Icibatreuh
Madmaxista
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www.theguardian.com
Las empresas quebrarán": Alemania se prepara para un futuro sin gas ruso
Alemania se prepara para que Moscú corte los suministros en represalia por las sanciones o como parte de un embargo energético.
En Alemania, lo llaman “Día X”. Las empresas de todo el mundo están haciendo planes de contingencia para lo que se considera una probabilidad creciente de que el gas ruso deje de fluir hacia la economía más grande de Europa.
“Sería un desastre, uno que habría parecido casi impensable hace solo dos meses, pero que en este momento parece una perspectiva muy realista”, dijo el propietario de una empresa de ingeniería mecánica de alta tecnología en el oeste de Alemania . La firma produce de todo, desde cajas de baterías para autos eléctricos hasta sistemas de embrague para trenes.
El orador no quiso ser nombrado, ni que se identificara a su compañía, en parte por temor, dijo, de parecer que apoya la guerra de Rusia argumentando que si se corta el gas, su negocio centenario “se probablemente no sobreviva”. Pero dice que se encuentra en un profundo dilema y se siente muy vulnerable, ya que no solo depende en gran medida del gas, cuyo costo ya se ha disparado, sino también de metales como el níquel y el aluminio, muchos de los cuales provienen de Rusia .
Alemania obtiene alrededor de 50.000 millones de metros cúbicos al año o el 55 % de su gas de Rusia, el mayor volumen de cualquier país de la UE y, por extensión, la mayor parte de cualquier gran economía europea.
Se están discutiendo dos escenarios posibles, no improbables: uno prevé que Moscú decida cortar o reducir los suministros en represalia por las sanciones; el otro ve a Alemania cediendo a la creciente presión para apoyar un embargo energético de la UE según el cual los beneficiarios de hecho llamarían la atención de pilinguin al cortarse los suministros rusos.
El viernes en la Puerta de Brandenburgo, los manifestantes a favor de un embargo de petróleo y gas expusieron su argumento jovenlandesal, con 410 luces rojas que conmemoraban a las víctimas de los asesinatos del ejército ruso en la ciudad de Bucha, junto con eslóganes que pedían al canciller alemán Olaf Scholz: “ ¿Si no es ahora, cuando?" Su mensaje es claro. Mientras la industria alemana siga tomando la energía, por la que paga a Moscú 200 millones de euros (167 millones de libras esterlinas) todos los días, está ayudando a financiar las atrocidades.
Pero los jefes de la industria y los líderes políticos han advertido que el daño a Alemania por cerrar los grifos sería mucho mayor que cualquier beneficio que traiga a Ucrania.
“¿De qué le sirve a alguien una Alemania debilitada?” una fuente cercana al gobierno le dijo a The Guardian esta semana.
Millones de hogares privados sin calefacción es solo una parte de la imagen. La otra preocupación, posiblemente más grande, son los gigantes de la fabricación, que dependen del gas para operar, como Thyssenkrupp, BASF y Bayer. Y los cientos de miles de pequeñas y medianas empresas con las que se relacionan.
Los representantes de la industria advirtieron que los efectos se sentirían en todos los productos, desde materiales de construcción, sintéticos, pesticidas, desinfectantes, empaques y semiconductores hasta la producción de antibióticos, banderillas contra el cobi19 y medicamentos contra el cáncer. La reacción en cadena es difícil de predecir, pero es probable que sea considerable.
Robert Habeck, el ministro de economía, ha instado a los alemanes a “bajar el termostato”, diciendo que “cada kilovatio hora que Alemania ahorra daña a pilinguin”, lo que algunos han llamado cínicamente “congelación para Ucrania”. También se insta a la industria a reducir su uso.
Algunos ya lo han hecho, obligados por los altos costos de la energía. Otros, como el fabricante de porcelana KPM, fundado en 1763, trabajan horas extras para producir la mayor cantidad posible de productos antes de que se cierren los grifos. “¿Quién sabe por cuánto tiempo tendremos gas?” su CEO, Martina Hacker, le dijo a Der Spiegel. “No podemos producir porcelana sin ella”.
¿Cómo puede Europa dejar de depender del gas ruso?
Lee mas
Otras empresas han reducido la producción al mínimo. Pero industrias como los fabricantes de vidrio dicen que cerrar las instalaciones de producción por completo no es una opción, ya que provocaría que los líquidos se asienten y destruyan las máquinas.
Anuncio publicitario
Las 45 instalaciones de almacenamiento de gas del país están llenas solo en un 26%. El plan es aumentar los niveles al 80% para el otoño, en gran parte ahorrando energía ahora, para salvaguardar el suministro para el próximo invierno.
Habeck activó la primera parte de un plan de emergencia de tres puntos la semana pasada que anticipa una desaceleración o interrupción del suministro de gasolina y decide a dónde irían los suministros. Se priorizarían los hospitales, los servicios de emergencia y los fabricantes médicos, seguidos de los hogares privados. Según el plan, las industrias, que utilizan una cuarta parte del gas entregado a Alemania, serían las primeras en cerrar. Es por eso que se les pide a las empresas que presenten sus argumentos sobre cuán "relevantes para el sistema" son.
Los bufetes de abogados se han visto inundados con consultas de empresas que desean conocer su situación legal, mientras que las asociaciones industriales informan haber sido inundadas con consultas de miembros que preguntan dónde se ubican en el orden jerárquico y cómo deben reaccionar ante la incertidumbre
Un representante dijo: “Tenemos fabricantes de vidrio que dicen que son relevantes para el sistema porque proporcionan viales de vidrio a la industria médica, fabricantes de papel, argumentando que su cartón corrugado es vital para el tras*porte seguro de los viales. ¿Cómo es posible que argumentes en contra de ellos?
La Agencia Federal de Redes, que garantiza el acceso equitativo al gas, la electricidad y otros servicios vitales, envió un cuestionario a todas las empresas alemanas, pidiéndoles que expongan de manera efectiva sus argumentos individuales a favor del derecho al gas. “La cuestión de la priorización es una decisión muy difícil, que requiere la consideración de una amplia gama de consecuencias”, dijo un portavoz del Ministerio de Economía.
Algunos predicen una antiestética batalla sobre quién merece más energía.
Hay visiones apocalípticas de cadenas de suministro, que ya están bajo presión debido a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, colapsando por completo, empresas obligadas a la quiebra, desempleo masivo.
El jefe de IG Metall, Jörg Hoffmann, un sindicato que representa a 1,2 millones de trabajadores en la producción química, de procesamiento de metales y de alimentos, ha advertido sobre “una recesión más profunda que cualquiera de las recesiones que hemos conocido hasta ahora”.
BASF, el gigante químico y uno de los mayores compradores y consumidores de energía de Alemania, dijo que pronto se sentirían los efectos de la caída de su producción.
“Tendríamos un desempleo muy alto, muchas empresas quebrarían”, dijo el presidente de BASF, Martin Brudermüller. “Provocaría daños irreversibles. Para decirlo sin rodeos: podría llevar a Alemania a su crisis más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial y destruir nuestra prosperidad”.
Está en marcha una carrera contra el tiempo para encontrar suministros de fuentes de gas alternativas de los Países Bajos y Noruega y aumentar los suministros de gas natural líquido (GNL) de las terminales belgas y de los EE. UU. Habeck ha estado en Qatar para asegurar más envíos y ha ordenado la construcción de tras*portadores de GNL para
‘Firms will go bust’: Germany prepares for a future without Russian gas
Germany is bracing for supplies to be cut by Moscow in retaliation for sanctions or as part of an energy embargo
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Las empresas quebrarán": Alemania se prepara para un futuro sin gas ruso
Alemania se prepara para que Moscú corte los suministros en represalia por las sanciones o como parte de un embargo energético.
En Alemania, lo llaman “Día X”. Las empresas de todo el mundo están haciendo planes de contingencia para lo que se considera una probabilidad creciente de que el gas ruso deje de fluir hacia la economía más grande de Europa.
“Sería un desastre, uno que habría parecido casi impensable hace solo dos meses, pero que en este momento parece una perspectiva muy realista”, dijo el propietario de una empresa de ingeniería mecánica de alta tecnología en el oeste de Alemania . La firma produce de todo, desde cajas de baterías para autos eléctricos hasta sistemas de embrague para trenes.
El orador no quiso ser nombrado, ni que se identificara a su compañía, en parte por temor, dijo, de parecer que apoya la guerra de Rusia argumentando que si se corta el gas, su negocio centenario “se probablemente no sobreviva”. Pero dice que se encuentra en un profundo dilema y se siente muy vulnerable, ya que no solo depende en gran medida del gas, cuyo costo ya se ha disparado, sino también de metales como el níquel y el aluminio, muchos de los cuales provienen de Rusia .
Alemania obtiene alrededor de 50.000 millones de metros cúbicos al año o el 55 % de su gas de Rusia, el mayor volumen de cualquier país de la UE y, por extensión, la mayor parte de cualquier gran economía europea.
Se están discutiendo dos escenarios posibles, no improbables: uno prevé que Moscú decida cortar o reducir los suministros en represalia por las sanciones; el otro ve a Alemania cediendo a la creciente presión para apoyar un embargo energético de la UE según el cual los beneficiarios de hecho llamarían la atención de pilinguin al cortarse los suministros rusos.
El viernes en la Puerta de Brandenburgo, los manifestantes a favor de un embargo de petróleo y gas expusieron su argumento jovenlandesal, con 410 luces rojas que conmemoraban a las víctimas de los asesinatos del ejército ruso en la ciudad de Bucha, junto con eslóganes que pedían al canciller alemán Olaf Scholz: “ ¿Si no es ahora, cuando?" Su mensaje es claro. Mientras la industria alemana siga tomando la energía, por la que paga a Moscú 200 millones de euros (167 millones de libras esterlinas) todos los días, está ayudando a financiar las atrocidades.
Pero los jefes de la industria y los líderes políticos han advertido que el daño a Alemania por cerrar los grifos sería mucho mayor que cualquier beneficio que traiga a Ucrania.
“¿De qué le sirve a alguien una Alemania debilitada?” una fuente cercana al gobierno le dijo a The Guardian esta semana.
Millones de hogares privados sin calefacción es solo una parte de la imagen. La otra preocupación, posiblemente más grande, son los gigantes de la fabricación, que dependen del gas para operar, como Thyssenkrupp, BASF y Bayer. Y los cientos de miles de pequeñas y medianas empresas con las que se relacionan.
Los representantes de la industria advirtieron que los efectos se sentirían en todos los productos, desde materiales de construcción, sintéticos, pesticidas, desinfectantes, empaques y semiconductores hasta la producción de antibióticos, banderillas contra el cobi19 y medicamentos contra el cáncer. La reacción en cadena es difícil de predecir, pero es probable que sea considerable.
Robert Habeck, el ministro de economía, ha instado a los alemanes a “bajar el termostato”, diciendo que “cada kilovatio hora que Alemania ahorra daña a pilinguin”, lo que algunos han llamado cínicamente “congelación para Ucrania”. También se insta a la industria a reducir su uso.
Algunos ya lo han hecho, obligados por los altos costos de la energía. Otros, como el fabricante de porcelana KPM, fundado en 1763, trabajan horas extras para producir la mayor cantidad posible de productos antes de que se cierren los grifos. “¿Quién sabe por cuánto tiempo tendremos gas?” su CEO, Martina Hacker, le dijo a Der Spiegel. “No podemos producir porcelana sin ella”.
¿Cómo puede Europa dejar de depender del gas ruso?
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Otras empresas han reducido la producción al mínimo. Pero industrias como los fabricantes de vidrio dicen que cerrar las instalaciones de producción por completo no es una opción, ya que provocaría que los líquidos se asienten y destruyan las máquinas.
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Las 45 instalaciones de almacenamiento de gas del país están llenas solo en un 26%. El plan es aumentar los niveles al 80% para el otoño, en gran parte ahorrando energía ahora, para salvaguardar el suministro para el próximo invierno.
Habeck activó la primera parte de un plan de emergencia de tres puntos la semana pasada que anticipa una desaceleración o interrupción del suministro de gasolina y decide a dónde irían los suministros. Se priorizarían los hospitales, los servicios de emergencia y los fabricantes médicos, seguidos de los hogares privados. Según el plan, las industrias, que utilizan una cuarta parte del gas entregado a Alemania, serían las primeras en cerrar. Es por eso que se les pide a las empresas que presenten sus argumentos sobre cuán "relevantes para el sistema" son.
Los bufetes de abogados se han visto inundados con consultas de empresas que desean conocer su situación legal, mientras que las asociaciones industriales informan haber sido inundadas con consultas de miembros que preguntan dónde se ubican en el orden jerárquico y cómo deben reaccionar ante la incertidumbre
Un representante dijo: “Tenemos fabricantes de vidrio que dicen que son relevantes para el sistema porque proporcionan viales de vidrio a la industria médica, fabricantes de papel, argumentando que su cartón corrugado es vital para el tras*porte seguro de los viales. ¿Cómo es posible que argumentes en contra de ellos?
La Agencia Federal de Redes, que garantiza el acceso equitativo al gas, la electricidad y otros servicios vitales, envió un cuestionario a todas las empresas alemanas, pidiéndoles que expongan de manera efectiva sus argumentos individuales a favor del derecho al gas. “La cuestión de la priorización es una decisión muy difícil, que requiere la consideración de una amplia gama de consecuencias”, dijo un portavoz del Ministerio de Economía.
Algunos predicen una antiestética batalla sobre quién merece más energía.
Hay visiones apocalípticas de cadenas de suministro, que ya están bajo presión debido a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, colapsando por completo, empresas obligadas a la quiebra, desempleo masivo.
El jefe de IG Metall, Jörg Hoffmann, un sindicato que representa a 1,2 millones de trabajadores en la producción química, de procesamiento de metales y de alimentos, ha advertido sobre “una recesión más profunda que cualquiera de las recesiones que hemos conocido hasta ahora”.
BASF, el gigante químico y uno de los mayores compradores y consumidores de energía de Alemania, dijo que pronto se sentirían los efectos de la caída de su producción.
“Tendríamos un desempleo muy alto, muchas empresas quebrarían”, dijo el presidente de BASF, Martin Brudermüller. “Provocaría daños irreversibles. Para decirlo sin rodeos: podría llevar a Alemania a su crisis más grave desde el final de la Segunda Guerra Mundial y destruir nuestra prosperidad”.
Está en marcha una carrera contra el tiempo para encontrar suministros de fuentes de gas alternativas de los Países Bajos y Noruega y aumentar los suministros de gas natural líquido (GNL) de las terminales belgas y de los EE. UU. Habeck ha estado en Qatar para asegurar más envíos y ha ordenado la construcción de tras*portadores de GNL para
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