Markkus
Madmaxista
Ya lo decía Nietzsche, el filósofo de cabecera de cualquier ALFA que se precie: El hombre ama dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer, el más peligroso de los juegos
El error de los betas (devenido de unos instintos mediocres) es pensar que tras un angelical, inocente y meloso rostro se esconde un ser mágico por el cual bien vale la pena sacrificar todo: incluida su propia vida. La función de la mujer -desde la perspectiva del GUERRERO-FILÓSOFO, el moderno Alatriste bien encamisado envuelto en su guerra individual como hijo de la Hispanidad- es colorear una vida profundamente masculina, exigente, sacrificada, inserta en la satisfacción de sus propias ambiciones. En ese sentido la mujer es un breve STOP; una tierna, dulce y carnosa parada con la que ejercer nuestro más genuino papel de hombres y saciar el apetito sensual. Nada más. Ni se debe renunciar a la independencia (económica, existencial y emocional), ni se debe tener hijos demasiado joven sin haber hecho algo grande a partir de la propia vida ni desde luego se debe subordinar la vida a un puñetero shishi; esto es, perder el control de uno mismo a cambio de obtener la satisfacción de un instinto.
Las mujeres son ENTRETENIMIENTO. Breve abstracción de una vida experimentada con valentía, audacia, huevonES, temeridad, osadía. Seres mágicos cuya feminidad (ánima manda) contrasta con una férrea virilidad curtida a donde dé lugar; y lo que surge no es sino una simbiosis mágica que nos reconcilia con nuestra otra mitad: entre sus senos nos perdemos para volvernos a encontrar. Ellas jamás serán la GLORIA sino el acompañamiento a la misma. Ellas aman en el hombre el producto del triunfo, la coronación de la cumbre, mas ignoran al guerrero, al incansable que no cesa en su ímpetu hasta conseguir aquello que desea.
Obviamente todas ellas gustan instintivamente de sentirse protegidas, mimadas, cuidadas, consentidas. Toda mujer necesita sentir el calor del MACHO: rudo, viril, protector, seguro de sí mismo etc. El puñetero gorila alfa que si para defender la integridad de la churri se tiene que liar a palos tirando de barra de maletero como un puñetero Tercio Español entrando en combate no va a vacilar. Ese primitivismo violento, cafre e irracional es lo que hace humedecer las ropa interior. Calificarlo como romántico es sólo su racionalización. Los alfas somos pues extremadamente dominantes y ello propicia que ante nosotros la mujer se comporte tal y como ella es pues reconoce en nosotros aquel a quien se debe entregar. Eso las más meritorias, las que reprimen a la fruta llevan dentro. Con las más simplonas tener una buena mazadura tatuada + BMW en la puerta + personalidad macho cabríoa + aura de tipo duro (con muchisimas teniendo sólo un elemento sobra, pero el pack completo es mejor: por respeto a uno mismo) basta para que se bajen el bombacha y te intenten fidelizar con mamazos sanos, culitos menéandose que da gusto.
De ahí que en la cama se entreguen completamente y no le hagan ascos a nada porque cuando la mujer da con un tío que la sabe tratar, que la induce confianza y respeto, incluso algo de cariño pero al mismo tiempo se muestra orgulloso de sí mismo y con bravura temperamental la mujer se abre de piernas y deja el ego a un lado. Y os diré que es lo mejor que existe tener una mujer bien entregada a los designios del lechetal, el MACHO VIDAL que las convierte en auténticas pilinguis en la cama. Los betas, claro, tienen que amar con mujeres resentidas, quemadas por la vida cuya inocencia y ternura ya fue entregada a otros: y sólo les queda la fría conciencia de que el shishi es un poderoso instrumento que les otorga poder: sobre el hombre y por ende sobre el medio. De ahí esos polvos cutres, necios incluso, donde no hay pasión, no hay fusión, no hay colchones reventados, vecinos aporreando la pared porque la otra no puede parar de gritar.
Nada de ná - Cafe Quijano en directo - YouTube
PD:Al final se trata de tras*mitir un espíritu que lamentablemente lleva perdiéndose muchos años para perjuicio nuestro y de nuestras Españas. El español recio, tosco, barbudo, inamovible, impasible; el que lleva por dentro un espíritu y huevones que ningún otro pueblo tuvo, el que se deja la piel en lo que hace y no le importa sufrir lo indecible pero a la mínima afrenta al honor tira de acero porque él tiene casta, raza, honra, solera. Él tiene bravura, hidalguía, es hijo de Hispania, la que siempre ha tenido los mejores guerreros, los que reclamaban para sí los puestos de mayor peligro y responsabilidad porque vivir de otro modo no sería propio de españoles.
Hay que entender que la vida te impele a asumir retos y desafíos o a echarte a un lado; o la comodidad y un placer facilón que sabe a poco o el dolor, la entrega y exigencia a cambio de una GLORIA dulzona, que se saborea como los buenos vinos y brilla como una fruta estrella fugaz. Y ello te tras*forma, tras*muta tu esencia haciéndote algo más fuerte, frío, invulnerable, una máquina de guerrear que puede renunciar a ciertos estímulos en pos de otras prioridades más elevadas. Es un juego en el que el placer surge del dolor intrínseco a no parar jamás, a seguir llevando no ya sólo el cuerpo y la mente al límite durante los entrenos sino la propia vida. Una vida que nada vale si no es vivida con osadía, temeridad, bravura, ímpetu. Es positivo, claro que sí, pero una vez empiezas el camino no hay vuelta atrás.
A las mujeres es lo que les gusta: el español verraco con buen dandysmo, el Alatriste encamisado, el camorrista del BMW mirándolas de TÚ a TÚ y ***ándolas con la mirada al tiempo que con la lengua no les pasas una; en el fondo es una actitud de desprecio, de soberbia, de chulería. Y eso es lo que les pone. Ver que vas sobrado de auto-confianza y auto-estima y no le concedes ningún mérito a sus encantos femeninos. Eso hunde su orgullo y basta para que intenten seducirte de forma bestial.
A tope con todo. Tomad nota hijos de la gran fruta betas que os extermino como cucarachas que me acuerdo de la fruta que os parió a todos.
MACARRA NEANDERTAL MANDA.
CHULOPUTAS TATUADO MANDA.
El error de los betas (devenido de unos instintos mediocres) es pensar que tras un angelical, inocente y meloso rostro se esconde un ser mágico por el cual bien vale la pena sacrificar todo: incluida su propia vida. La función de la mujer -desde la perspectiva del GUERRERO-FILÓSOFO, el moderno Alatriste bien encamisado envuelto en su guerra individual como hijo de la Hispanidad- es colorear una vida profundamente masculina, exigente, sacrificada, inserta en la satisfacción de sus propias ambiciones. En ese sentido la mujer es un breve STOP; una tierna, dulce y carnosa parada con la que ejercer nuestro más genuino papel de hombres y saciar el apetito sensual. Nada más. Ni se debe renunciar a la independencia (económica, existencial y emocional), ni se debe tener hijos demasiado joven sin haber hecho algo grande a partir de la propia vida ni desde luego se debe subordinar la vida a un puñetero shishi; esto es, perder el control de uno mismo a cambio de obtener la satisfacción de un instinto.
Las mujeres son ENTRETENIMIENTO. Breve abstracción de una vida experimentada con valentía, audacia, huevonES, temeridad, osadía. Seres mágicos cuya feminidad (ánima manda) contrasta con una férrea virilidad curtida a donde dé lugar; y lo que surge no es sino una simbiosis mágica que nos reconcilia con nuestra otra mitad: entre sus senos nos perdemos para volvernos a encontrar. Ellas jamás serán la GLORIA sino el acompañamiento a la misma. Ellas aman en el hombre el producto del triunfo, la coronación de la cumbre, mas ignoran al guerrero, al incansable que no cesa en su ímpetu hasta conseguir aquello que desea.
Obviamente todas ellas gustan instintivamente de sentirse protegidas, mimadas, cuidadas, consentidas. Toda mujer necesita sentir el calor del MACHO: rudo, viril, protector, seguro de sí mismo etc. El puñetero gorila alfa que si para defender la integridad de la churri se tiene que liar a palos tirando de barra de maletero como un puñetero Tercio Español entrando en combate no va a vacilar. Ese primitivismo violento, cafre e irracional es lo que hace humedecer las ropa interior. Calificarlo como romántico es sólo su racionalización. Los alfas somos pues extremadamente dominantes y ello propicia que ante nosotros la mujer se comporte tal y como ella es pues reconoce en nosotros aquel a quien se debe entregar. Eso las más meritorias, las que reprimen a la fruta llevan dentro. Con las más simplonas tener una buena mazadura tatuada + BMW en la puerta + personalidad macho cabríoa + aura de tipo duro (con muchisimas teniendo sólo un elemento sobra, pero el pack completo es mejor: por respeto a uno mismo) basta para que se bajen el bombacha y te intenten fidelizar con mamazos sanos, culitos menéandose que da gusto.
De ahí que en la cama se entreguen completamente y no le hagan ascos a nada porque cuando la mujer da con un tío que la sabe tratar, que la induce confianza y respeto, incluso algo de cariño pero al mismo tiempo se muestra orgulloso de sí mismo y con bravura temperamental la mujer se abre de piernas y deja el ego a un lado. Y os diré que es lo mejor que existe tener una mujer bien entregada a los designios del lechetal, el MACHO VIDAL que las convierte en auténticas pilinguis en la cama. Los betas, claro, tienen que amar con mujeres resentidas, quemadas por la vida cuya inocencia y ternura ya fue entregada a otros: y sólo les queda la fría conciencia de que el shishi es un poderoso instrumento que les otorga poder: sobre el hombre y por ende sobre el medio. De ahí esos polvos cutres, necios incluso, donde no hay pasión, no hay fusión, no hay colchones reventados, vecinos aporreando la pared porque la otra no puede parar de gritar.
Nada de ná - Cafe Quijano en directo - YouTube
PD:Al final se trata de tras*mitir un espíritu que lamentablemente lleva perdiéndose muchos años para perjuicio nuestro y de nuestras Españas. El español recio, tosco, barbudo, inamovible, impasible; el que lleva por dentro un espíritu y huevones que ningún otro pueblo tuvo, el que se deja la piel en lo que hace y no le importa sufrir lo indecible pero a la mínima afrenta al honor tira de acero porque él tiene casta, raza, honra, solera. Él tiene bravura, hidalguía, es hijo de Hispania, la que siempre ha tenido los mejores guerreros, los que reclamaban para sí los puestos de mayor peligro y responsabilidad porque vivir de otro modo no sería propio de españoles.
Hay que entender que la vida te impele a asumir retos y desafíos o a echarte a un lado; o la comodidad y un placer facilón que sabe a poco o el dolor, la entrega y exigencia a cambio de una GLORIA dulzona, que se saborea como los buenos vinos y brilla como una fruta estrella fugaz. Y ello te tras*forma, tras*muta tu esencia haciéndote algo más fuerte, frío, invulnerable, una máquina de guerrear que puede renunciar a ciertos estímulos en pos de otras prioridades más elevadas. Es un juego en el que el placer surge del dolor intrínseco a no parar jamás, a seguir llevando no ya sólo el cuerpo y la mente al límite durante los entrenos sino la propia vida. Una vida que nada vale si no es vivida con osadía, temeridad, bravura, ímpetu. Es positivo, claro que sí, pero una vez empiezas el camino no hay vuelta atrás.
A las mujeres es lo que les gusta: el español verraco con buen dandysmo, el Alatriste encamisado, el camorrista del BMW mirándolas de TÚ a TÚ y ***ándolas con la mirada al tiempo que con la lengua no les pasas una; en el fondo es una actitud de desprecio, de soberbia, de chulería. Y eso es lo que les pone. Ver que vas sobrado de auto-confianza y auto-estima y no le concedes ningún mérito a sus encantos femeninos. Eso hunde su orgullo y basta para que intenten seducirte de forma bestial.
A tope con todo. Tomad nota hijos de la gran fruta betas que os extermino como cucarachas que me acuerdo de la fruta que os parió a todos.
MACARRA NEANDERTAL MANDA.
CHULOPUTAS TATUADO MANDA.