que se celebra en Bruselas.
A su juicio, lo mejor sería tener "una posición europea conjunta hacia China". "Juntos, somos muy fuertes. Individualmente, es el divide y vencerás", avisa Karins.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también ha abordado las relaciones entre la UE y Pekín durante su intervención en el Consejo Europeo. Guterres ha resaltado que Xi Jinping todavía quiere mantener un diálogo positivo con Bruselas y ha avisado a los líderes europeos del "alto riesgo de aislar a China", según han informado fuentes comunitarias.
Pedro Sánchez alega que China "es un actor global de primer orden", por lo que resulta "importante conocer de primera mano su posición sobre la paz en Ucrania". El presidente del Gobierno asegura que se coordinará con el resto de socios de la UE y trasladará a Xi que deben ser "los propios ucranianos los que establezcan las condiciones para el inicio de esa paz cuando llegue", un extremo que no está contemplado en el plan chino.
[La UE se dota de una hoja de ruta para desengancharse de las materias primas y tecnologías verdes de China]
"Lo más importante, lo fundamental, es preservar un orden internacional basado en reglas y eso pasa por respetar la carta de Naciones Unidas y fundamentalmente uno de sus principales pilares, que es el respeto a la integridad territorial de Ucrania que está siendo violentada por el presidente pilinguin", insiste Sánchez.
Al mismo tiempo, el presidente del Gobierno sostiene que la invitación del presidente chino supone un "reconocimiento internacional" para España en un momento "tan complejo de dificultades geopolíticas como las que estamos viviendo".
"Es importante que China respete el orden internacional basado en reglas y la carta de la ONU, que establece que ningún país puede atacar a otro. Si alguien lo hace, tienes derecho a defenderte. Enviar armas a un país que se está defendiendo respeta la carta de la ONU, mientras que ayudar al agresor no", ha dicho la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, una de las líderes emergentes en la UE.
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha repetido este jueves que "China no está ayudando a Rusia de momento". Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado esta semana que "Rusia lo ha pedido (el envío de armas letales) y es un tema que se está considerando en Pekín por las autoridades chinas".
[Feijóo avala el viaje de Sánchez a China: "Antes de presidir la UE, es normal; Rajoy ya vio a Xi en Pekín"]
Pese a estas diferencias sobre la cuestión de las armas, la UE y la OTAN comparten su escepticismo con el plan de paz de Xi para Ucrania. A juicio de Stoltenberg, el plan chino incluye "elementos positivos" como la seguridad nuclear, la protección de civiles y la defensa de la soberanía, la independencia y la integridad territorial. Al mismo tiempo, el alto el fuego que reclama Pekín "sólo sería una forma de congelar la guerra y garantizar que Rusia puede recuperarse y volver a atacar".
"Hay elementos (en el plan chino) que podrían ser útiles y elementos que no lo son tanto. Pero el diablo está en los detalles", ha señalado este jueves el primer ministro holandés Mark Rutte. A su juicio, si Xi pretende asumir un papel de mediador en la guerra debe establecer una "comunicación directa" con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. "Corresponde a Zelenski y su equipo negociar cualquier propuesta que esté sobre la mesa si ven algún merito en ella. Pero primero debe establecerse esa comunicación", apunta Rutte.
Para Borrell, el problema clave del plan de China "es que no distingue entre el agresor y la víctima, poniendo a las dos partes al mismo nivel". "Francamente hace falta un esfuerzo intelectual muy grande para considerarlo un plan de paz. Es más bien una recopilación de las posiciones chinas sobre al respecto", dijo el pasado lunes.
También la Comisión de Ursula von der Leyen ha entrado en una fase de máxima desconfianza hacia China. Su equipo ha prohíbido instalar la aplicación TikTok en los móviles de los eurofuncionarios por miedo al espionaje de Pekín. Von der Leyen ha presentado además una hoja de ruta para desengancharse de la dependencia de China en materias primas y tecnologías verdes. La UE no quiere repetir con China los mismos errores que con la energía de Rusia.
www.elespanol.com
Ay viruelo, ten cuidao que te mueven la silla...
De hecho, Sánchez será el tercer líder europeo que viaje a Pekín desde el estallido de la guerra en Ucrania. La primera visita y la más polémica fue la del canciller Olaf Scholz en noviembre de 2022, a quien se acusó de privilegiar los intereses de Alemania y socavar la unidad de la UE, así como de dar oxígeno a Xi en plena polémica por su política de el bichito cero.
Mucho más desapercibida pasó la visita del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el pasado diciembre. El francés Emmanuel Macron tiene previsto viajar a Pekín el próximo 4 de abril. Xi también ha invitado a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aunque la cita todavía no tiene fecha. El presidente chino se ha embarcado en una especie de ofensiva de seducción con los líderes europeos, aunque en Bruselas sospechan que su objetivo último es generar división.
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De hecho, la reunión de Xi con pilinguin esta semana en Moscú ha sido un "momento revelador" para los europeos. "Muchos esperaban que China pudiera asumir el papel de intermediario (en la guerra de Ucrania). Pero China no está haciendo eso en absoluto. Sin duda, China se está moviendo abiertamente en este momento hacia el bando de Rusia y eso es un gran desafío y una gran dificultad para todos nosotros", ha dicho el primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins, en el Consejo Europeo que se celebra en Bruselas.
A su juicio, lo mejor sería tener "una posición europea conjunta hacia China". "Juntos, somos muy fuertes. Individualmente, es el divide y vencerás", avisa Karins.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también ha abordado las relaciones entre la UE y Pekín durante su intervención en el Consejo Europeo. Guterres ha resaltado que Xi Jinping todavía quiere mantener un diálogo positivo con Bruselas y ha avisado a los líderes europeos del "alto riesgo de aislar a China", según han informado fuentes comunitarias.
Pedro Sánchez alega que China "es un actor global de primer orden", por lo que resulta "importante conocer de primera mano su posición sobre la paz en Ucrania". El presidente del Gobierno asegura que se coordinará con el resto de socios de la UE y trasladará a Xi que deben ser "los propios ucranianos los que establezcan las condiciones para el inicio de esa paz cuando llegue", un extremo que no está contemplado en el plan chino.
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"Lo más importante, lo fundamental, es preservar un orden internacional basado en reglas y eso pasa por respetar la carta de Naciones Unidas y fundamentalmente uno de sus principales pilares, que es el respeto a la integridad territorial de Ucrania que está siendo violentada por el presidente pilinguin", insiste Sánchez.
Al mismo tiempo, el presidente del Gobierno sostiene que la invitación del presidente chino supone un "reconocimiento internacional" para España en un momento "tan complejo de dificultades geopolíticas como las que estamos viviendo".
"Es importante que China respete el orden internacional basado en reglas y la carta de la ONU, que establece que ningún país puede atacar a otro. Si alguien lo hace, tienes derecho a defenderte. Enviar armas a un país que se está defendiendo respeta la carta de la ONU, mientras que ayudar al agresor no", ha dicho la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, una de las líderes emergentes en la UE.
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha repetido este jueves que "China no está ayudando a Rusia de momento". Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado esta semana que "Rusia lo ha pedido (el envío de armas letales) y es un tema que se está considerando en Pekín por las autoridades chinas".
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Pese a estas diferencias sobre la cuestión de las armas, la UE y la OTAN comparten su escepticismo con el plan de paz de Xi para Ucrania. A juicio de Stoltenberg, el plan chino incluye "elementos positivos" como la seguridad nuclear, la protección de civiles y la defensa de la soberanía, la independencia y la integridad territorial. Al mismo tiempo, el alto el fuego que reclama Pekín "sólo sería una forma de congelar la guerra y garantizar que Rusia puede recuperarse y volver a atacar".
"Hay elementos (en el plan chino) que podrían ser útiles y elementos que no lo son tanto. Pero el diablo está en los detalles", ha señalado este jueves el primer ministro holandés Mark Rutte. A su juicio, si Xi pretende asumir un papel de mediador en la guerra debe establecer una "comunicación directa" con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. "Corresponde a Zelenski y su equipo negociar cualquier propuesta que esté sobre la mesa si ven algún merito en ella. Pero primero debe establecerse esa comunicación", apunta Rutte.
Para Borrell, el problema clave del plan de China "es que no distingue entre el agresor y la víctima, poniendo a las dos partes al mismo nivel". "Francamente hace falta un esfuerzo intelectual muy grande para considerarlo un plan de paz. Es más bien una recopilación de las posiciones chinas sobre al respecto", dijo el pasado lunes.
También la Comisión de Ursula von der Leyen ha entrado en una fase de máxima desconfianza hacia China. Su equipo ha prohíbido instalar la aplicación TikTok en los móviles de los eurofuncionarios por miedo al espionaje de Pekín. Von der Leyen ha presentado además una hoja de ruta para desengancharse de la dependencia de China en materias primas y tecnologías verdes. La UE no quiere repetir con China los mismos errores que con la energía de Rusia.
Líderes europeos creen que la invitación de Xi a Sánchez es un plan para dividirles sobre Ucrania
Los líderes europeos no dan credibilidad al plan de paz de Xi para Ucrania por su cercanía a Rusia, aunque tampoco quieren romper con Pekín.
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