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Madmaxista
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Hoy tomando café con mis amigas, hemos recordado el pasado, mas bien un pasado algo lejano, el pasado de la dictadura y la democracia.
En los últimos años del franquismo los niños disfrutábamos de una libertad que tienen prohibida los niños de ahora, prohibida por el miedo de los mayores, he recordado con mis amigas aquellas noches de verano, donde la gente cenaba en la calle pues la casa hervía de calor, donde nuestros padres y abuelos dormitaban en las baldosas sobre una manta de Alcoy, hamaca o mecedora, mientras nosotros jugábamos en la calle hasta altas hora de la madrugada, cuantas veces mi abuela (materna o paterna) me decía, “niñaaaa..., ya es hora de acostarte, son las 2 de la madrugada, despídete de tus amigos que nos vamos acostar”, todo esto después de haber estado de “marujeo” con sus vecinas o haber dormitado tres o cuatro horas.
Nuestros mayores no estaban tan encima de nosotros, bastaba con decirle que ibas a jugar a casa de fulanita y te marchabas, eso si, después de haber dormido la siesta.
Curiosamente hoy que vivimos en una democracia nuestros hijos han perdido la libertad, la libertad de poder quedarse con los amigos hasta altas horas de la noche por el miedo a que les pase algo, no hablo de los adolescentes, hablo de los menores de entre 6 y 12 años que siempre están bajo la mirada de los adultos, esos niños ya no salen a coger “nidos”, ni a robar albaricoques, simplemente viven en la guandoca de su habitación jugando con chismes electrónicos.
En la época de Franco los mayores no eran libres pero los pequeños si, hoy los mayores son libres y los pequeños no, creo que solo mi generación ha sido libre siempre. Creo que los mayores de entonces y los jóvenes de ahora no han disfrutado del sabor de ser siempre libre.
un saludo.
En los últimos años del franquismo los niños disfrutábamos de una libertad que tienen prohibida los niños de ahora, prohibida por el miedo de los mayores, he recordado con mis amigas aquellas noches de verano, donde la gente cenaba en la calle pues la casa hervía de calor, donde nuestros padres y abuelos dormitaban en las baldosas sobre una manta de Alcoy, hamaca o mecedora, mientras nosotros jugábamos en la calle hasta altas hora de la madrugada, cuantas veces mi abuela (materna o paterna) me decía, “niñaaaa..., ya es hora de acostarte, son las 2 de la madrugada, despídete de tus amigos que nos vamos acostar”, todo esto después de haber estado de “marujeo” con sus vecinas o haber dormitado tres o cuatro horas.
Nuestros mayores no estaban tan encima de nosotros, bastaba con decirle que ibas a jugar a casa de fulanita y te marchabas, eso si, después de haber dormido la siesta.
Curiosamente hoy que vivimos en una democracia nuestros hijos han perdido la libertad, la libertad de poder quedarse con los amigos hasta altas horas de la noche por el miedo a que les pase algo, no hablo de los adolescentes, hablo de los menores de entre 6 y 12 años que siempre están bajo la mirada de los adultos, esos niños ya no salen a coger “nidos”, ni a robar albaricoques, simplemente viven en la guandoca de su habitación jugando con chismes electrónicos.
En la época de Franco los mayores no eran libres pero los pequeños si, hoy los mayores son libres y los pequeños no, creo que solo mi generación ha sido libre siempre. Creo que los mayores de entonces y los jóvenes de ahora no han disfrutado del sabor de ser siempre libre.
un saludo.
