El problema es la
CONCENTRACIÓN del PODER (que todos defendéis, también los independentistas catalanes, por ejemplo, que defienden la existencia de Barcelona como sede del
poder concentrado en Cataluña). Y la
concentración de poder lleva aparejada (entre otras muchas nocividades) la concentración de la POBLACIÓN.
Madrid (y todas las grandes urbes) son un agujero neցro que chupan la energía, la población (y la sangre) a todas las regiones que las rodean. Barcelona lo mismo para el caso concreto de Cataluña (en el gráfico no se ve el agujero neցro que representa Barcelona para Cataluña, pero os lo podéis imaginar). Lo mismo que los ESTADOS del "primer mundo" chupan la sangre (inmi gración mediante) a los ESTADOS no modernos.
Los antiprogres (yendo de la mano con los progres) lo llamáis PROGRESO; y os cagáis y meais (también yendo de la mano con los progres) en el mundo rural tradicional... para luego no haceros responsables de todas las hiper-nocividades del PROGRESO MATERIAL infinito que todos defendéis.
Los progres hasta hace poco se llenaban la boca con expresiones como ésta: "
si fuera por la derecha estaríamos todavía en las cavernas". Es decir, que el PROGRESISMO SOCIALDEMÓCRATA también se ponía las medallas del PROGRESO MATERIAL. Y ahora, ese progresismo es el que toma la bandera del DECRECIMIENTO, es decir, que al menos en eso hacen lo correcto, porque el sistema NO DA MÁS DE SÍ (en cuanto a consumo de recursos, etc.)
¿Qué hace el antiprogresismo, de la mano del liberal-capitalismo, pero con todos los nacionalistas-patriotas comiendo de su mano? Pues enarbolar la bandera de que todavía hay recursos de sobra para seguir con el despilfarro.
En otras palabras: el antiprogresismo (asumiendo que sí, que ellos apuestan por una vida rural, austera, local, etc.) tendría fácil culpar al progresismo de todos los problemas medioambientales, de escasez de recursos, de despilfarro, etc. Pero en vez de hacer eso, lo que hace el antiprogresismo, de facto, es exculpar al progresismo de todas las nocividades que éste ha generado. Y no sólo eso, sino que afirma que todavía hay margen para consumir mucho y progresar materialmente. Y no sólo eso, sino que nos dice que la AGENDA 2030 es cosa de masones y globalistas.
Es decir, el dúo ESTADO-CAPITAL ha intercambiado los papeles asignados al progresismo y al antiprogresismo, y nadie parece darse cuenta. Ahora tenemos a una
"derecha" hiperprogresista material (que lucha por quitarse el calificativo de cavernícola) y a una "
izquierda" decrecentista material (que sigue siendo progre social).
La Junta tramita la declaración de "utilidad pública" para una autopista eléctrica de más de 15 kilómetros que extraiga la energía de los parques solares de Villadangos
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