Me recuerda lo que escribe Wilhelm Reich en su libro La revolución sensual. Dice, en respuesta a quienes se oponen al onanismo de los niños o las relaciones sensuales de los ados, que dicen que retener el leche es bueno porque es rico en proteínas, que el continente sensual se alimenta internamente del mismo al no expulsarlo, dice Reich ante esto:
—Yo conozco otra manera de adquirir proteínas: comer carne.